La directora por el sector empresarial en el Banco de Previsión Social (BPS), Elvira Domínguez, se refirió al impacto que el nuevo coronavirus ha tenido en el sector y fue crítica con las empresas públicas que ofrecen servicios esenciales: “No vimos sensibilidad con las empresas”, subrayó. Por otra parte, se refirió al retorno a la normalidad, estimó que se debe dar, por ley, facilidades para obligaciones empresariales con BPS y argumentó: “Hay algunos empresarios que no pudieron cumplir porque la postergación de pagos fue solo para el colectivo de empresas unipersonales”.
La representante de los empresarios en el directorio del Banco de Previsión Social calificó como positivas las medidas implementadas por el Poder Ejecutivo en el marco de la pandemia y su consecuente crisis.
“El gobierno reaccionó rápido y con creatividad”, aseguró y estimó que “es obvio que no hayan podido ser contempladas todas las consecuencias no deseadas de esta situación”.
Según la directora, el primer decreto que permitía pagar un seguro de paro flexible a trabajadores mensuales facilitó la toma de decisiones de los empresarios pequeños, para cerrar inmediatamente y acompañar la cuarentena voluntaria.
“Poco a poco, se fueron aprobando diferentes medidas para amparar a los colectivos más vulnerables (monotributo social, monotributo, unipersonales, patronos de sociedades personales con menos de 10 trabajadores, y otras). La limitante mayor tanto para el gobierno, las empresas y las personas, desde nuestro punto de vista, es que se manejan recursos limitados y no se sabe durante cuánto tiempo se prolongará la emergencia sanitaria”, comentó.
En este contexto, Domínguez hizo la salvedad de que cerrar una empresa no supone pasar a gasto cero, dado que “muchísimas obligaciones siguen corriendo” y al respecto puntualizó: “No vimos desde las empresas públicas (servicios públicos) sensibilidad con las empresas”.
Consultada acerca de cuáles entiende que serían medidas necesarias para este momento, señaló que es fundamental contemplar a aquellos colectivos que no podrán reactivarse de inmediato, como el turismo, la educación, el transporte vinculado a esos sectores o la gastronomía.
“Hay algunos empresarios que no pudieron cumplir sus obligaciones con BPS porque la postergación de pagos fue solo para el colectivo de empresas unipersonales. Es imprescindible, cuando se retome la normalidad o nueva normalidad, aprobar una ley de facilidades para obligaciones con BPS”, resaltó la empresaria y aseveró que para el banco es imprescindible por ley extender a los cincuentones los plazos de asesoramiento y opción de desafiliación de las AFAP, ocurrido a partir de marzo. “No se difundió lo suficiente y la situación amerita interpretar aquello de que al justo impedido no le corren plazos”, estimó.
Priorizar la salud
Ante la pregunta de si existen casos de abuso de las medidas por parte de los empresarios que podrían no utilizarlas y lo hacen, Domínguez opinó: “Ni lo afirmo, ni lo niego, puede ocurrir, no obstante, ante la emergencia se deben tomar medidas con una valoración razonable del daño y el riesgo posible”.
En este caso, para la directora, es evidente que “se priorizó evitar un contagio por Covid 19, con consecuencias impredecibles en términos de vidas humanas, minimizando la quiebra de empresas con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo”.
En este marco, concluyó: “Ya habrá tiempo, de analizar o fiscalizar. Hoy, no es el momento. Ojalá que cuando todo pase digamos ‘como sociedad lo hicimos razonablemente bien’, aún cuando hubiésemos deseado no perder vidas, ni empresas, ni puestos de trabajo”.