Luego de las críticas hacia el lenguaje inclusivo por parte de la Real Academia Española difundidas en 2020, la Academia Nacional de Educación de Argentina se manifestó en la misma línea el pasado martes. A través de una declaración pública, la institución ubicada en Buenos Aires rechazó la utilización de esta forma de lenguaje, por entender que “no contribuye a señalar la igualdad de los sexos, sino que, por el contrario, sugiere la existencia de una rivalidad”, entre otros argumentos.
En el comunicado publicado en su sitio web, la Academia Nacional de Educación de Argentina mostró su apoyo a lo expresado a fines del año pasado por la Academia Argentina de Letras, que afirmó, tras una extensa fundamentación, que “no deben forzarse las estructuras lingüísticas del español para que se conviertan en espejo de una ideología, pues la gramática española que estudiamos no coarta la libertad de expresarnos o de interpretar lo que expresan los demás. Lo afirmamos con la convicción de que una lengua que interrelaciona nunca excluye”.
Del mismo modo se había manifestado a principios del 2020 la Real Academia Española a través de un detallado informe sobre el lenguaje inclusivo y cuestiones conexas. Entre diversos argumentos, la organización señaló en ese entonces que “el llamado lenguaje inclusivo supone alterar artificialmente el funcionamiento de la morfología de género en español bajo la premisa subjetiva de que el uso del masculino genérico invisibiliza a la mujer, ya que el uso de la @ o de las letras ‘e’ y ‘x’ como supuestas marcas de género inclusivo es ajeno a la morfología del español, además de innecesario, pues el masculino gramatical ya cumple esa función como término no marcado de la oposición de género”.
En el mismo sentido, para el caso de la lengua francesa, semanas atrás la Académie Française y el Ministerio de Educación de Francia indicaron que la escritura inclusiva “es perjudicial para la práctica y la inteligibilidad de la lengua francesa” a la vez que su “complejidad e inestabilidad constituyen obstáculos tanto para la adquisición del lenguaje como para la lectura”.
La Academia Nacional de Educación respaldó los criterios expuestos en los documentos mencionados, por considerar que son “innecesarios los estilos inclusivos que complejizan tanto la lengua como su enseñanza en las instituciones educativas”. Asimismo, sostuvo que, en ese caso, el lenguaje es alterado “hasta formas que resultan incómodas para el sano sentido común de la sociedad”. Por último, argumentó que esa modalidad “no contribuye a señalar la igualdad de los sexos, sino que, por el contrario, sugiere la existencia de una rivalidad y no de un encuentro fundamental y profundo entre ambos”.