El pasado 22 de agosto mientras se realizaba una jornada de paro general que inmovilizó la educación, el transporte y los servicios de salud, entre otros tantos rubros, bajo la consigna: “Si al trabajador le va bien, al pueblo le va bien”, y según declaraciones a posteriori, del presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, el paro tuvo un “altísimo nivel de acatamiento”.
Mientras tanto, en Punta Cala, se celebraba un nuevo almuerzo de trabajo de ADM encabezado por los presidentes de las principales gremiales empresariales que se nuclearon detrás de la consigna: “De aquí a 2020: ¿Qué pasa para que el Uruguay siga creciendo”.
La principal preocupación de los empresarios giró en torno al desempleo, aunque resaltaron en varias instancias la importancia del empresariado como motor de la economía. “Nos quieren poner en la vereda de en frente y somos tan uruguayos y tan trabajadores como todos los demás”, señaló el presidente de la Cámara de Comercio, Julio Lestido, denunciando estigmatización hacia los empresarios.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios, Julio Lestido, el presidente de la Cámara de Industrias, Gabriel Murara, el presidente de la Cámara de la Construcción, Ignacio Otegui y el líder de la Asociación Rural, Pablo Zerbino, disertaron en el clásico almuerzo de ADM cuyas exposiciones partieron de la premisa: “De aquí a 2020: ¿Qué pasa para que el Uruguay siga creciendo”.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios, Julio Lestido, fue el primero en tomar la palabra y aseguró que su Cámara comprende a 20 gremiales y 15.000 empresas. “El 90% son Mipymes”, indicó. En total estas empresas involucran a un millón de personas empleadas, más de la mitad de ellas, mujeres.
Con estas cifras como punto de partida, Lestido discrepó con la pregunta que daba comienzo al evento. ¿De verdad estamos creciendo?, se preguntó. “La respuesta es que no”, indicó.
“Creer que el crecimiento es solo facturación es mirar una parte de la película”, resaltó Lestido y destacó que se debe tener en cuenta la rentabilidad, la calidad de vida, la seguridad y demás factores a la hora de evaluar el crecimiento.
“En algunos rubros puede haber crecimiento en la actividad pero eso no repercute en crecimiento sostenible”, dijo.
Lestido sostuvo que perdieron 45.000 puestos de trabajo desde 2014 hasta la fecha- aunque esta cifra varió y se incrementó a la vez que exponían los diferentes disertantes-. Independientemente de la cifra global, Lestido se mostró especialmente preocupado por 20.000 personas que dejaron de manifestar su deseo de trabajar, no trabajan y no les interesa acceder al mercado laboral. “Esto perpetua los niveles de pobreza”, aseveró.
A su vez, el empresario hizo alusión a la competitividad y a la necesidad de que haya más productividad para ser mejores que la competencia.
Aseguró además que si los empresarios no tienen crecimiento tampoco lo tendrán los trabajadores. “Hay que dejar de pensar en mí y pensar más en nosotros”, subrayó Lestido.
En cuanto a las relaciones laborales, el presidente de la Cámara de Comercio indicó que cada vez es más difícil llegar a acuerdos en la negociación colectiva.
Rotación de personal, presentismo y puntualidad son algunos de los aspectos que, según Lestido, generan costos y se deben a causas sociales.
Al cierre de su ponencia, el empresario aludió a la educación básica y señaló: “Hay retroceso a pesar de que nunca se recibieron tantos recursos como ahora”.
A su vez, se refirió a la ola migratoria que calificó como “inesperada y positiva”. “Ojalá sirva para contagiar buenas prácticas y ayudarnos a recuperar la ética laboral que supimos tener”, opinó Julio Lestido.
Finalmente indicó: “Los empresarios somos también trabajadores. Generamos trabajo y oportunidades, dialogamos, negociamos, somos solidarios, trabajamos para hacer un país mejor. Uruguay precisa más empresarios”.
Los motivos
Por su parte, el presidente Gabriel Murara aseguró que el PIB empresarial se encuentra disociado de la economía y demostró en una gráfica cómo el dato referido al rubro empresarial se encontraba estancado. “Se arrastra desde hace años”, remarcó.
Para Murara, fueron 48.000 los empleos perdidos a la fecha y reconoció que esta tendencia sigue a la baja en la industria manufacturera. “Obedece, entre otras cosas, a la caída de la actividad”, explicó.
A continuación, el presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay brindó algunos factores que, para él, explican la coyuntura.
La contracción de la economía argentina, la inflación persistente, el déficit y la poco vigorosa recuperación en Brasil fueron algunos de los motivos alegados por Murara.
