El 19 de noviembre se conmemoró el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas del Tránsito. La iniciativa surgió como una forma de recordar a las personas fallecidas en siniestros viales y promover acciones de concientización. En este marco, Jorge Alfaro, Asesor en Seguridad Vial del Automóvil Club del Uruguay (ACU), dialogó con CRÓNICAS y realizó su balance y percepciones sobre la situación actual del tránsito, infracciones y posibles medidas a futuro.
Por Federica Chiarino | @FedeChiarino
Según Alfaro, la problemática de los siniestros viales persiste desde hace muchos años en el país, pero ha mejorado notoriamente desde la creación de la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev). Respecto a la situación general de los accidentes de tránsito, opinó que «el uruguayo no es vocacionalmente infractor, sino que es ignorante, que es mucho peor todavía», y añadió que el principal desafío está en lograr cambios de hábitos en la conducción por parte de aquellas personas que, desde hace 20 o 30 años, están acostumbradas a conducir por las calles «a su manera, a su estilo, que suele ser mal».
La primera medida, según el asesor de ACU, consistiría en lograr que los vehículos respeten su carril y no intenten adelantar, por ejemplo, en curvas. A su vez, en la ruta, «penalizar, de manera muy dura, a todos aquellos adelantamientos indebidos, que son, fundamentalmente, donde están las rayas amarillas que dicen claramente que no se puede adelantar».
Desde hace casi un año, en distintos puntos de Montevideo, la Intendencia instaló cámaras y radares para controlar los cruces con luz roja y los excesos de velocidad. Alfaro evaluó esta medida como positiva y aseguró que, contrario a la creencia de que esta medida enlentece el tránsito, genera lo contrario.
Sin embargo, existe un inconveniente. Hoy los conductores ya conocen con exactitud en qué puntos específicos están ubicadas las cámaras o los radares, e incluso existen muchas aplicaciones para smartphones que los indican durante la conducción. Esto genera que, entre semáforo y semáforo, o entre radares, las personas continúen cometiendo excesos de velocidad, generando riesgos de siniestros viales.
Para que esto no siga ocurriendo, la Intendencia de Montevideo estudia la instalación de un nuevo sistema de control, que consiste en vehículos con cámaras dentro de ellos en los que circularán inspectores y analizarán multas a infractores. «Esto quiere decir que más vale que te acostumbres a andar a la velocidad que está indicada, con un margen que puede ser 10 km más que el cartel indicado», advirtió Alfaro.
El asesor de ACU opinó, sin embargo, que, si bien la velocidad es un factor desequilibrante en un siniestro de tránsito, no es la razón fundamental por lo que estos ocurren. Agregó que debería realizarse un mayor control del consumo de drogas al momento de conducir, no solo en fechas especiales como la Noche de la Nostalgia o las fiestas.
«Lo que pasa es que somos hijos del rigor», opinó Alfaro, «y lo que queremos es que nos controlen, nos castiguen y que las multas sean realmente caras para que eso desaliente al infractor», añadió. Esto es notorio en quienes conducen, sobre todo, en las avenidas principales de la ciudad, cuando al llegar a un semáforo o radar disminuyen la velocidad, y luego aceleran cuando lo sobrepasan. Esto ocurre, según el experto, por temor a tener que abonar el costo de las multas.
El después
En Uruguay existe un gran nivel de desconocimiento de la población respecto a cómo actuar cuando ocurre un siniestro de tránsito. Es frecuente que, cuando se trata de un accidente menor, como un choque por aproximación en el que un vehículo golpea al que tiene adelante por no respetar la distancia reglamentaria, no haya heridos. En estos casos, sin embargo, muchas veces los conductores suelen dejar sus vehículos donde ocurrió el choque, en mitad de la vía, obstaculizando el tránsito.
«Cuando no hay heridos, los autos deberían sacarse de la vía de circulación para estar en otro lugar porque, naturalmente, la compañía aseguradora sabe que quien choca de atrás es el que tiene la culpa, salvo casos puntuales», opinó Alfaro.
En casos de gravedad, donde hay heridos o vidas que corren peligro, el desconocimiento puede resultar fatal. Los nervios o la impotencia de los involucrados pueden llevar a tomar medidas contraproducentes. No obstante, según el asesor de ACU, la actuación del 911 en estos casos es casi instantánea, llegando al lugar con un «CTI ambulante».
ACU ofrece, a su vez, cursos de primeros auxilios y de actuación en siniestros viales, para enseñar a sus conductores cómo actuar cuando ocurre un accidente. Estos cursos no son obligatorios para todos los conductores, pero sí se recomiendan para aquellos que realizan conducción a nivel profesional. No son exigibles, por ejemplo, para licencias de conducir tipo A, ni tampoco para las G y G2 en el caso de los motociclistas. Alfaro opinó que debería ser exigible, al menos, un conocimiento básico de primeros auxilios a todos los conductores.
Está a la vista que, en la ciudad de Montevideo, cada vez hay más vehículos en circulación en las calles y, por tanto, más tránsito. Esto podría resultar, a la larga, en un nivel mayor de siniestros viales. Pero, para el asesor de ACU, la solución no consiste en sacar los autos de circulación, ni tampoco hacerlo con aquellos más baratos o de peor calidad. Creo que hay que ordenar y trabajar para que el infractor no sea por desconocimiento. Va a dar mucho trabajo, sé que sí, pero de alguna manera habrá que trabajar», dijo.
Recomendaciones
La Federación Iberoamericana de Asociaciones de Víctimas contra la Violencia Vial (FICVI), recomienda las siguientes acciones a tener en cuenta para actuar luego de un siniestro de tránsito.
1- Proteger: Al llegar al lugar del siniestro es necesario proteger la zona para que no se produzcan nuevas colisiones ni atropellos. Intentar dejar libre una vía de acceso para los servicios de emergencias. Además, dejar siempre la luz intermitente encendida, y si es posible usar una prenda reflectante, que favorezca la identificación visual, y colocar una señalización (triángulos) que den aviso a otros conductores del siniestro.
2- Avisar: Antes de llamar al número de emergencia (911 en la mayoría de los países), la persona debe serenarse para facilitar la mayor cantidad de datos respecto al: nombre de la vía (calle/carretera) y el punto específico en el que ha tenido lugar el siniestro, número de vehículos implicados (heridos y/o su estado). Es importante identificarse, mantener la calma y no colgar el teléfono hasta que así sea indicado.
3- Socorrer: Evaluar el estado de cada víctima para atender primero a los más graves. No se debe sacar a un siniestrado de su vehículo o intentar moverlo a menos que corra peligro de muerte, y bajo ningún concepto hay que intentar quitarle el casco a un motociclista. A falta de conocimientos sobre reanimación, lo mejor será aguardar a que lleguen los servicios de emergencia. Si el herido respira con dificultad, se lo puede ayudar reclinándole ligeramente la cabeza hacia atrás, sin mover el eje de la columna vertebral, para intentar abrir un poco las vías respiratorias. Recordar que es importante que el herido permanezca consciente en todo momento, para ello hay que hablarle y tratar de tranquilizarlo.