En diálogo con CRÓNICAS, el analista internacional Nicolás Albertoni señaló que el gobierno del demócrata llevaría a que haya “otro diálogo”, y que sea “más fluido” con la potencia norteamericana. Sin embargo, su colega, Gonzalo Oleggini, recordó que Uruguay siempre ha estado más cerca en los vínculos con Estados Unidos bajo gobiernos republicanos.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
Luego de días de incertidumbre, el sábado se confirmó que el candidato demócrata, Joe Biden, reemplazará al republicano Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos (EEUU) el próximo 20 de enero, cuando asuma su cargo.
La pandemia del Covid-19 fue uno de los temas que dificultaron la jornada electoral, ya que muchos decidieron enviar su voto por correo, principalmente quienes votaron al candidato ganador. Esto hizo que el conteo demorara más de lo usual. Sin embargo, según analistas internacionales consultados por CRÓNICAS, este no fue el único impacto que tuvo el nuevo coronavirus.
“Si esta elección se hubiera dado tres o cuatro meses más adelante, con el país ya en recuperación, seguramente Trump la ganaba”, consideró Gonzalo Oleggini. El investigador en negocios internacionales señaló, así, que el país se encontraba “con una de las mejores situaciones económicas de los últimos 40 años”, y la pandemia “prácticamente barrió con eso”.
En este sentido, su colega Nicolás Albertoni advirtió que ese boom económico podría ser atribuido a Trump, o a un efecto de arrastre de su antecesor, pero de igual forma reconoció que el escenario hubiera sido distinto si se competía en el contexto pre-pandemia. “Algunos acuden directamente a Trump como el originador de esta crisis en EEUU, otros diciendo que es una más global y la potencia está haciendo lo que se pueda, pero claramente observamos una afectación directa si uno ve de hecho en la evolución de la opinión pública del año y medio que se venía siguiendo”, apuntó el experto.
Por esta razón, Biden “pudo sacar un poco más de ventaja”, agregó el investigador asociado de la Universidad del Sur de California.
Diálogos y acuerdos
Si bien la agenda internacional “no será prioridad para Biden por un año o año y medio”, según opinó Albertoni, Uruguay podría tener esperanzas de un buen relacionamiento con el próximo mandatario.
A entender del experto, la victoria del demócrata podría llevar a que haya “otro diálogo” y que sea “más fluido” que el actual. Más allá de eso, detalló que “van a haber más teléfonos sonando en la Casa Blanca y más teléfonos atendidos”. Esto significa que la mayor apertura al diálogo de dicha nación obligaría a Uruguay a “tocar las puertas más fuerte y hacernos ver un poco más como país”.
Esto último no es negativo, pero sí deja al país sudamericano un poco en desventaja, añadió.
A pesar de esto, Oleggini abrió el libro de historia y repasó que Uruguay siempre ha estado más cerca de la potencia con un líder republicano al frente (cuando se recibió la oferta de un tratado de libre comercio, fue bajo el mandato de George Bush, perteneciente a dicho partido). Por eso, afirmó que no tiene muchas expectativas de que haya grandes cambios en la relación entre Uruguay y EEUU.
Así, ante la posibilidad de firmar un acuerdo entre ambos, Albertoni enmarcó que el ya existente Acuerdo Marco sobre Comercio e Inversiones (TIFA, por sus siglas en inglés) entre ambos “es un buen punto de partida para iniciar una conversación”. Oleggini, no obstante, aseveró que los demócratas no son propensos a utilizar esa clase de instrumentos, sino que es más bien característico de los republicanos.
Preparaciones
Consultados respecto a cuáles son los temas clave que deben estar presentes en la agenda de transición del presidente electo, los analistas ofrecieron dos respuestas distintas como lo más relevante.
Para Albertoni, el manejo del Covid-19 es primordial. Así, señaló que habrá “dos estilos muy diferentes” en la materia. Mientras que Biden ya se está mostrando mucho más presente y “tiene a la pandemia en su discurso en todo su contexto”, Trump cuestionó el uso del tapabocas desde el inicio, recordó el profesor de la Universidad Católica del Uruguay, a modo de ejemplo.
En tanto, Oleggini nombró a la competencia por el liderazgo con China como el desafío más grande de la potencia norteamericana.
“Uno de los argumentos de campaña de Trump (en 2016) fue tratar de frenar a su competidor, y eso fue lo que trató de hacer en su gobierno. Yo creo que esa estrategia, Biden, con su lógica demócrata, debería llevarla a cabo, pero creo que no la va a hacer, lamentablemente. En ese sentido, desde el punto de vista de la política exterior con respecto a este tema, creo que se pierde mucho entre Trump y Biden”, analizó.
Asimismo, ambos reconocieron otra serie de desafíos que el exvicepresidente deberá encarar durante su mandato. Destacan, así, recuperar el empleo, que se vio afectado por la pandemia; reactivar la economía mediante un apoyo a la liquidez para promover el consumo interno; recuperar posicionamiento a nivel internacional y retornar a entes como la Organización Mundial de la Salud (OMS), del Comercio (OMC) y el Acuerdo de París por el cambio climático. Además, enfrentar la violencia policial, que cobró especial relevancia en los meses previos a la elección, por diversas protestas a lo largo del país.