Guillermo Luzardo, secretario de CEDU y presidente del CCIS
De cara al balotaje, la Confederación Empresarial del Uruguay (CEDU) organizó reuniones con los dos posibles ministros de Economía y Finanzas, Diego Labat, elegido por Álvaro Delgado, y Gabriel Oddone, escogido por Yamandú Orsi. CRÓNICAS conversó con Guillermo Luzardo, secretario de CEDU y presidente del Centro Comercial e Industrial de Salto (CCIS), quien ahondó en las propuestas que se presentarán a ambas fuerzas políticas y destacó la informalidad y la falta de financiamiento como los principales problemas que enfrentan hoy las mipymes en Uruguay.
Con el propósito de hacer llegar los reclamos de los centros comerciales e industriales del interior del país al sector político, y más aún en época electoral, CEDU organizó dos encuentros, uno con Diego Labat, quien sería ministro de Economía y Finanzas de ganar las elecciones Álvaro Delgado, y otro con Gabriel Oddone, su contraparte frenteamplista.
Las reuniones serán “una excelente oportunidad”, según comentó Guillermo Luzardo a CRÓNICAS. Además de plantear sus necesidades, el objetivo es intercambiar ideas sobre qué proyectos piensan implementar en el interior del país en materia de comercio e industria de llegar a dirigir la cartera.
El encuentro con Labat tendrá lugar este viernes 8 de noviembre en el Centro Comercial, Industrial y Fomento de Atlántida (Canelones), mientras que el de Oddone se desarrollará el próximo viernes 15 de noviembre en la Unión de Comerciantes de Maldonado.
Política de frontera
Una de las propuestas principales de CEDU tiene que ver con las políticas económicas de frontera, donde la diferencia de precios con los países vecinos afecta gravemente al comercio local. Desde la confederación entienden que es necesario implementar una ley a través de la cual “se promulguen beneficios fiscales para las empresas”, para que “no haya pérdida de empleo ni cierre de comercios” y la economía local “pueda seguir subsistiendo cuando ocurren desajustes macroeconómicos”, explicó Luzardo.
La idea, en concreto, consiste en crear una ley gatillo que identifique, mediante índices de precios en todas las ciudades de frontera, cuando los costos superen cierto porcentaje a los de Argentina o Brasil, y que, llegado ese caso, inmediatamente puedan generarse estos beneficios en las localidades que los necesiten. La intención es que, mediante descuentos como el Imesi en la nafta, o las campañas que ya viene desarrollando el Banco República (BROU) a través de su tarjeta BROU Recompensa en sectores como autoservicios, farmacias y carnicerías; se les permita a los comercios ser más competitivos ante los desajustes económicos de países vecinos.
Ley de Inversiones
Por otra parte, CEDU propone ampliar la Ley de Inversiones. El entrevistado señaló que, si bien entienden que la ley es “una herramienta muy buena para la promoción de nuevas inversiones”, su foco está puesto en grandes y medianas empresas, y se hace muy difícil que las pequeñas y microempresas accedan a estos beneficios. La propuesta de la confederación implica una simplificación de la ley y que, con el compromiso de generar empleo, se establezcan beneficios fiscales para la inversión en mipymes. Según el secretario de la gremial, esto tendría efecto sobre la inversión, el empleo y la formalización.
Los mayores desafíos
Justamente, es la informalidad uno de los problemas principales que Luzardo identificó en las mipymes. En departamentos de frontera particularmente, el contrabando es un obstáculo de larga data para la competitividad de los negocios y, además, “para una micro y pequeña empresa muchas veces es más tentador estar fuera del sistema que estar dentro, por la falta de incentivo que hay para la formalización”. En este aspecto, valoró el rol que ha tenido la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) con la creación de los Centros Pyme, que son “una herramienta muy valiosa”, no solo porque brinda apoyo, financiación y capacitación, sino porque también “busca que este tipo de empresas se formalicen”.
Por otro lado, el directivo apuntó al acceso a financiación como otro gran desafío para las mipymes: “Muchas empresas nos comentan que el acceso a un crédito es a veces muy complejo”. En esta línea, CEDU viene trabajando con el BROU, que está “interesado en extender, simplificar y flexibilizar la microfinanza”, ya que es común que los pequeños comerciantes a la hora de llevar a cabo una inversión o financiar capital de trabajo cuando bajan las ventas entren en el mercado informal de créditos, o terminen pagando tasas que son mucho más altas que su capacidad por no alcanzar los requisitos del crédito formal del banco.
¿Cómo vislumbran el futuro de las mipymes?
Para Luzardo, las pymes deberían ser consideradas por cualquier gobierno como “el motor de generación de empleo e inversión” en el país, ya que representan el 98% del total de las empresas del interior. En ese sentido, el secretario de CEDU sostuvo que “debe haber un foco en generar desarrollo, no solo en las fronteras, sino en todo el Uruguay, para que las mipymes sean el motor de crecimiento del país y su éxito se vea reflejado en varios sectores de la economía”.