La Academia Nacional de Economía realizó el pasado 27 de setiembre su segunda mesa redonda dedicada a la contribución de las ideas del Dr. Ramón Díaz al pensamiento económico uruguayo. La ocasión tuvo lugar en la Universidad de Montevideo y contó con la presencia de académicos, estudiantes, empresarios, profesionales y docentes, así como también de familiares del homenajeado. La exposición estuvo a cargo de Daniel Corbo, Javier de Haedo y Álvaro Diez de Medina y el público asistente pudo adquirir una publicación que recoge varias de las editoriales del pensador divulgadas en los medios.
Durante el inicio, Corbo –candidato al título de Doctor en Historia de la Universidad del Salvador (Argentina)- hizo referencia a los pensamientos de Díaz sobre el liberalismo y la ética de los líderes.
Expuso que el economista comprendía al liberalismo como el resultado de la libertad que se arraiga y prospera en la sociedad. Bajo ese concepto la sociedad resulta más espontánea y con una “gran fuerza civilizadora”. Añadió que el liberalismo, para Díaz, era una teoría sobre la sociedad, y no sobre lo que cada uno debe hacer en ella.
Además de las ideas concebidas por quien fuera presidente del Banco Central (BCU) y director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Corbo resaltó que si bien la espontaneidad social conduce a un orden, para que una sociedad sea libre se debe contar con el soporte de la autoridad. Para lograr un equilibrio es necesario, entonces, la existencia de leyes, en el sentido de derecho y no de legislación, dijo.
Para proponer que hay una forma de autoridad que promueve el orden desde el fuero interno de la persona, Díaz se remitió en su obra a Edmund Burke –considerado el padre del liberalismo-conservadurismo británico- quien afirmó que los hombres están habituados para la libertad en exacta proporción a su disposición para poner cadenas morales sobre sus propios apetitos.
Apoyándose en esta idea es que Corbo sostuvo: “los que hemos estado en la vida pública y hemos ocupado cargos de relevancia, apreciamos esta reflexión. Nos damos cuenta de que llegado a un punto, los limites de las normas se vuelven más difusos y leves, y cuanto más leves son las normas externas, más fuertes tienen que ser el yo interior que nos limite en lo que hacemos y nos conduzca en nuestras resoluciones”.
Para finalizar su disertación, Corbo planteó un pensamiento plasmado en un artículo escrito por Díaz titulado “Líder político se necesita”, que, a su entender “es doloroso pero crucial por lo que tenemos por delante”.
La cita en cuestión es la siguiente: “Los candidatos nos eligen los partidos, y no han de faltar a la cita. Pero líderes, hombres y mujeres capaces de mostrarnos el rumbo para superar la miseria en la que hemos caído, la mediocridad en la que nos hemos adormecido, la desilusión que lleva a tantos al exilio, solo podrán disputarse entre quienes sean capaces de proponer una hipótesis sobre la cual haya sido la clave de nuestro desastre nacional y cómo superarlos”.
Un ancla para el equilibrio
Por su parte, de Haedo –consultor independiente, asesor económico y financiero en materia de políticas públicas- ofreció un enfoque más cercano al testimonio personal y definió a Díaz como un predicador de ideas y un luchador por ellas en todas las instancias posibles. De los numerosos roles desempeñados por el doctor, opinó que el más destacado y el que realizó los mayores aportes fue el lugar ocupado desde la tribuna periodística.
Resaltó su labor realizada en ese punto, en conjunción con la acción ejecutada por Alejandro Végh Villegas. “Ambos fueron quienes más hicieron por la libertad económica de nuestro país en el último siglo, no tengo ninguna duda de eso”, dijo. Asimismo, recomendó a la academia que el próximo ciclo esté dedicado a Végh Villegas, quien, al igual que Díaz, falleció este año.
De Haedo recordó su trayectoria junto a Díaz. En este sentido, comentó que en 1990 ingresaron juntos al gobierno, siendo compañeros dentro del equipo económico donde, dentro de los puestos jerárquicos, el homenajeado era el único economista. Rememoró que si bien su compañero admitía, sin dificultades, el liderazgo político de los ministros de Economía –fueron dos durante su Presidencia en el BCU- estos últimos, junto con el resto del equipo, lo reconocían a él como la principal referencia en materia económica.
