Ayer jueves, la asociación TMF Group realizó un evento en el que el economista y director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), Ignacio Munyo, expuso sobre los desafíos tanto para el crecimiento económico durante el nuevo quinquenio, como también para el futuro más lejano. Según el ejecutivo, uno de los factores más importantes es el incentivo de la inversión privada mediante diversos mecanismos. Además, habló sobre cómo impacta el contexto internacional sobre nuestro país.
El Club de Golf del Uruguay fue el lugar elegido para llevar a cabo el evento “Uruguay 2030: Los desafíos del próximo gobierno”, durante la mañana de ayer jueves. Este programa fue impulsado por TMF Group, compañía global que ayuda a sus clientes en pos de su expansión e inversión. Durante el 2024, este grupo reafirmó su alianza con Uruguay, oficializando su unión con Auren S.C., empresa que ofrece asesoramiento legal y financiero. Monica Vera, responsable de América Latina en TMF Group, realizó la presentación, y remarcó la importancia de su desarrollo en el país, al que consideró como un foco de esperanza para Latinoamérica gracias a su estabilidad y calidad democrática.
Con una nueva administración de gobierno y un contexto global con más incertidumbres que certezas, Ignacio Munyo presentó un análisis del panorama socioeconómico del país. Así, se refirió a los principales desafíos y oportunidades para el crecimiento de la economía uruguaya.
La mayor problemática: el bajo crecimiento económico
“Desde la vuelta a la democracia hasta ahora, el crecimiento promedio es de casi 3%. Sin embargo, este número esconde muchas cosas al estar compuesto de momentos históricos muy distintos. Si uno hace una simple separación y toma los momentos en que las condiciones externas eran favorables, con tasas de interés internacionales bajas, el promedio es de casi 6%. Uruguay crece mucho cuando el viento sopla a favor, pero cuando sopla en contra, hay una caída del 2%. Lo más importante es el crecimiento cuando las condiciones son neutras, que es del 1% promedio de la última década”, afirmó el economista.
El especialista detalló que esta tasa del 1% representa el valor genuino y potencial del aumento del PBI país, el cual es muy bajo y representa el mayor desafío para la nueva administración. A su vez, aclaró que si el resultado de las elecciones hubiese sido distinto, esto permanecería igual.
Contexto internacional y política global
El mundo se encuentra en una época de grandes cambios, que se centran en parte en Estados Unidos con Trump al mando, en el estancamiento de Europa y los vaivenes de la economía china, tal como expresó Munyo. También mencionó que la tasa de crecimiento mundial no ha experimentado grandes cambios, manteniéndose en un 3%, cifra que posee sesgos, ya que no implica que todos los países posean ese ritmo.
Otro factor que destacó fue que dicho crecimiento se sostiene por el sudeste asiático y el Medio Oriente, cuyas naciones tienen las cifras más elevadas de aumento económico. Asimismo, señaló que Uruguay tiene intercambios comerciales muy escasos con estos países, hecho que cree debe revertirse. Además, apuntó que realizar negocios allí depende en poca medida del Estado, y más del sector privado, lo que significaría un hito revolucionario.
PBI real, variación porcentual anual

Con respecto a las potencias económicas, afirmó que Europa atraviesa una meseta, generada por varios factores. Entre ellos se encuentra el alza en los costos de energía debido a la situación rusa, y también la disminución de las exportaciones a China, país que representa uno de sus mayores mercados. Por otro lado, el país norteamericano, mandatado por segunda vez por Trump, recortó más del 80% del presupuesto de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y aplicó aranceles del 25% al acero y aluminio, perjudicando a nuestros vecinos fronterizos.
El presidente estadounidense recientemente declaró que se revisarán los costos de los aranceles que les cobran a todos los países del mundo y viceversa; y según su conveniencia los modificarán o no. El profesional relató que esto despertó varias alertas. Sin embargo, como consecuencia del menor promedio de aranceles que le cobra Uruguay a sus exportaciones, del 4,9%, en comparación con el 5,3% que aplica EEUU, el país no parece estar amenazado.
Munyo le dio el visto bueno al freno impulsado por Trump del Impuesto Mínimo Global, acordado por 130 países en 2021. Sin perjuicio de ello, expresó que ahora la mayor inquietud está en la suba de la tasa de interés internacional, que aumenta el costo de oportunidad, desencadenando dificultades en las inversiones en Uruguay.
Motores para el crecimiento económico
Más allá de los desafíos que posee Uruguay para crecer sin aumentar su deuda externa, el profesional remarcó que existe otra alternativa: la inversión privada. La cuestión radica en que, para que este sector lidere el desarrollo, tienen que existir determinadas condiciones.
En primer lugar, deben existir incentivos y exoneraciones tributarias que fomenten la rentabilidad de las inversiones. En segundo lugar, destacó la necesidad de poseer una seguridad sostenida y alineada internacionalmente. Por último, resaltó la importancia del acceso a mercados externos de relevancia, sin la cual no podría darse un impulso sectorial.
“Otro requisito es la capacidad productiva, que se traduce en la necesidad de recursos naturales y humanos suficientes, con empresarios que puedan interactuar en un entorno competitivo con estándares globales y un ecosistema local integrado”, agregó.