El flamante embajador de Chile en Uruguay, Carlos Parker, manifestó en diálogo con CRÓNICAS la necesidad de Montecon de disponer de certezas jurídicas y de igualdad de condiciones en el puerto. Además, subrayó la importancia de las más de 70 empresas trasandinas en nuestro país y aseguró que hay un proyecto de mediana envergadura en puerta, aunque prefirió no dar detalles para no generar expectativas.
Por Anahí Acevedo | @PapovAnahi
En el marco de su reciente asunción, y con el objetivo de conocer más a fondo las inversiones chilenas en nuestro país, Carlos Parker, embajador de Chile en Uruguay, realizó el martes 25 de junio una recorrida por el puerto de Montevideo, más específicamente en las instalaciones de la empresa uruguayo – chilena Montecon.
Luego de la misma, el diplomático conversó con CRÓNICAS, y durante la charla manifestó la necesidad de disponer de “certezas jurídicas” en las funciones que lleva adelante Montecon, así como también de “poseer igualdad de condiciones” en el puerto, un punto que, a su entender y “por lo que se observa”, no se cumple.
“Es un tema que tendrá que resolver la Administración Nacional de Puertos (ANP)”, sostuvo, a la vez que agregó que harán “todo lo que esté al alcance” para acercar posiciones y solucionar los conflictos. “Eso es lo que pretendemos hacer, precisamente. Aspiramos a que los problemas se puedan resolver”, confirmó.
En esta línea, señaló la carencia de grúas pórticos en la empresa y de enchufes para su infraestructura de frío, lo que ayudaría a dinamizar la actividad.
El puerto
Por otro lado, Parker calificó al puerto de Montevideo como “muy activo” y no muy distante al movimiento que ocurre en otros puntos del planeta. “A mí, francamente, me sorprendió. Se mueven cargas de todo el mundo”, manifestó.
Por su parte, Patricio Caniulao, jefe del Departamento Económico de la Embajada, ProChile y representante alterno ante Mercosur y la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), también subrayó el crecimiento del puerto, un hecho que se distancia de la realidad de Buenos Aires, según dijo, dónde ha habido una caída de carga “muy fuerte” en los últimos años.
“Uruguay es uno de los pocos países que está creciendo en comercio internacional, y es la certeza política y jurídica que existe aquí, lo que permite un comercio profundo, estable, y a disposición de países sin salida al mar, como Paraguay o Bolivia”, expresó.
Añadió que la cuenca del Río de la Plata es un ejemplo de estructura a seguir en Sudamérica, puesto que a muchos países les gustaría tener una respuesta fluvial “más eficiente y limpia”, algo que en Montevideo funciona desde hace mucho tiempo y bien, y donde Montecon “cumple un rol muy importante en unir el transporte fluvial con el resto del mundo”.
El TLC
El embajador señaló el Tratado de Libre Comercio (TLC), que está en etapa de procesamiento en el Parlamento uruguayo, firmado el año pasado, y el cual “se debe ratificar o no, y no hay posibilidades de negociar en el camino”.
“Quisiéramos que Montecon pudiese disponer de certezas jurídicas en sus funciones y de igualdad de condiciones en el Puerto”
Uruguay y Chile tienen sujeto su comercio y sus inversiones a través del ACE 35, un acuerdo de complementación económica entre el Mercosur y el país trasandino. Este último le propuso a Uruguay un TLC que obliga a nuestro país a ratificar algunos tratados que aún no conforma, en cuanto a patentes, marcas y semillas.
El diplomático aseveró que se encuentran a la espera del cierre del proceso, por lo que tienen previsto la presentación al gobierno hasta marzo de 2018.
Aún así, el embajador confirmó que el actual acuerdo a ratificarse es “de cuarta generación” e innovador, y que incluye artículos que no están presentes en el ACE 35 que engloban aspectos como el comercio electrónico, compras estatales, acuerdos fitosanitarios, servicios y género.
Respecto a este último punto, dijo que el capítulo que lo concierne es totalmente innovador en un acuerdo de libre comercio y explicó que en el mismo se garantiza la participación de las mujeres en los distintos procesos económicos.
“Se entiende que es un acuerdo más comprensivo, que profundiza la línea de lo que ya se venía negociando y que va a servir para fomentar el comercio y la inversión, además de tener un valor simbólico”, agregó. Además, resaltó las virtudes de negociar con países que poseen una economía y un Producto Bruto Interno similar.
En tanto, Caniulao, comentó que como gobierno de Chile y como embajada, a raíz de la firma del acuerdo del TLC el pasado año, y durante la etapa de negociación, trataron de brindar una mayor relevancia al comercio y al intercambio de la posición de Chile en Uruguay.
De igual forma, dijo que la representación que tenía Chile en la embajada pasó en mayo pasado a ser oficina comercial, lo que conlleva otras responsabilidades internas y mayores esfuerzos para que chilenos lleguen a Uruguay a presentar sus productos. Conocer la demanda de nuestro país y los potenciales exportadores forman parte de la activación de las redes de oficinas que ProChile, un instituto gubernamental de promoción de inversión, busca.
Las inversiones chilenas
Ejemplos como Montecon, Sodimac, Sonda, Montes del Plata y Compañías Cerveceras Unidas (CCU) incentivan a empresas chilenas a radicar sus negocios en Uruguay, comentó Parker. Agregó que son más de setenta las compañías trasandinas en nuestro país, y que Chile tiene invertido algo más de cuatro mil millones de dólares aquí, los cuáles, en su mayoría, están dirigidas al área de los servicios.
Tradicionalmente, la inversión de Chile en el extranjero va de la mano de los servicios. La industria y la manufactura, en este momento, están en boga, comentó Caniulao, y agregó que los empresarios están buscando dónde poner capitales extranjeros para maximizar su producción en distintos puntos.
Para el embajador, nuestro país ofrece estabilidad política, certeza jurídica y un ambiente de negocio grato, donde uruguayos y chilenos “se llevan muy bien”. Además, dijo que sus coterráneos conocen Uruguay más allá de Montevideo y Punta del Este, y que se involucran en el resto de los departamentos. De todas formas, observó que las inversiones chilenas están concentradas en la capital y sus cercanías, y que estas “funcionan muy bien”.
Igualmente, Parker sostuvo que actualmente hay un proyecto de mediana envergadura con pretensiones de instalarse en nuestro país, aunque no quiso dar detalles “para no crear expectativas”.