Según dijo Juan Voelker, director de Recursos Financieros de la Intendencia de Montevideo (IM), en diálogo con CRÓNICAS, la crisis del Covid-19 encontró al ente “con una muy buena situación económico-financiera” como para poder afrontarla. En este sentido, la IM ha podido llevar a cabo una batería de políticas económicas que brindan un colchón de seguridad en este contexto, explicó.
La emergencia del Covid-19 ha generado impactos muy significativos en el país en las esferas sanitaria, social y económica, particularmente en la capital, donde emergieron los primeros casos de contagio; así lo observó Juan Voelker, director de Recursos Financieros de la Intendencia de Montevideo (IM), en diálogo con CRÓNICAS.
Una crisis como la causada por la pandemia implica un impacto negativo en la recaudación del ente. Por ejemplo, en la mayor morosidad prevista, argumentó Voelker, debido a la caída en los ingresos de los hogares o en los ingresos asociados a los espectáculos públicos -suspendidos para prevenir focos de contagio-, entre otros.
Pero la situación también requiere “una mayor necesidad de recursos para desplegar políticas públicas”, añadió el director. Estos deben mitigar la urgencia económica y social generada por la pandemia, así como el control de la situación sanitaria a nivel urbano.
En este sentido, la crisis encontró a la IM “con una muy buena situación económico-financiera” como para poder afrontarla, afirmó Voelker. Así, la comuna evita tener que recurrir a recortes o ajustes que acentuarían los efectos adversos. “Por el contrario, la Intendencia se constituye como un actor dinamizador, que puede llevar adelante una batería de políticas económicas contracíclicas gracias a las fortalezas construidas en los últimos años”, aseveró el jerarca.
Asimismo, las reservas financieras que la IM realizó en el Banco Central (BCU) “brindan un colchón de seguridad» para hacer frente a este nuevo contexto, indicó.
Alivianar la realidad
Dicho sostén permitió a la Intendencia aplicar, desde el comienzo de la emergencia sanitaria, una serie de medidas “que implican un esfuerzo significativo de recursos”.
De esta manera, en marzo se lanzó un plan de alivio financiero, que implica un aporte adicional de US$ 40 millones, que generan una inyección de fondos a la economía del departamento, llegando a personas y emprendimientos productivos. Entre otros beneficios, dicho plan brinda la posibilidad de diferir y financiar el pago de contribución inmobiliaria, tributos domiciliarios y patente de rodados.
Al respecto, consideró que es en dicha postergación de pagos donde se dan los esfuerzos más importantes de la recaudación.
Por otro lado, también se tomaron incentivos en materia de gasto de calidad, con el fin de mitigar los efectos de la crisis, detalló Voelker.
“En primer lugar, nuestro compromiso en mantener en funcionamiento todas las obras viales y de espacios públicos, aún en este contexto de caída de la recaudación”, reflexionó Voelker. Según señaló, esto es fundamental para poder culminar las inversiones en curso “que son tan importantes para el departamento y relevantes para sostener el nivel de actividad económica y, en particular, el empleo”.
A esto se le suman las 20.000 canastas de alimentación entregadas a personas en situación de gran vulnerabilidad y un subsidio anti-desalojo de hasta $6 millones. Además, la IM firmó un convenio con la Universidad de la República y el Sindicato Médico del Uruguay para llevar los testeos de Covid-19 a los barrios más necesitados de la ciudad, precisó el director de Recursos Financieros.
Analizar el retorno
Mientras el gobierno nacional hace énfasis en retomar la actividad económica, para Voelker “aún estamos en un contexto de incertidumbre sobre la duración y profundidad de los impactos de la crisis en sus distintas dimensiones”. Por lo tanto, si bien se proyecta una “dinámica recuperación gradual como escenario más probable”, el director de Recursos Financieros expresó que lo mejor es considerar distintas probabilidades y sus implicancias para la IM.
“Este ejercicio, complementado con un monitoreo permanente de la evolución de los ingresos, es lo que nos permite ir calibrando y reevaluando las posibilidades que tiene la IM para seguir desarrollando acciones de atención a las poblaciones más vulnerables, de reactivación de la economía y del empleo y de alivio financiero a los contribuyentes”, analizó.
En esta línea, Voelker afirmó que no se prevé ningún incremento a la presión tributaria que recae sobre los montevideanos.