El estudio fue desarrollado en Uruguay por la Universidad Católica del Uruguay (UCU) a partir de una iniciativa de la Universidad de Oxford para medir la calidad del trabajo mediante plataformas a nivel mundial. Consultado por CRÓNICAS, el Ministro de Trabajo, Pablo Mieres, expresó que este informe “demuestra la necesidad de regular estas actividades y de garantizar pisos mínimos de protección”. Los resultados del estudio fueron presentados en un evento en la UCU, en el que participaron los investigadores, así como otros actores centrales de esta problemática.
El trabajo por plataformas es un fenómeno bastante reciente, y la mayoría de ellas tiene menos de una década. La legislación en este asunto ha probado ser un dolor de cabeza para los distintos gobiernos nacionales, cuyas leyes laborales no se adaptan de forma exacta a esta nueva modalidad. Es por esto que los países han tenido que insertarla a sus estructuras legales existentes, y en algunos casos han debido modificarla para poder acomodarla. El proyecto Fairwork es una iniciativa de la Universidad de Oxford que evalúa y puntúa las condiciones de trabajo en las plataformas digitales. Está presente en más de 38 países, y esta es la primera vez que se hace en Uruguay. “El hecho de que el puntaje esté basado en criterios internacionales nos da tranquilidad, creemos que le da validez”, expresó una de las investigadoras, la socióloga María Inés Martínez.
Los resultados
Tras un análisis documental y múltiples entrevistas a trabajadores, el equipo de investigación puntuó a las cinco empresas de transporte de bienes y personas presentes en el país: Uber, Cabify, PedidosYa, Rappi, y SoyDelivery. La escala va del 0 al 10, y los puntos se otorgan en base a parámetros como la remuneración justa del trabajo, las condiciones justas, contratos claros, la calidad de la gestión, y la posibilidad de representación o de asociación de los trabajadores. Con estos criterios, la investigación puntuó a SoyDelivery con un 7, a Rappi y Cabify con un 1, y a Uber y PedidosYa no le dio ningún punto.
El Ministro de Trabajo, Pablo Mieres, comentó a CRÓNICAS que estos resultados “demuestran la necesidad de regular estas actividades y de garantizar pisos mínimos de protección”. “Tenemos que asegurar derechos mínimos garantizados”, aseveró.
En lo que respecta al salario, solamente SoyDelivery demostró pagar a los empleados el salario mínimo del país y el sector, que el estudio estima en 176 pesos por hora para repartidores y 182 pesos por hora para el sector transporte. Aún así, un aspecto en el que todas las plataformas coinciden es que pagan a sus empleados en tiempo y forma, y de manera semanal.
Respecto a los horarios de trabajo, el sociólogo Matías Dodel, integrante del equipo de investigación, comentó que “ya a la hora de coordinar las entrevistas con los trabajadores nos dimos cuenta que la carga horaria era complicada”. Uno de los empleados consultados para el informe sentenció que “lo de la flexibilidad horaria en estos trabajos es una mentira, todos trabajan al menos diez horas diarias”. “A las 10 de la mañana decae la demanda, porque la gente está en el trabajo o estudiando, entonces hay que ajustarse a las horas que tienen más demanda”, expresó.
En cuanto a las condiciones de trabajo, únicamente SoyDelivery demostró tener mecanismos de reducción de riesgos, así como asegurarse la formación de los trabajadores en protocolos de seguridad y salud. Sin embargo, ninguna plataforma presenta un plan de seguridad social en caso de accidentes. En el punto sobre los contratos, la investigación encontró que fueron tres las plataformas que proveían a los trabajadores de la información necesaria de manera transparente a la hora de presentar los contratos. Estas fueron SoyDelivery, Rappi y Cabify.
Sobre este punto, Dodel reflexionó que el caso de SoyDelivery “sorprende gratamente” y “demuestra” que para las empresas es posible generar condiciones adecuadas para los trabajadores en plataformas. “Hay medidas poco costosas que podrían mejorar el puntaje de las empresas, no tienen por qué hacer a la empresa menos rentable ni hacer que se vaya del país”, comentó.
En ese sentido, Rodrigo Bisengang, CEO de SoyDelivery, declaró en la presentación que el éxito de las compañías depende en gran medida del bienestar de sus trabajadores. El empresario estimó que desde SoyDelivery buscan ser empleador de elección y proveedor de elección. “Esto implica fomentar la motivación de los empleados mediante muchas variables, no sólo el salario, sino también el sentirse respetado y cómodo. Eso genera calidad en el servicio, que a su vez hace que más clientes nos elijan”, explicó.
En lo que respecta a la gestión de la empresa, únicamente SoyDelivery obtuvo un punto. Una preocupación que los investigadores encontraron constantemente a la hora de entrevistar trabajadores fue la falta de canales de comunicación directos con la empresa. Respecto a esto, Martínez comentó que muchos trabajadores reclaman poder hablar con una persona. “Es algo que parece básico y obvio, pero muchos trabajadores de plataformas no acceden a eso. Si pasa algo, tienen que comunicarse con la empresa vía app, y eso a veces tiene consecuencias negativas para los trabajadores”, señaló.
Proyecto de ley para regular el trabajo en plataformas
Hace ya dos años que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) presentó un proyecto de ley con el fin de regular este sector. El proyecto no definía el tipo de relación que se generaba entre la plataforma y el empleado -si era dependiente o independiente-, pero sí buscaba establecer ciertos estándares mínimos para la protección del trabajador. Mieres comentó que el objetivo del proyecto es el de generar ciertas garantías de protección de derechos, que tiene que ver con las relaciones laborales, y ciertos derechos relacionados con las condiciones laborales.
El ministro anunció que “nosotros vamos a intentar que este año el Parlamento lo pueda abordar”. “Siempre después se podrá seguir mejorando, pero lo que no puede ser es que siga existiendo un vacío legal que genera riesgos y vulnerabilidades para esos trabajadores”, comentó.
Por su parte, Valentina Arlegui, directora general de Secretaría del MTSS, aclaró en la presentación que desde el ministerio se actúa con base en la normativa vigente, y que se realizan inspecciones ante las denuncias presentadas. “La normativa no es la que nos gustaría, pero nos limitamos a nuestra jurisdicción”, sentenció.
Una posible solución al problema de la categorización de este tipo de trabajo es la de establecer una tercera categoría, de tipo híbrida, que abarque a estos empleados, y que no sea ni de dependencia ni de independencia. Esta es una idea a la que subscribió Martínez, quien además opinó que “el proyecto de ley no está mal, pero es un poco débil”.
Por otro lado, Bisengang reflexionó que “el mercado laboral siempre se mueve más rápido que la regulación”, y que “el desafío del sector político está en generar un equilibrio para que no haya vacíos cuando surgen nuevas modalidades de trabajo”.