Además, se refirió a la última etapa de trabajo desarrollada entre ambos: “la más difícil”. Entre marzo de 1990 y 1991, nuestro país sufrió de un ajuste fiscal tras un déficit de entre 6 y 7 puntos de producto. En este contexto, el ex ministro de economía Luis Mosca –quien también estuvo presente durante el evento- tuvo que lidiar con una hiperinflación en Argentina que dejó en nuestro país un impacto terrible, comentó.
En ese período regía también una enmienda constitucional por la cual se indexaron las jubilaciones lo que derivó en que tuvieran que tomarse medidas financieras. “Hubo que hacer un ajuste fiscal de ocho puntos del producto. Yo me enojo cuando la gente del Frente Amplio dice que fue de cuatro puntos. Hay que decir la verdad, fue de ocho. Vamos a llamar a las cosas por su nombre”, aseveró.
Tuvo lugar, entonces, el inicio del Plan de Estabilización, que terminó con cuatro décadas y medias de inflación crónica en el Uruguay, comentó De Haedo. “Se lo hizo gradualmente y Ramón estuvo en la génesis de ese logro histórico que hoy es una política de Estado. Aunque no se hizo del modo que él hubiera preferido mediante una política de shock”, remarcó.
El plan fue realizado gradualmente, a lo largo de ocho años, y por dos gobiernos. “Mosca, que volvió como ministro, fue el que logró que pasara la barrera del diez hacia abajo por primera vez y creó institucionalidad en ese sentido, que contribuyó a perpetuar ese logro”, señaló.
Igualmente, resaltó que el aporte de Díaz fue necesario para el éxito del plan. “Era esa ancla que mantenía firme al equipo económico cuando venían momentos difíciles, con un propósito estabilizador que siempre tuvo”.
Como conclusión final, De Haedo manifestó que Díaz “fue un grande” de Uruguay, y que dejó huellas a quienes los siguen, en las múltiples actividades en las que se desempeñó con destaque.
Un estimulador del pensamiento
Por último fue el turno de Diez de Medina -consultor del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas y empleado en la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional- quien señaló el peso de la obra periodística del homenajeado y su aporte en la tarea del “pensar bien”, el principio de toda moral, según el filosofo francés Blaise Pascal.
Al igual que Corbo, Diez de Medina resaltó el método socrático elegido por Díaz como camino para hallar la verdad. “Gran parte de la obra escrita de Ramón y su interés personal, estaba precisamente en tratar de romper el tipo de discurso público que él veía imperar tanto desde la academia como de la prensa, como del mundo político en el Uruguay”, sostuvo.
En esta línea, resaltó su obra “Moral y Economía”, un libro indiscutible para aquellos que se acercan al mundo y al pensamiento económico, según dijo, y donde el economista desplegó sus alas en todas las líneas que hicieron que su pensamiento tuviera sus características tales.
Respecto a esta obra, dijo que en ella su autor trajo a la mesa su extenso conocimiento de la información económica en curso, datos difíciles de obtener para la época, para poder someterlos al cernidor del pensamiento y comprender dónde están las debilidades y las fortalezas de las distintas escuelas del pensamiento económico.
En tanto, opinó que aún se puede sacar “mucho jugo” de la obra de Ramón Díaz, y afirmó que en otras sociedades un pensador de su talla ya tendría un proyecto de reunión de sus obras completas en marcha. “Creo que el país le debe a Ramón un trabajo de mayor aliento donde se recoja realmente su obra completa, porque verdaderamente todavía sigue teniendo una pertinencia mayúscula. Uno, cuando lo lee, siente a un escritor que nos sigue interpelando y trayéndonos ideas y motivaciones pertinentes”, comentó.
La primera mesa redonda del ciclo 2017 dedicado al análisis de la contribución de las ideas de Díaz tuvo lugar el pasado 7 de setiembre en un evento co-organizado con la Universidad ORT, donde se centraron los aportes del homenajeado en la historia económica. En aquella ocasión participaron como expositores Horacio Bafico, Hernán Bonilla y Alfonso Ramos.