Un estudio realizado por KPMG señala que el 49% de los directores ejecutivos uruguayos ve la disrupción digital como una amenaza en lugar de una oportunidad. A la vez, subraya que dos de cada tres CEOs están esperando alcanzar ciertas metas de crecimiento antes de contratar nuevos talentos y que mientras que en el mundo siete de cada días planea capacitar hasta un 61% de su fuerza de trabajo, en nuestro país sólo seis de cada diez tienen proyectado formar hasta el 40% de su equipo.
En un entorno cada vez más volátil y complejo, los directores ejecutivos de las empresas –también denominados CEOs- deben tomar nuevos rumbos para gestionar riesgos que pueden devenir en complejos. La creciente preocupación de una posible desaceleración de la economía global lleva a los ejecutivos a estar atentos en los diferentes escenarios.
Teniendo en cuenta esto, KPMG elaboró un informe sobre el comportamiento de los diversos CEOs en las once economías más ricas del globo, con el agregado de Sudamérica y, por ende, Uruguay. La información fue recogida en base a encuestas realizadas y refiere a las perspectivas de crecimiento, estrategias empresariales, identificación de amenazas y adopción de tecnologías, entre otros.
Los datos indican que en Uruguay los CEOs tienen más confianza en su negocio (88%) que en su país (74%) o en la economía global (68%). A la vez, sólo un 12% de los ejecutivos encuestados esperan que su organización crezca en personal entre un 5 y un 10% en un período de tres años.
El 60% elige mercados emergentes por encima de los desarrollados, dentro de los cuales los favoritos son Medio Oriente y de hecho piensan que esto es clave para ganar resiliencia en su negocio.
Para que sus compañías incorporen este último factor en su esencia, los ejecutivos deben aplicar presión constante hacia el cambio y la adaptación, según su visión. Es que, el 64% de los CEOs uruguayos piensan que actuar con agilidad es la nueva forma de hacer negocios, mientras que la lentitud puede llevar a las organizaciones a la bancarrota.
En cuanto a las estrategias de crecimiento para los próximos tres años, los ejecutivos señalaron las alianzas estratégicas en primer lugar y luego las fusiones y adquisiciones (también llamadas M&A). En cuanto a este último punto, las motivaciones de realizar un crecimiento orgánico son diferentes a nivel local, regional o mundial. En este sentido, mientras que en Uruguay el 56% eligió este camino para eliminar un competidor directo, en el mundo un 46% lo hizo para transformar el modelo de negocio de forma más rápida.
Las principales acciones para impulsar el crecimiento de sus empresas y alcanzar sus objetivos son, para los CEOs uruguayos el incorporar sus productos o servicios a plataformas online en primer lugar, invertir en startups con potencial en segundo término y colaborar con startups innovadoras por último. Por otro lado, las respuestas populares a nivel global y regional estuvieron vinculadas a las tecnologías innovadoras, programas de aceleración para nuevas empresas y colaboración con startups innovadoras.
Los principales riesgos que amenazan el crecimiento de la organización a nivel local son operacionales, de ciberseguridad y de talentos, a la vez que, por el contrario, a nivel global destacaron el cambio climático, las tecnologías emergentes o disruptivas y el retorno al territorialismo.
En tanto, el informe indica que el 49% de los directores ve la disrupción digital como una amenaza en lugar de una oportunidad y un 64% entiende que para el crecimiento de sus organizaciones es menester mejorar sus procesos de innovación y ejecución.
A la hora de motivar la vocación innovadora de sus empleados, los ejecutivos uruguayos son más bien cautos, y si bien el 64% de ellos manifiesta querer que sus empleados se sientan empoderados para innovar sin preocuparse por las consecuencias negativas, en el informe global este porcentaje trepa al 84%.
En base a esta encuesta, KPMG señala que nuestro país presenta, respecto al mundo y la región, un rezago en las inversiones referidas a sus programas de transformación digital que deriva en un retorno de la inversión más paulatino. Para afirmarlo, señala que el 16% de las empresas esperan obtener un retorno significativo de las inversiones en las transformaciones digitales en el próximo año en Uruguay, al tiempo en que en el mundo esta cifra es del 31%.
En comparación con los resultados globales y regionales, el CEO uruguayo no ve la incorporación de las nuevas tecnologías como una amenaza para las fuentes de trabajo, aunque el 4% de las empresas esperan obtener un retorno significativo de las inversiones en inteligencia artificial en los próximos 12 meses.
De todas formas, los ejecutivos no se involucran tanto en liderar la estrategia de implementación de esta tecnología, a diferencia de los CEOs globales.
Respecto a la seguridad informática, solo el 4% afirma estar “muy bien preparados” ante un eventual ataque cibernético, a pesar de que el 72% de ellos cree que la seguridad de su información es una función estratégica dentro de su compañía. Igualmente, la falta de preparación frente a un eventual ciberataque también se refleja en la falta de personal capacitado en esta materia dentro de sus empresas, dado que sólo un 12% de las organizaciones considera que sus colaboradores son altamente efectivos en asuntos de ciberseguridad.
