En diálogo con CRÓNICAS, el doctor en Relaciones Internacionales, Ignacio Bartesaghi, se refirió al paso de mando de la presidencia pro témpore del Mercosur; en este caso de Uruguay a Argentina. En su evaluación, el experto destacó algunos temas en los que se avanzó -comercio electrónico y la discusión de la reforma institucional del bloque-, y opinó sobre cómo será el mandato de Argentina. Así, afirmó que “va a demorar el tratamiento de los temas importantes”, e indicó que dicho país no impulsará aquellos tópicos “que a Uruguay realmente le interesan”, tales como negociaciones externas o la eliminación de las barreras no arancelarias.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
– El miércoles, Uruguay entregó la presidencia pro témpore del Mercosur a Argentina. ¿Qué evaluación hace de estos seis meses de Uruguay al mando?
– Primero hay que reconocer el contexto pandémico. Tanto la presidencia del primer semestre de Paraguay como la del segundo semestre de Uruguay están imbuidas en una realidad muy particular, que perjudica las negociaciones tanto internas como externas, porque el foco de atención de los gobierno está en la pandemia, no en el Mercosur ni las negociaciones internas. En ese marco, hay que rescatar los avances que ya se han anunciado.
La firma del protocolo de comercio electrónico -que es un avance que ya se había dado en la presidencia de Paraguay y se logra cerrar en la de Uruguay-, es un aspecto relevante de agenda interna.
También se siguió adelante con la discusión de la reforma institucional del bloque sin una definición de estrategia aún, pero identificando qué instituciones se pueden reformar para que el presupuesto del Mercosur sea más ajustado a la realidad.
Y en la agenda interna hay algunos esfuerzos por el arancel externo común, pero me parece que sin estrategia. No está claro qué es lo que piensan los miembros al respecto, como tampoco lo que tienen en mente referido a las negociaciones externas.
Por eso la propuesta del canciller uruguayo de plantear una reunión extraordinaria para discutir el Mercosur y su flexibilidad en el 2021 es necesaria.
Diría que la presidencia de Uruguay acompañó los ritmos y logró volver a tener algún contacto en las negociaciones externas en curso. Destacar la gira de Bustillo por Europa como gran hito, que es importante, y no tengo mucho más para decir.
-¿Qué temas quedan pendientes para la presidencia de Argentina?
– Hay dos. El primero, es discutir una reforma profunda del bloque. El segundo son las cuatro negociaciones que hoy están abiertas: Canadá, Singapur, Corea del Sur y el Líbano. Lo cierto es que con esas cuatro el Mercosur mantiene avances escasos.
A la vez, también hay negociaciones cerradas, que están todavía a discusión jurídica, que son con la Unión Europea (UE) y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por sus siglas en inglés), donde en realidad eso depende más de Europa que de vos.
– ¿Cree que Argentina retomará estos tópicos?
– No creo. Pienso que la presidencia de Argentina va a ser ganar tiempo. A mí me queda la sensación de que va a demorar el tratamiento de los temas importantes y la cuestión de fondo de qué discusión queremos.
Para Bartesaghi, después de 30 años “el bloque sigue sin tener acciones concretas”.
Me cuesta creer que Argentina va a impulsar las cosas que a Uruguay realmente le interesan en el Mercosur. Por ejemplo, las negociaciones externas con los países que le interesan a Uruguay, o la reforma del arancel externo común, o la eliminación de las barreras no arancelarias. No, Argentina en su presidencia pro témpore va a impulsar no condenar a Venezuela, como no lo condenó; va a impulsar el ingreso de Bolivia al Mercosur con todas las dudas que eso implica; y no creo que muestre una posición muy proactiva a la hora de sacar acuerdos comerciales.
Entonces, los que se vienen son seis meses de incertidumbre en cuanto a lo que pueda pasar con el Mercosur. Imagino más status quo y menos acción.
Necesitamos acciones concretas; después de 30 años el bloque sigue sin tener acciones concretas.
Por eso yo hubiera querido, y reconozco que la pandemia nos jugó una mala pasada, que en la presidencia pro témpore de Uruguay nos quedemos con los seguros necesarios para poder seguir avanzando independientemente de Argentina, que son estos ejemplos que yo daba, además de un diálogo Mercosur-China abierto, que no se dio.
Tengo un mal presentimiento sobre esto
– ¿Qué puede esperar Uruguay en 2021 en materia de comercio exterior? A nivel del Mercosur, pero también en general…
– Ojalá que se dé una reactivación de nuestros principales socios, fundamentalmente China. Eso sería lo que uno puede esperar. Y que obviamente los mercados estadounidenses y europeos se recuperen.
Esperemos que Uruguay pueda tomar algunas acciones aunque sea de promoción comercial para identificar nuevas oportunidades de mercados en bienes y servicios. Se debería explorar en el sudeste asiático, en África, en Asia Central, y en América Central para encontrar socios nuevos. Hay que moverse en ese sentido. Profundizar nuestros acuerdos con la Alianza del Pacífico; creo que ahí hay oportunidades también.
Sin embargo, yo en 2021 no espero ningún resultado favorable de ningún acuerdo comercial; quizás el cierre del acuerdo con Canadá pero cargado de incertidumbres. No espero avances concretos en el resto de los acuerdos.
Entonces, avanza el tiempo y Uruguay sigue sin tener acuerdos firmados con economías importantes a nivel mundial.