Experta advierte sobre graves errores en el modelo de etiquetado de alimentos elegido por el gobierno

La Ciali propuso una alternativa a la propuesta que está en estudio

En entrevista con CRÓNICAS, Susana Socolovsky, doctora en alimentos de la Universidad de Buenos Aires y experta en etiquetado, aseguró que el gobierno se rige por un modelo erróneo propuesto por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que no es utilizado por ningún país en América Latina. Según la experta, los asesores del gobierno desconocen cuál es el modelo de perfil de nutrientes adecuado y se rigen por la OPS, un organismo que tiene pericia en el área médica pero no en la alimentaria, como sí la tiene el Codex Alimentario. Por otra parte el etiquetado incorrecto supondría, según Socolovsky, un trancazo en el libre comercio del Mercosur, que se maneja bajo los lineamientos del Codex al igual que Europa, por lo que también podría verse afectada la potencial firma de un tratado comercial con la Unión Europea.

Por María Noel Durán | @MNoelDuran

-¿Es importante que exista una política en etiquetado de alimentos?

-Es muy importante que el gobierno esté interesado en implementar un etiquetado frontal de los alimentos que ayude al consumidor a reconocer de un vistazo los atributos de los alimentos que piensa comprar.

Ahora hay que tener muchas salvedades respecto del actual decreto que está siendo revisado por las autoridades a posteriori de la consulta pública.

El problema es que el etiquetado frontal que Uruguay propone implementar está basado en un modelo de perfil de nutrientes- que es la herramienta que se utiliza para determinar qué alimentos van a llevar la advertencia frontal-, que es incorrecto.

Este modelo de perfil de nutrientes que fue creado por la Organización Panamericana de la Salud y publicado en febrero de 2016 no ha sido hasta el momento implementado por ningún país de toda América Latina lo ha tenido en evaluación Perú y lo ha descartado porque es incorrecto. Es lamentable que Uruguay adopte un modelo de perfil de nutrientes que no tiene sustento científico y que está equivocado.

-¿Qué es, específicamente, el modelo de perfil de nutrientes?

-Es la categorización de alimentos de acuerdo a su composición química, al contenido de carbohidratos, azúcares, grasas, sodio y demás. Lo que importa de un alimento es su composición química, valoramos las carnes porque tienen alto contenido de proteínas, por ejemplo. A la dieta contribuyen tanto los alimentos in natura que son los que llamaríamos naturales y los alimentos industrializados.

La autoridad internacional de normas alimentarias es el Codex Alimentarius, una organización que depende de la FAO y de la OMS. El Codex tiene directrices para las normas de etiquetado, no ha fijado directrices en cuanto al etiquetado frontal, sí en la norma de etiquetado en tabla, del etiquetado nutricional.

Todos los países miembros de Codex respetan estos lineamientos generales, también lo hace el Mercosur.

La consecuencia directa de implementar un etiquetado frontal que no ha sido implementado de forma consensuada en el Mercosur es que Uruguay se queda afuera del Mercosur. Los países pueden imponerle sanciones por haber modificado el etiquetado Mercosur.

Cuando el industrial tenga que vender su alimento va a tener que ir a la Intendencia para volver a registrar el producto y sacarle el etiquetado Mercosur vigente, cambiarlo por este. Eso es incumplir el Mercosur.

Por otro lado, los países que le venden a Uruguay pueden elegir no venderle porque no van a hacer un gasto en etiquetado que no le pueden vender a ningún otro país más que a Uruguay. Hoy en día establecer un etiquetado diferente es una traba al comercio.

-¿Esto no sucedería si se implementa otro tipo de etiquetado como el que utiliza Chile?

-El etiquetado de Chile también es exclusivo y no está de acuerdo al Codex porque este organismo prohíbe en forma explícita el uso de sellos de advertencia negros en el frente de los alimentos.

El etiquetado de Chile contradice el Codex, algo que se lo ha expresado toda la comunidad mundial, y la Organización Mundial del Comercio le ha mandado un apercibimiento.

Sin embargo, a pesar de que el logo sea inadecuado el modelo de perfil de nutrientes es adecuado y entonces ha permitido que la industria reformule los alimentos. Unos 1.600 alimentos se han reformulado para ser de los que contienen menos grasas, menos azúcares y menos sodio.

El etiquetado que se implementaría en Uruguay, en cambio, no permite la reformulación porque no incentiva el trabajo de los industriales. Los alimentos que hoy son light o bajos en azúcar en Mercosur porque tienen menos de 5 gramos por porción, tendrán un logo de exceso de azúcar. Un alimento apto para diabéticos hoy, tendría exceso en azúcar mañana porque el modelo de perfil de nutrientes que quiere utilizar Uruguay está concebido en base a cuántas calorías aporta el nutriente azúcar respecto a las calorías de ese alimento. Si un refresco disminuye en un 90% su contenido en azúcar aún lo único que tiene como nutriente es azúcar porque pertenece a la categoría de los dulces. No tendrán exceso de azúcar pero serán rotulados de esa forma.

