La curva de contagios de Covid-19 en Uruguay otra vez va en aumento y las cifras de los pacientes que cursan la enfermedad son similares a las que había en abril, mes en el que la gran mayoría de las actividades económicas y sociales estaban en pausa. En este contexto, CRÓNICAS dialogó con Julio Vignolo, epidemiólogo y asesor del Ministerio de Salud Pública (MSP), quien enfatizó en la importancia de mantener las medidas sanitarias adecuadas para evitar que los casos sigan creciendo.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
Esta semana, Uruguay superó los 2.200 contagiados desde que la pandemia del nuevo coronavirus arribó al país. De esa cifra, fallecieron 49 y se recuperaron unos 1.900 pacientes, según la información disponible reportada por el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae). Al cierre de esta edición, cursan la enfermedad 273 personas.
Si bien en junio Uruguay llegó a tener cero casos nuevos por varios días, diversos brotes en distintos departamentos hicieron que la curva nuevamente subiera, volviendo así a tener cifras similares a las que había en abril.
Julio Vignolo, integrante del Comité de Gestión de Crisis que el MSP creó para combatir la pandemia, afirmó que se esperaba un incremento de los casos en virtud del proceso progresivo de apertura social. Sin embargo, hizo hincapié en la necesidad de mantener el control, dado que luego de cierto límite de contagios, se debe cuidar que no haya un crecimiento exponencial.
Vignolo es también director de la Cátedra de Medicina Familiar y Comunitaria de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República y consejero nacional del Colegio Médico del Uruguay.
“Para la situación actual, la cantidad de casos es normal, pero no puede haber un descuido por parte de la población; hay que seguir insistiendo con los protocolos, tanto desde el sistema sanitario como desde la prensa, que podría jugar un papel muy importante advirtiendo a la gente”, remarcó.
A su vez, sostuvo que ha habido diversos eventos sociales de todo tipo que han incrementado el número de casos, a pesar de que las señales por parte del MSP han sido las correctas. Además, destacó la labor de la División de Epidemiología de la cartera, que lleva a cabo un seguimiento “espectacular” que incluye varias generaciones de contacto.
En lo que respecta a la Marcha de la Diversidad, realizada el pasado 25 de setiembre, explicó que se debe esperar un período de incubación de 14 días, que se cumpliría hoy viernes, para conocer con exactitud sus efectos. De todas maneras, advirtió que el hecho de desarrollar una marcha con participantes sin tapabocas o que no respeten el distanciamiento social, es riesgoso.
Las elecciones municipales también hicieron que la movilidad en cada departamento fuera mayor el día en que se llevaron adelante. Por un lado, Vignolo dijo que se observaron varias movilizaciones políticas con concentración de gente, lo cual es peligroso. Pero, por otro lado, el día de los comicios recorrió algunos circuitos en Montevideo, donde vio un cumplimiento muy grande de los protocolos.
De acuerdo con el experto, no se puede prever que haya una exhortación por parte del gobierno a que la gente vuelva a permanecer en sus casas ni que se incrementen las medidas restrictivas. Hoy la pandemia “está bajo control” en Uruguay. Ahora, “si llega a haber un aumento del número de casos que supere los 100 por día, ahí la situación ya se convertiría en alarmante”, indicó.
Agregó que la realidad epidemiológica de Uruguay es “privilegiada” a nivel mundial, “lo que no quiere decir que haya que abrir las canillas y no decirle a la población que tiene que mantener las medidas sanitarias”.
El riesgo de los brotes
En las últimas semanas se registraron brotes en varias zonas del país entre las que se resaltan los casos de Rivera y Colonia. Algunos de ellos están vinculados a cultos religiosos. Sobre esto, Vignolo apuntó a la necesidad de mantener las medidas pertinentes, fundamentalmente, si se trata de encuentros en lugares cerrados.
“En los centros religiosos la ventilación es clave, así como el distanciamiento de un metro y medio o dos, la presencia de alcohol en gel y el uso de tapabocas. Donde se genera mayor riesgo es en las reuniones en las que no se mantienen esas medidas y además no hay ventilación, porque eso es un caldo de cultivo para la generación de brotes”, puntualizó.
En cuanto a los focos de contagio que han tenido lugar en instituciones médicas, el especialista dijo que ahí juega un papel esencial el primer nivel de atención, puesto que “si se atiende a la población en el domicilio y se impide que llegue a los sanatorios y hospitales, eso es de una eficacia tremenda”.
“España cerró el primer nivel cuando comenzó la pandemia y se convirtió en incontrolable. Uruguay en ese sentido está muy bien. ASSE tiene una fortaleza muy grande en el primer nivel; pese a que atiende a población sumamente vulnerable, ha tenido un control de la pandemia muy importante. Y el sector privado, con los médicos a domicilio, es muy eficaz”, aseveró.
El futuro del turismo
Sobre la posible llegada de turistas en los próximos meses, comentó que eso hay que estudiarlo detalladamente porque existe una situación muy preocupante tanto en Argentina como en Brasil. “Tenemos dos fronteras que hay que cuidarlas mucho porque son dos países que tienen tasas de incidencia muy grandes y eso puede generar problemas”, alertó.
“Lo que tenemos que conservar es esta situación epidemiológica bajo control que nos permite tener una calidad de vida muy importante cuando el resto del mundo no la tiene. La apertura social debe hacerse en forma muy cuidadosa ya que hay una segunda ola de brotes en Europa y, hasta que no esté la vacuna, que va a demorar, la situación va a depender del control que hagan los propios gobiernos y las poblaciones”, añadió.
Finalmente, solicitó a los uruguayos que “por favor, mantengan una actitud responsable en cuanto al uso del tapabocas, de alcohol en gel, el distanciamiento, fundamentalmente en los eventos sociales o en las marchas, para bien de todos”.