“El juego en línea es muy accesible y puede volverse compulsivo, por eso la regulación es muy importante”

Ricardo Berois, director Nacional de Loterías y Quinielas

Desde sus inicios en 1859, la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas (DNLQ) ha “inspirado confianza” en el público uruguayo, según lo expresó a CRÓNICAS su director, Ricardo Berois. Además de hacer un recorrido por su historia, el jerarca enfatizó la importancia del organismo como recaudador para fines sociales, explicó su rol como regulador, ahondó en la situación actual en el control de plataformas ilegales, presentó el panorama actual del juego en Uruguay, y valoró el esfuerzo del parlamentario Álvaro Dastugue por hacer frente a la ludopatía, que definió como “un flagelo”.

La DNLQ es un organismo que nace en 1859. Desde 1933, el único juego del Estado es la Lotería, ya que los demás son juegos dados a concesionarios, a los que el gobierno central fiscaliza y cobra impuestos. En conversación con CRÓNICAS, el director nacional de Loterías y Quinielas, Ricardo Berois, destacó el “prestigio” y la “confianza” que inspira la institución, que “se viene gestando desde su fundación”. Por eso mismo, sostuvo, algunos sorteos estatales los realiza la misma dirección.

Además, apuntó que la DNLQ es una oficina “con una recaudación importante”, sobre todo “si hablamos de costo-beneficio”, ya que tiene menos de una centena de empleados, una infraestructura y logística muy modesta, y sin embargo supera a grandes empresas a nivel de recaudación. En el año, la dirección recoge cerca de 9 millones de dólares para instituciones sociales. Al Fondo Nacional de Recursos van anualmente más de un millón y medio de dólares, y para instituciones como el Hospital Maciel, el Pereira Rossell y el Pasteur, recauda alrededor de 300.000 dólares gracias a las loterías de fin de año y de Reyes.

Una parte del IVA proveniente de algunos juegos va a mejorar la infraestructura y el desarrollo logístico de las divisiones juveniles de la Asociación Uruguaya de Fútbol y, con los aciertos no cobrados, la DNLQ contribuye a los Centros de Atención a la Infancia y a la Familia (CAIF). “Esta ha sido siempre la historia de la lotería, se recauda a través de los juegos, pero se vierten importantes dineros para obras trascendentes y para instituciones muy importantes en el aspecto social para el país”, subrayó Berois.

Este año para la DNLQ

Al hacer un balance del año, el jerarca señaló que continúa habiendo un “gran avance” de los juegos en línea, sobre todo los juegos en que se hacen apuestas deportivas en vivo. Si bien en los últimos años la Quiniela venía en el puesto número uno en preferencia del público, durante los últimos meses retrocedió al segundo lugar, superada por Supermatch. En ese sentido, el director reflexionó que un factor que tuvo injerencia en este cambio fue la Copa América, que captó a más jugadores de lo usual. Esto también tiene que ver con un cambio generacional, pues normalmente los jóvenes optan por apostar en línea por sobre juegos presenciales.

Actualmente, el porcentaje de jugadores se reparte de la siguiente manera: alrededor de un 30% prefiere Supermatch, un 28% elige la Quiniela, un 17% el 5 de Oro, un 13% la Tómbola, 10% la Lotería instantánea, y la Lotería un poco menos del 3%.

Un desafío actual de la DNLQ es el relativo a un mundo de sitios de apuestas deportivas que no están habilitadas para su uso en Uruguay. A partir de la ley de Rendición de Cuentas de 2017, la dirección tiene la exclusividad en los juegos en línea deportivos, que son “explotados por el Estado a través de concesionarios y fiscalizados por la DNLQ”, según explicó Berois. La misma ley establece el control y fiscalización de plataformas de juegos en línea no habilitados en el país, que implica una “constante evaluación” por parte del organismo, cosa que “no es tarea fácil”. “Bloqueamos una plataforma un día y al otro aparecen otras”, apuntó, y especificó que hoy la agencia lleva alrededor de 1.700 juegos ilegales bloqueados, lo cual supone “un trabajo constante”.

Ludopatía

Recientemente, el diputado nacionalista Álvaro Dastugue presentó un proyecto de ley que tiene por fin la concientización y prevención del consumo problemático de juegos de azar. En cuanto a esta propuesta, el entrevistado opinó que la ludopatía es “algo que hay que controlar”, y anotó que “el Estado sobre todo tiene un gran trabajo que hacer” porque “administra juegos, los regula y tiene que intentar que no se expandan los vicios como el flagelo de la ludopatía”.

En ese sentido, recordó que esto tiene que ver con “lo que ha sido la política de juego en Uruguay desde el siglo XIX”, mediante la cual el Estado ha “regulado permanentemente” este ámbito. A su vez, puntualizó que “regular no es prohibir, sino controlar”, lo cual, según Berois, también debería ser aplicado a los juegos en línea: “hoy ya no es necesario ir al kiosco o al salón a jugar, sino que lo hacen desde el living de su casa, por lo que se puede hacer compulsivo, entonces, la regulación de todo esto por parte del Estado es muy importante”.

Si bien el cometido central del organismo es la regulación, a la DNLQ le preocupa la adicción al juego, por lo que en su momento propusieron la creación de una comisión integrada también por expertos en salud y educación para regular la propaganda y “la inserción de todos estos juegos en el ámbito nacional”. A modo de ejemplo, mencionó nuevamente la Copa América, que trajo consigo una “propaganda permanente” de los juegos en línea, que “pueden ser muy peligrosos si no se regulan”. Asimismo, valoró el trabajo del Estado uruguayo en este aspecto, y comparó la situación con otros países: “en otros lugares hay una guerra permanente de multinacionales de juegos apelando a competir para lograr el mercado, y esto lleva a una campaña muy grande de publicidad, que a su vez favorece a la ludopatía”.


Patrimonio

La dirección, al ser una institución muy antigua, tiene en su acervo una cantidad importante de reliquias que exhibe durante el Día del Patrimonio. Berois recordó a los lectores que el edificio donde opera la DNLQ, ubicado en la calle Cerrito 220, tiene un grado 4 de protección patrimonial, donde además tienen un pequeño museo, por lo que consideró importante extender la invitación para que el público lo visite durante la próxima instancia, que tendrá lugar el 5 y 6 de octubre.