Yo puedo reformular un queso y bajar un 25% su grasa pero ese mismo queso que hoy tiene una franja verde, si se implementa la norma tendrá exceso de grasas.

-Además se genera el riesgo de que todos los productos estén etiquetados, lo que genera una confusión importante

-Exacto. Si se aplica, la propia OPS aseguró que el 95% de los alimentos estarán rotulados. Uruguay ha trabajado mucho en los últimos 20 años en reformular alimentos. Hay jugos, dulces, refrescos, salchichas, quesos bajos en calorías, en azúcar y sodio. Eso se borraría de un plumazo.

-El modelo chileno tampoco está aceptado en el Codex pero el francés que es en colores, ¿es aceptable?

-Sí, el francés es aceptable porque está basado en el etiquetado europeo. En Europa existe un modelo de etiquetado voluntario que es tipo semáforo, que se ha implementado en Gran Bretaña. Se necesita educar al consumidor para que sepa que si es diabético debe consumir el producto que tenga el azúcar en verde, por ejemplo.

A su vez, el modelo francés es voluntario porque en ausencia de normas Codex de etiquetado frontal, los países de la Unión Europea no exige un etiquetado frontal y así lo expresó Europa en una carta a Uruguay.

Estamos intentando hacer un acuerdo con la Unión Europea, mal lo vamos a lograr si tenemos un etiquetado incorrecto.

En este tema es fundamental repetir hasta el hartazgo que lo que debe ser saludable es la dieta, no el alimento. Se pueden comer pequeñas porciones de chocolate, por ejemplo, pero no 200 gramos de chocolate por día.

-Usted comentaba lo perjudicial que puede ser este modelo de etiquetado para la exportación de productos, pero también debe ser nocivo en cuanto a los costos para la industria local…

-Sí, la industria uruguaya que exporta mucho tendría que estar obligada a hacer una etiqueta para Uruguay y otra para el Mercosur. El tema se discutirá en la próxima reunión del Mercosur que empieza el 27 de noviembre en Brasilia.

-¿A qué se le achacan los problemas de alimentación y la obesidad tan habitual en la región?

-Seguro que no podemos asignarle la responsabilidad de la obesidad que es multicausal al 40% de las calorías de la dieta que es lo que proviene de los alimentos envasados, es incongruente.

Ha habido un aumento de la disponibilidad de alimentos. La abundancia de producción hizo que haya muchos alimentos, Argentina puede alimentar a 400 millones a pesar de ser 40 millones. Hay gran oferta, se come más de lo que se necesita. Además hay una masiva epidemia de sedentarismo, la vida se ha vuelto muy fácil, no nos movemos ni para prender el televisor.

El domingo 15 empieza el Congreso Mundial de Nutrición en Buenos Aires y allí se tratarán todos estos temas, entre ellos, el etiquetado.


Propuesta alternativa

La Cámara Industrial de Alimentos (Ciali) suscribe los dichos de la experta argentina y propone un modelo de rotulado frontal nutricional codificado por color. Este sistema combina un código de colores tipo semáforo con el porcentaje de cada nutriente crítico, denominado Guías Diarias de Alimentación (GDA). Las GDAs informan a simple vista, la cantidad de azúcares, grasas, grasas saturadas y sodio que aporta una porción del alimento y cuánto representan esas cantidades en relación a los Valores Diarios para una dieta equilibrada, según las recomendaciones de OMS y lo establecido por las reglamentaciones del Mercosur, a través de una cifra que indica los gramos por porción o por 100 gramos. Para facilitar la lectura de los consumidores en muchos países se complementan con colores verde, amarillo y rojo, que indican si la cantidad de cada nutriente es baja, media o alta, en ese alimento en particular.

De acuerdo a los expertos que trabajan junto a Ciali, diversos estudios han demostrado que este sistema facilita el entendimiento de la información nutricional y aumenta la capacidad de los consumidores de concluir sobre el contenido de todos los nutrientes críticos de un producto, seleccionar los más adecuados para una dieta en particular o elegir la alternativa más adecuada al estilo de vida de cada persona. El sistema, afirma la Cámara, propone también un estímulo para la reformulación de productos, ya que es posible reducir la cantidad de un nutriente, mejorando el perfil nutricional del alimento, dado que los límites en este sistema están referidos a la cantidad de cada nutriente según la porción del alimento y no al porcentaje que representa ese nutriente sobre el total de calorías del producto, como es en el modelo propuesto por el gobierno.

En esta línea la experta argentina, Susana Socolovsky, aseguró que lo mejor en el caso de Uruguay será que se elija un modelo de perfil de nutrientes y un sistema de etiquetado que esté validado a nivel internacional. “El actual no tiene fundamentos científicos porque la autoridad mundial en este tema es Codex, no la Organización Panamericana de la Salud”, concluyó.