Diego O’Neill, presidente de la Cámara de la Construcción (CCU)
El pasado martes 12 unos 45 mil trabajadores de la construcción volvieron a la actividad en obras diseminadas por todo el país. A ese número se le suma otra cantidad similar, que también pertenece al sector pero no aporta por el mismo régimen de construcción. En ese contexto, el titular de la CCU realizó una puesta a punto del arranque de dicha actividad y de los protocolos implementados, que no difieren de los realizados desde abril del año pasado y que resultaron exitosos en materia sanitaria. A su vez, se refirió a los proyectos que le darán impulso a la obra privada e hizo alusión a las conversaciones que el sector tiene con el gobierno para impulsar la obra pública.
Por Oscar Cestau | @OCestau
-En 2020, aunque la actividad cayó por sexto año consecutivo, a diferencia de otros sectores, el de la construcción funcionó bien y sin temas sanitarios de por medio. ¿Qué balance hace y cómo evalúa el comienzo de la actividad?
-El balance es positivo, fundamentalmente, por haber podido mantener la actividad en forma ininterrumpida desde el 13 de abril, después de que volvimos de la licencia especial, y de haber recuperado el nivel de ocupación; en ese sentido, en setiembre ya estábamos con la misma ocupación de 2019. Rescatamos lo positivo, aun cuando, según la información del Banco Central, nuevamente el 2020 es un año de caída de la actividad.
Para 2021 estamos visualizando un impulso por el lado de la inversión privada. Creemos que todas las medidas tomadas respecto a la Vivienda Promovida y los proyectos de gran dimensión económica están dinamizando la inversión privada en esos rubros. También está la inversión de UPM 2, que este año tendrá su pico de la obra civil y el inicio de la etapa de montaje, además de otras inversiones que esperamos se vayan concretando. La parte de inversión privada representa el 70% de la inversión en la construcción.
-¿Qué pasa con la obra pública?
-Por el lado de la inversión pública, que tradicionalmente implica un 30% del mercado de la construcción, es donde hay preocupación porque la misma se viene reduciendo. La Ley de Presupuesto así lo establece, y eso, obviamente, responde a la situación fiscal del país. Pensamos, y se lo hemos planteado a las autoridades, que habría que buscar recursos extrapresupuestales, o financiamiento más allá del Presupuesto, para poder invertir en infraestructura. Creemos que es un momento en el que es necesaria la inversión pública para la reactivación económica y la generación de empleo. Hay mucha gente que sale muy golpeada de esta crisis, y no podemos obviar que ya veníamos con una situación de desocupación importante. Nos parece que en este contexto es necesario un refuerzo de la inversión a través de un financiamiento a largo plazo. Las herramientas están disponibles, no hay que inventar mucho. No hay que olvidar que la infraestructura es la base para el desarrollo de la actividad productiva.
-Se inició un nuevo periodo de la actividad esta semana. ¿Hay nuevos protocolos?
-El protocolo es el mismo que establecimos en abril del año pasado. El 12 nos reintegramos y dentro del protocolo establecido había un formulario para que cada trabajador declarara si tenía síntomas, si había estado en contacto con algún positivo, ese tipo de cosas. Después están todas las otras medidas de higiene, uso de tapabocas, distanciamiento y evitar las aglomeraciones.
Desde la cámara estamos buscando cierto tipo de acuerdo con algún laboratorio para tener la posibilidad de que las empresas asociadas puedan, si así lo entienden en alguna obra, acceder a hisopados a precios más económicos.
-Para el retorno, algunas de las empresas pidieron una declaración de salud de los obreros, donde constara que no tuvieron relacionamiento con personas con covid-19, que no pasaron por episodios de fiebre o de dificultades para respirar, entre otros requisitos. ¿Cuál fue la reacción de los trabajadores, en general?
-La generalidad de los trabajadores sí lo firmó. Se trata de un elemento más para el cuidado de la salud. Hubo algún malentendido y se generó cierta discrepancia, sobre todo en un par de obras donde los trabajadores no quisieron firmar esa declaración, pero no es relevante a los efectos de lo que se está buscando. La iniciativa es un elemento más para tratar de evitar que una persona que pueda ser sospechosa de estar contagiada ingrese a la obra y pueda enfermar a otras.
-¿El gran pilar del sector hoy es UPM 2 y las obras conexas a la obra?
-Es una obra importante, que empuja. Pero una golondrina no hace al verano, entonces, no alcanza solo con UPM para tener la actividad con dinamismo. Pero sí, reitero, tanto la planta como las obras conexas, el ferrocarril central, algunas obras viales, la terminal portuaria, son todas obras importantes y que están dentro de ese 70% de inversión privada que mencionamos. Pero tiene que haber más, y así revertir la tendencia y volver a crecer.
-¿Qué pasa con la construcción en un departamento como Maldonado, que siempre ha sido un pilar importante en materia de obra privada? ¿Cuál es la realidad hoy?
-En Maldonado hay algunas obras grandes que están en curso, cuya actividad ya viene desde antes. Y hay, con el impulso de los beneficios fiscales que se establecen a través de la Comap, cierta expectativa de desarrollo de otros proyectos. Igualmente, creo que esto va a demorar un poco porque hay mucha incertidumbre por la pandemia respecto a los extranjeros que puedan ingresar al país, que son los potenciales compradores. Indudablemente, el mercado para esas unidades que se producen en Punta del Este suele ser más regional que nacional. Aun así, pensamos que este año van a empezar a aparecer inversiones en esa zona, aunque quizás en un proceso más lento del que pueda darse en Montevideo o en otras localidades del país.
Ampliar la red ferroviaria en el futuro
-¿Dónde tiene el país más falencias a nivel de infraestructura?
-Si bien es cierto que los proyectos de PPP (Participación Público Privada) mejoran muchas rutas, aún hay mucho para hacer en vialidad. Un ejemplo es la ruta 5, por lo menos hasta Paso de los Toros.
Nosotros creemos que el ferrocarril central, más allá de toda la discusión por el financiamiento y demás, va a ser una obra muy importante porque le va a abaratar muchísimo los costos de los fletes a todos aquellos que puedan acercar su producción a esta red ferroviaria. Indudablemente, sería bueno seguir ampliándola en el futuro.
En el tema portuario también hay cosas por hacer, y si bien en el asunto energético y en lo que tiene que ver con la generación estamos muy bien, considero que hay desafíos relacionados a la distribución de esa energía.