En el marco del Día de la Exportación, analistas expusieron sobre la realidad económica de nuestros países vecinos. Salvador di Stéfano vaticinó tres años más de crisis en Argentina, y mencionó que aunque la economía no crecerá, tampoco decaerá. Gustavo Segré, por su parte, se refirió a que en Brasil, “lo peor ya pasó” aunque señaló el posible problema que puede representar la normativa votada hace algunas semanas que habilita la instalación de comercios libres de impuestos en la frontera con Uruguay.
El pasado lunes 11 de junio tuvo lugar una nueva edición del “Día de la Exportación”, organizado por la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU) y el Banco República (BROU). La consigna de la jornada fue: “Situación económica de Argentina y Brasil: qué podemos esperar en los próximos meses”, y contó con la disertación de los analistas Salvador di Stéfano, por Argentina; y de Gustavo Segré, por Brasil.
Di Stéfano realizó un análisis de la situación económica argentina, sobre el cual sostuvo que se tendrá que sobrellevar un escenario de crisis en los próximos tres años. “Para resolver estos problemas necesitamos salir de la grieta y tener políticos racionales con mayorías parlamentarias”, comentó. De todas formas, fue optimista al comentar que se llegará a la meta y enfatizó en que se está mejor que el resto del mundo, dado que América Latina no está endeudada al mismo ritmo que los países desarrollados, y que la región tiene niveles morales y éticos más altos que el resto.
El consumo no crecerá pero tampoco decaerá, y el mercado demandará nuevos productos a precios bajos, declaró. Por otro lado, di Stéfano sostuvo que si América Latina no comienza a vertebrar una estrategia comercial para venderle a Asia “estamos muy complicados”, pero que si se logra, “estamos para llenarnos de oro”.
Di Stéfano señaló, asimismo, que el PIB de Argentina es de US$ 641 mil millones, y que para crecer se necesita una inversión del 25%. En tanto, para sostener el tipo de cambio es necesario, explicó, tomar una deuda de un total de US$ 35 mil millones por año. Si volviera al país la mitad del dinero que hay en el exterior por parte de los argentinos, en tres años Argentina crecería al 5% anual. “Si nada de esto ocurre, el ajuste se deberá realizar por tipo de cambio, y 26 pesos no alcanzan”, vislumbró.
En cuanto al dólar, comentó que el mismo “no va a explotar” y que seguramente se quede en los valores actuales y desde allí trepe hasta 28. Para di Stéfano, la tasa de interés estará en el 40% en 2019, la inflación se ubicará en el 37% y la tasa de valoración en el 49,2%.
Por otra parte, Segré expresó que tras tres años de depresión económica, lo peor de la crisis brasilera ya pasó, aunque señaló que hay algunos indicadores macroeconómicos que aún deben mejorar.
En cuanto a estos, englobó que tanto el desempleo como el déficit fiscal -2,4% del déficit primario- están altos y faltan inversiones. Respecto a la deuda pública en relación al PIB -83%- dijo que lo preocupante no es la cifra, sino la velocidad con la que está aumentando, dado que el año pasado se encontraba en el 76% y se estima que para 2019 lo esté en el 90%. Brasil creció en el pasado año un 1% y este año aún promete crecimiento, apuntó, Por otro lado, dijo que la inflación está controlada.
Segré se refirió también a que Brasil importa del mundo casi la mitad proporcionalmente que Uruguay, y que dentro de la participación de este último en las exportaciones brasileras el número se mantiene, entre un 91% y un 93%. Cuando se analiza la composición, resalta que Brasil nos exporta, en su mayoría, materia prima. Los productos industrializados configuran poco menos de la mitad. Este comportamiento es contrario en cuanto a las exportaciones de Uruguay. Para Segré, la explicación es bastante simple: es el petróleo lo que lleva a ese porcentaje tan elevado.
Por otro lado, el especialista se refirió a la normativa votada en Brasil que posibilita la apertura de “lojas francas” –zonas francas- del lado brasilero que permite a los ciudadanos de este país comprar productos sin que estén gravados por impuestos y que podría derivar en un problema tanto para comerciantes uruguayos como para brasileros.
Por último, recomendó “cocinar la cultura” para hacer salir a hacer negocios y venderse a Brasil y llamó a no desestimularse por las trabas que se puedan encontrar.
Más acuerdos y mejor competitividad
Durante el inicio, Alejandro Bzurovski, presidente de la UEU, señaló que Uruguay debe avanzar en acuerdos con el mundo, con o sin Mercosur, dado que cada año que pasa sin que nuestro país firme algún tratado comercial, pierde entre sus competidores.
“Parece insólito que luego de la firma del presidente de la República, el TLC con Chile quede trancado por falta de información o liderazgo”, comentó y añadió que con esta postura se está dejando a los exportadores sin el apoyo suficiente para buscar y afianzar destinos en el mundo.
Bzurovski hizo referencia, asimismo, a que Uruguay necesita mejorar su competitividad y aumentar la productividad, para lo que es necesaria, dijo, una infraestructura adecuada sobre la cual no se ha logrado avanzar lo suficiente.
La mejora en el sistema educativo fue otro de los pedidos, así como también un gobierno eficiente. “No se puede seguir gastando más de lo que se tiene de ingresos con un déficit del 3,7 del PIB, porque aumenta la deuda y pone en riesgo el grado inversor”, explicó.
Además, manifestó que el sector productivo no soporta un impuesto ni un costo más y que la vía para reducir el déficit fiscal es lograr tener una mayor eficiencia en el gasto. En este sentido, declaró que se necesita una estrategia nacional de desarrollo consensuado. “Entendemos que la exportación es la clave para ese desarrollo, más exportaciones es más actividad, más empleo y más posibilidades de gasto para todo aquello que el país necesita”, comentó.
Por otra parte, Jorge Polgar, presidente del BROU, aprovechó la ocasión para referirse a la solidez de la institución que preside, la cual, comentó, ha alcanzado un patrimonio record cercano a los US$ 1.700 millones. Además, mencionó que en lo que va del año el BROU ha tomado medidas para aliviar la situación financiera de clientes de los sectores agrícolas, lecheros y arroceros que enfrentan un panorama complejo. Se tratan de medidas diseñadas para aplicarse caso a caso, según explicó.