“El comportamiento a nivel regional fue muy positivo, con crecimientos por encima de la inflación”

Ricardo González García, director de Análisis, Estudios Sectoriales y Regulación para Mapfre Economics

Ricardo González García es director de Análisis, Estudios Sectoriales y Regulación para Mapfre Economics y fue quien coordinó el estudio “El mercado asegurador latinoamericano en 2023”. En conversación con CRÓNICAS, el español explicó los factores que impulsaron el crecimiento en el sector durante el último año en el continente, enlistó las características principales del mercado uruguayo en particular, y señaló las categorías de seguros que aún tienen espacio para crecer en nuestro país, como los de vida, vida-ahorro y salud.

-Según el informe, hubo un crecimiento en el mercado asegurador latinoamericano en 2023. ¿A qué lo atribuyen?

-El sector se enfrentó en 2023 a un entorno económico complejo porque la inflación todavía estaba muy alta, y eso motivó que prácticamente todos los bancos centrales de la región tuviesen los tipos de interés en niveles muy altos, lo cual siempre enfría mucho la economía. Pero sorprendentemente la economía se comportó mejor de lo previsto, a pesar de que a algunos países de la región les fue mejor que a otros. Una cosa muy importante para el sector asegurador, que es el consumo privado, se resintió mucho menos de lo que pensábamos, lo cual favoreció bastante a los seguros de no vida. Además, ese entorno de tipos de interés altos, incluso por encima de la inflación, lo que llamamos intereses reales positivos, favorece mucho también a los seguros de vida vinculados al ahorro, con lo cual el comportamiento a nivel regional fue muy positivo, con crecimientos por encima de la inflación. El seguro de autos y los seguros vinculados al hogar, como incendios y líneas aliadas, funcionaron bastante bien a nivel regional.

-Sobre el mercado uruguayo, ¿qué particularidades tiene comparado con la región? ¿Cómo lo caracterizaría y cómo ha ido evolucionando?

-La principal característica del mercado uruguayo, y es peculiar a nivel regional, es que está muy concentrado. Hay una entidad aseguradora ahí muy potente, viene de una situación de monopolio, que es el Banco de Seguros del Estado (BSE), que tiene una posición dominante y poco a poco se está abriendo a la competencia de nuevas entidades. Es complicado, porque siempre que hay una entidad que ostenta un monopolio, la gente descansa más en ella y es difícil ir abriendo mercado. Aún está muy concentrado, es el mercado más concentrado de toda América Latina. Y luego, en la evolución, lo que ha ido creciendo muy bien son los seguros de vida, que estaban muy descompensados hace una década. Sin embargo, han ido ganando terreno y ya casi son la mitad de las primas.

-¿Qué es lo que falta para que el seguro de vida prospere en Uruguay?

-Está creciendo muy bien y es un buen instrumento para complementar el sistema de pensiones que hay en Uruguay, que es un modelo parecido en que tiene un peso importante el complemento privado de capitalización. Ahí puede jugar un papel bastante significativo. También es cierto que es un negocio que está bastante monopolizado de momento todavía por el BSE. En Uruguay es incluso mayor la concentración en el ramo de vida que en el otro. Pero es una línea de negocio que quizá es la que más falta en América Latina, que son los seguros vinculados al ahorro, los llamados seguros de vida-ahorro, que requieren en primer lugar de una infraestructura financiera bastante potente para que se desarrollen. Compiten también en el ahorro con lo que son las entidades bancarias y con los fondos de inversión. Hay mucha competencia ahí y depende mucho de los países y del nivel de educación financiera de la gente. Hay que hacer el ejercicio de explicar que las entidades aseguradoras son unos inversores institucionales a medio plazo que canalizan ahorro de ahorradores. Ya no de inversores, están más centrados en un ahorro prudente, que a lo mejor un inversor que quiere asumir mayor riesgo. Todo esto es cuestión de transmitirlo. Entonces, lo que puede ayudar a desarrollarlos son tipos de interés altos, y transmitir el mensaje de que las entidades aseguradoras juegan un papel muy importante en otras economías. Pero se están desarrollando.

-¿Qué estrategias emplean para captar más usuarios en países como Uruguay?

-Lo que podría ayudar es, además de los temas de competencia en las entidades aseguradoras que hemos comentado, tener más diversificación en cuanto a los canales de distribución. Y podrían ayudar muchos acuerdos de bancaseguros, todo este tipo de acuerdos y de canales. O sea, usar todos los canales de distribución posibles de manera equilibrada ayuda mucho a desarrollar el sector. En Brasil, por ejemplo, el seguro de vida está muy desarrollado, y ahí son muy activos los grandes bancos brasileños.

-¿Qué balance hacen del 2023 en particular en el mercado asegurador uruguayo?

-Podría haber sido mejor, pero ha sido bueno. Creemos que 2024 y 2025 van a ser aún mejores, porque en 2023 Uruguay tuvo un crecimiento solo del 1%, cuando en 2022 el PIB había crecido un 4,9%, que es una desaceleración muy fuerte, por las sequías y el menor dinamismo del comercio exterior. En Mapfre Economics estimamos que Uruguay va a crecer en 2024 en torno al 3,3% y en 2025 un 2,5%. Estas estimaciones están en línea con la Cepal y el Fondo Monetario Internacional. Estas son buenas noticias. Y luego, que esté controlada la inflación es también una muy buena noticia, porque ayuda mucho a mejorar la rentabilidad de las entidades aseguradoras.


“Lo que está poco desarrollado en el mercado uruguayo son los seguros de salud”

-¿Qué categoría cree que todavía tiene margen para crecer en Uruguay?

-Lo que está poco desarrollado en el mercado uruguayo son los seguros de salud. Pero esto también depende mucho del sistema sanitario y cómo esté organizado. Si hay mutualidades que son de carácter obligatorio, pues te queda poco campo para el seguro privado de salud. Pero quizá sería una línea donde podría desarrollarse más el mercado.