Según la ministra de Turismo, Liliam Kechichian, la caída se explica principalmente por el descenso en la llegada de argentinos, ya que “el resto de los visitantes en Uruguay han seguido creciendo”. En 2019 ingresó un 24,8% menos de visitantes del país vecino a Uruguay, en comparación con 2018.
El Ministerio de Turismo (Mintur) presentó el pasado martes los datos de la actividad correspondiente a 2019.
Así, el pasado año más de 3.220.000 personas visitaron Uruguay, un 13,2% menos que en 2018. A pesar de esta caída, para la ministra Liliam Kechichian tener esta cantidad de visitantes para un país de tres millones y medio de habitantes “es una buena cifra”.
De dicho número, más de 1.700.000 turistas vinieron de Argentina, lo que significó alrededor de un 54% del total. Por otra parte, casi 490.000 brasileros llegaron a Uruguay, alcanzando un 15% del total.
En comparación con el año anterior, la cifra de argentinos disminuyó un 24,8% en 2019, mientras que los brasileros aumentaron un 4,9%.
Asimismo, también aumentaron las visitas de Paraguay, Estados Unidos, el resto de América -sin contar Chile, que cayó- y Europa. Es así que, según Kechichian, la caída global se explica principalmente por la baja de los turistas argentinos, ya que “el resto de los visitantes en Uruguay han seguido creciendo”.
Por otro lado, el ingreso de divisas al país por la actividad turística alcanzó un monto de más de un US$ 1.750 millones. Sin embargo, este dato también dio a la baja: en 2018, fue más de US$ 2.150 millones – lo que significa una caída de 18,6%-.
Por otro lado, Montevideo se volvió a posicionar como el destino preferido de los turistas, con un ingreso de más de un millón de personas. Punta del Este, en tanto, se posicionó segunda, pero fue la que recaudó más en cuanto a gastos en servicios turísticos, con un saldo de más de US$ 670.000.000.
La vamos llevando
A su vez, Kechichian resaltó que en 2019 salieron más uruguayos que en el año previo, en parte a la “cierta capacidad de ahorro” que tienen.
Es así que, a pesar de la baja en el ingreso de divisas al comparar años, las autoridades de la cartera destacaron el saldo positivo de la balanza. Esto es, se analizó el gasto realizado por el turista uruguayo en el exterior y lo aportado por los visitantes no residentes a nivel local, lo que dio como resultado más de US$553 millones.
Si bien en 2018 la balanza turística fue más del doble que la actual, la titular de la cartera destacó la cifra alcanzada en 2019 “porque enfrentamos un año complejo”.
“Desde mitad de 2018 que las primeras medidas tomadas por el gobierno de Mauricio Macri vinculadas a la mega devaluación, que fue realmente muy fuerte. Luego se incorporó el cepo al dólar, y fue también un golpe muy grande”, explicó Kechichian.
A esto se le suman, también, el impuesto del 30% al dólar implementado por el nuevo gobierno argentino, de Alberto Fernández.
Al respecto, la ministra señaló que el gobierno hace “un esfuerzo muy grande de renunciamiento fiscal” a todas las compras turísticas. La medida argentina complejizó este incentivo, pero Kechichian afirmó que “lo han ido superando con las tarjetas prepagas” y con un “esfuerzo comunicacional del ministerio” que fue “factor clave para estas buenas cifras” de cierre del año y de comienzo del 2020.
Bienvenido 2020
En los primeros diez días del año, el Ministerio del Interior registró el ingreso de 135.400 turistas al país; esto significa un aumento del 3,4% frente al mismo período del año pasado.
A pesar de que el ente no acostumbra a trabajar con periodos tan cortos de tiempo, “las cifras se acercan bastante a la realidad”, apreció Kechichian.
A su vez, la ministra indicó que hubo un aumento del 4% de argentinos, de 7,7% de brasileros y paraguayos, y 5,3% en el caso de los chilenos.
En este sentido, atribuyó el aumento en los visitantes argentinos -a pesar de la situación adversa- a dos factores. Por un lado, al “enorme trabajo de promoción” realizado por la cartera, sumado a la conjunción con el sector privado para comunicar los beneficios disponibles; por otro, “la fidelidad, la cercanía y la segunda residencia” de los argentinos.