La situación económica del país en este año electoral y en el futuro estuvo sobre la mesa en un desayuno de trabajo organizado por Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM) en el que participaron varios analistas. Todos coincidieron en señalar al empleo y la situación fiscal del país como los principales aspectos a atender.
Uno de los temas que está en boga entre los agentes protagonistas de la campaña electoral es el referido a las negociaciones salariales. Desde el Frente Amplio (FA) se asegura que si no ganan un nuevo período de gobierno y vuelve el Partido Nacional (PN) o el Partido Colorado (PC), el nuevo presidente eliminará este sistema que, desde la fuerza de gobierno, se reincorporó en el año 2006.
El economista Gustavo Licandro, subsecretario de Economía en el gobierno de Luis Alberto Lacalle, actual asesor económico independiente y director del estudio Licandro-Díaz, sostuvo que para el cierre de 2019 se aguarda un déficit fiscal de 5%, y planteó además una serie de medidas para poder amortiguar, a corto plazo, el crecimiento de la pérdida estatal. Entre estas, destacó la eliminación de los consejos de salarios, así como el sueldo mínimo.
En su oratoria, Licandro realizó un repaso del estado de la economía nacional desde el año 2004 al 2018. Informó que el gasto público de nuestro país ronda los US$ 21.000 millones anuales, ya que el nivel de ingresos ha subido pero, sin embargo, el déficit fiscal “posee unos niveles de abultamiento récord”. Esto se debe a que “el Estado ha sido una caja sin fondos para pagar sueldos y contratar gente”.
Frente a esta situación -que el analista catalogó como “difícil de revertir si no se toman medidas duras”-, expresó que el 70% del crecimiento del producto en los últimos 14 años se debe únicamente al consumo y gasto público y privado. “El salario real creciente, el bajo desempleo, al aumento significativo del crédito al consumo que se triplicó y un tipo de cambio relativamente bajo, hacen un combo espectacular para el consumidor”.
Pero, afirmó Licandro, que esta fase está llegando a su fin y el nivel de gasto está decayendo gradualmente. Para el especialista, esto explica la baja del empleo, que a su vez, está condicionada por la presión fiscal y la pérdida de competitividad en la economía.
“Hoy estamos con un déficit fiscal de 4%, y creo que vamos por un 2019 que cerrará con un 5%, porque tenemos la inversión pública situada en un mínimo histórico, en un 2,5% del producto”, sentenció en su oratoria el economista. Aseguró, además, que en “este año electoral todos caminan por el ‘camino del medio’. Uruguay es un país con ahorro negativo, vivimos mejor de lo que nos corresponde y con un consumo superior al que el país produce”.
Medidas duras
En su intervención, Licandro exhortó a mirar qué cosas han “ido complicando la competitividad”. Entre ellas nombró la política fiscal y de ingresos –en particular la salarial- e indicó que se debe estar atento a lo que suceda luego del acto electoral de fines de este año.
“Hemos tenido periodos muy largos de déficit fiscales que se han financiado con deudas. Se puede hacer algo para revertir esto, pero son medidas duras”, planteó el especialista. Destacó que hay dos puntos para replantearse y discutir: una es volver a eliminar el funcionamiento de los consejos de salarios, “porque son los enemigos del los desempleados, y para aquella persona que perdió su trabajo le pone una barrera que no logra recomponer su vida laboral”.
Como segundo factor, propuso eliminar el salario mínimo nacional, ya que, según dijo, las personas que han quedado sin trabajo, en algún momento podrían trabajar si no existiera esta regla. “Son las personas las que tienen derecho a trabajar según lo que le corresponda”, expresó.
Y señaló que “de esto nadie quiere hablar en el país, pero creo que tarde o temprano se pondrán sobre la mesa y, si fuéramos un poquito más audaces, lo haríamos para que la actividad vuelva a encontrar precios de equilibrio en el mercado”.
A poco de darse a conocer la opinión de Licandro, quien estuvo vinculado al PN, el precandidato Luis Lacalle Pou salió a desvincularse del economista y aclaró que no comparte sus dichos ni forma parte de su equipo de asesores.
