El Centro Hospitalario Pereira Rossell publicó una investigación sobre la prevalencia de déficit de vitamina B12 en sangre periférica de madres cursando el puerperio inmediato. Mientras el Ministerio de Salud Pública lleva adelante el proyecto de información a la población “Bebé en camino”, Mario Moraes Castro, médico especializado en neonatología e integrante de la autoría del documento, explica a CRÓNICAS las consecuencias en la salud de dicha deficiencia en recién nacidos.
¿Qué es?
La vitamina B12, o también conocida como “cobalamina”, se obtiene preferiblemente a través de la ingesta de alimentos de origen animal. También puede consumirse en alimentos fortificados con la vitamina o por dosis de suplementos. Según el artículo científico publicado en diciembre, sobre prevalencia de déficit de vitamina B12 en madres cursando el puerperio inmediato en el Centro Hospitalario Pereira Rossell, la información previa disponible sobre el tema es escasa. Por esto se llevó adelante dicho estudio, que reunió las muestras de 133 mujeres -en su gran mayoría, de dieta omnívora- que cursaban el tercer trimestre de embarazo, y fueron entrevistadas sobre sus hábitos nutricionales.
Nivel socioeconómico
El 75,9% de mujeres estudiadas presentaron un nivel socioeconómico bajo, mientras que los resultados arrojaron una prevalencia de déficit de vitamina B12 de 39,1% en embarazadas, y de 16,5% en recién nacidos. Tal como explicó Mario Moraes Castro a CRÓNICAS, quien es médico especializado en neonatología y participante en la investigación, “el nivel socioeconómico de toda la población atendida -en el Centro Hospitalario- es deficitario”, por lo que “sería inadecuado inferir que la deficiencia se debe al contexto socio económico, porque no se compara con otros sectores”. Sin embargo, Moraes entiende que “sin duda” el bajo nivel educativo de las embarazadas dificulta el acceso a fuentes de información sólida y alimentos de calidad. Leonel Briozzo, ex encargado del departamento Médico Obstétrico del Pereira Rossell, advirtió en 2021 sobre la evidencia de vulnerabilidad de embarazadas que provienen de éste sector social, cuando se constató que en ese año el sector público asistió el 40% de los nacimientos, pero aportó el 70% de las muertes maternas por covid-19.
Consecuencias para el desarrollo
Las consecuencias en la salud de recién nacidos por déficit de B12 en la leche materna son amplias. “La ingesta inadecuada, debido al bajo consumo de alimentos de origen animal, es la causa principal de niveles bajos de vitamina B12 en suero en adultos jóvenes y probablemente la causa principal en las poblaciones pobres”, establece el artículo. Moraes explicitó que la deficiencia materna de esta vitamina se asocia con un mayor riesgo de aborto espontáneo y nacidos con bajo peso. La B12 es fundamental para el desarrollo encefálico y la comunicación entre neuronas. Los nacidos con deficiencia pueden tener anemia, debilidad muscular, convulsiones, u otras complicaciones, como no lograr el aprendizaje de reflejos psicomotores, no ser capaces de sostener la cabeza, de sentarse o caminar.
La conclusión
El estudio concluye que, dada la importancia de esta vitamina en la salud materna, fetal y neonatal, “se deberían considerar políticas de salud pública de prevención de la deficiencia tanto en embarazadas como en madres lactantes”. Moraes continuó detallando sobre esta recomendación. Expresó que “por diferentes medios se recibe información dietética y nutricional, en muchas ocasiones, sin un sustento científico sólido”, por lo que los diferentes sectores del Ministerio de Salud (MSP) y las entidades académicas, “deben proveer a la población información veraz y con base científica sólida sobre una adecuada nutrición en el embarazo”. Además, mencionó la importancia de que, en caso de que la embarazada haya optado por una dieta vegetariana o vegana, “se le debe informar sobre los riesgos del déficit de vitamina B 12 para su feto y futuro hijo”, por lo que el profesional que controla el embarazo y la persona atendida debe valorar la necesidad de incluir en la dieta alimentos fuentes de vitamina B12, o al menos, una suplementación farmacológica.
El rol del MSP
En 2020, el MSP estableció en sus Objetivos Sanitarios Nacionales (OSN), la necesidad de “velar por asegurar ambientes de trabajo y condiciones alimentarias y medioambientales adecuadas para el pleno desarrollo.” La Norma Nacional de Lactancia Materna de este ministerio, expone que normatizar las acciones necesarias para proteger la práctica del amamantamiento en nuestro país “implica un gran desafío”, por lo que “se necesitan medidas de protección en varios niveles, desde las directivas legales y políticas, hasta de valores sociales, condiciones de trabajo de la mujer, las condiciones de empleo y de servicios de cuidados en salud que apoyen a las mujeres y familias a amamantar”. Esto sería en congruencia con la Convención sobre los Derechos del Niño, que en su artículo 24 manifiesta que “el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento”, por lo que “se debe asegurar que todos los sectores de la sociedad conozcan los principios básicos de la salud y la nutrición de los niños, las ventajas de la lactancia materna, y reciban apoyo en la aplicación de esos conocimientos”.
Bebé en camino
En noviembre del 2023, el MSP y Unicef unieron fuerzas para el proyecto “Bebé en Camino”, que brinda a embarazadas y a su entorno cercano información útil para un embarazo saludable. En diálogo con Comunicación Presidencial, la ministra de Salud Pública, Karina Rando, explicó que “con tono y lenguaje cercano y simple” se responden las preguntas más importantes que las madres o los familiares pueden plantearse antes del nacimiento, en el momento del parto y en el primer mes después de nacido el bebé. Una de las modalidades del proyecto es a través de 30 videos informativos y de corta duración, “muy amenos y producidos de forma empática” con los conocimientos necesarios para enfrentar los desafíos del embarazo. Rando también puso el ojo en el sueño del bebé, las señales de alarma y la planificación psicológica de la madre. ‘‘La preparación para la maternidad va más allá de la acumulación de conocimientos, se trata de un compromiso profundo con la salud y el bienestar integral de la madre y el bebé’’, reflexionó.