En lo que refiere a los factores internos se refirió al tipo de cambio desalineado en relación con la región y el mundo, y los altos costos laborales.
Asimismo, en una gráfica en caída, ubicándose en niveles mínimos históricos, Murara graficó la evolución de la rentabilidad de la industria.
Problemas de convivencia
Apenas comenzada la disertación del presidente de la Cámara de la Construcción, Ignacio Otegui, el ministro Ernesto Murro llegó al evento y se ubicó en la mesa principal junto a los restantes expositores.
Otegui sostuvo que actualmente hay un 40% menos de personal ocupado con respecto al pico alcanzado a fines de 2012. A este respecto Otegui señaló: “La industria hace y va a seguir haciendo esfuerzo para incluir nuevos equipos que reducen las horas- hombre trabajadas”.
El presidente de la Cámara de la Construcción desglosó la inversión del sector que fijó en US$ 6.900 millones.
“En 2018, el 20% de la demanda estaba concentrada en vivienda nueva, un 45% es inversión privada no vinculada a la vivienda y un 35%, pública”.
Con optimismo, Otegui señaló que Uruguay está cuarto en rankings de competitividad aunque apuntó que esto no es suficiente.
“Sin educación y seguridad el país tendrá problemas de convivencia (…) No hay forma de traer inversión nacional o extranjera si no se tratan estos temas”, esgrimió.
Flexibilización laboral
El presidente de la Asociación Rural del Uruguay, Pablo Zerbino, se refirió al déficit y apuntó contra el gobierno y “el gasto público que no para”.
Para Zerbino, la pérdida de puestos de trabajo se ubica en 50.000.
A esto le sumó el descenso de inversión, por ejemplo, de capitales uruguayos que “se fueron a Paraguay y Bolivia buscando la rentabilidad que acá no se encuentra”.
Además se refirió al atraso cambiario que calificó de “suicida” para una “economía diminuta” como la uruguaya.
Zerbino señaló que se perdieron US$ 922 millones de dólares en la zafra 2017-2018 en el sector agrícola, según cifras de ARU.
El presidente de ARU aludió también a la morosidad y señaló que el 22% de los créditos de la soja están vencidos por la pésima cosecha.
“Cuarenta uruguayos por día pierden su empleo y más de diez empresas por mes se presentan a concurso”, subrayó el dirigente. Para resolverlo, propuso establecer acuerdos con otros países y reconoció el esfuerzo del canciller, Rodolfo Nin Novoa, por ampliar los horizontes comerciales de Uruguay.
Finalmente indicó que se necesitan seguros agrícolas, y también combustible y energía a precios que puedan competir con la región. Zerbino hizo hincapié en la necesidad de hablar de poner sobre la mesa una mayor flexibilización laboral, un tema que consideró “candente”.
Pablo Zerbino: “Nos volvimos un país caro con fundamentos de país barato”.
Apunte
En la instancia de preguntas, Lestido contestó a las declaraciones dichas días atrás por el gremialista Richard Read con la pregunta: “¿Ustedes piensan que al empresariado uruguayo, que ha hecho crecer al país, no se le ha caído una idea?”, preguntó, fue ovacionado por los asistentes e increpó a aquellos que, según él, estigmatizan al sector empresarial: “Nos quieren poner en la vereda de en frente y somos tan uruguayos y tan trabajadores como todos los demás”.
Más y mejor negociación colectiva
El ministro Murro que ya había intervenido en la instancia de preguntas del almuerzo a pedido del moderador Nicolás Lussich, dialogó con los medios luego de culminado el evento.
Murro resaltó que en los primeros 10 años del gobierno frenteamplista se incrementaron en 300.000 los puestos de trabajo y que en los últimos tres años cayeron 45.000. “Hay que mirar toda la película”, destacó. Asimismo resaltó la importancia de los proyectos de ley que próximamente ingresarán al Parlamento y que tienen como objetivo estimular el crecimiento del empleo.
Por otro lado, el ministro estuvo de acuerdo con la herramienta de la flexibilización laboral siempre y cuando se negocie en el marco de la negociación colectiva.
Acerca de la actual negociación colectiva apuntó: “Seguramente en el sector rural tendremos que ir a decreto de nuevo porque parece que a las gremiales empresariales rurales no les gusta negociar, no lo hicieron en 2016 y tampoco ahora”, apuntó.
En cuanto al sector de la construcción, otro que presentaba conflicto, Murro fue optimista e indicó que cree que habrá acuerdo durante la próxima semana.