Tras la reunión del presidente Tabaré Vázquez con las gremiales el pasado lunes, uno de los autoconvocados, José Irureta, y el segundo vicepresidente de la Asociación Rural del Uruguay, el ingeniero agrónomo Gerardo García Pintos, dialogaron con CRÓNICAS sobre las medidas del gobierno y qué le depara a este conflicto.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
La realidad del campo
Irureta es un productor de carne y lana. Como muchos otros en su situación, afirma que los costos de producción son demasiado altos y que “no da para hacer ningún esfuerzo”: “el que produce carne hoy en día está tratando de no gastar nada en gasoil ni en maquinaria, está toda la maquinaria parada en ese sector porque mover un tractor significa un gasto de más o menos, 240 dólares por día”. Sin embargo, extrapola su situación, afirmando que involucra a más sectores – “hortícolas, frutícolas, la viña, el comercio…” – aunque viéndole el lado positivo, aseguró que “es bueno porque es el momento en que todo el país se está juntando y se está congregando por la misma causa”.
Justamente, es este sentimiento de unidad el que dio iniciativa al movimiento de los autoconvocados y el que llevó adelante tanto el evento del 23 de enero como la lista de proclamas en sí misma. Todos por una misma causa: mejorar la situación del campo, una de las principales actividades económicas de nuestro país.
Las medidas de Vázquez
El lunes 29 de enero, Vázquez – junto con un gabinete de ministros de Ganadería, Economía e Industria, además de la vicepresidenta y el director de la OPP – recibió a las seis gremiales rurales, con el fin de discutir las medidas que den respuesta a los problemas que azotan al campo. Estas gremiales eran la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Federación Rural del Uruguay (FRU), las Cooperativas Agrarias Federadas (CAF), la Asociación Nacional de Productores de Leche, la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA) y la Comisión Nacional de Fomento Rural.
Según García Pintos, las gremiales fueron con cuatro “temas importantes” ya acordados para presentarle al Poder Ejecutivo. Estos eran: en primer lugar, el tipo de cambio, el cual afirmaron que se debe al “exceso de gasto público y al déficit fiscal”, aunque aclaró que ellos “señalaban el problema pero no señalaban las medidas” porque no era su “especialidad”; en segundo lugar, el combustible – en especial el gasoil – y cómo un precio “sustancialmente mayor” al precio de los competidores lleva a un problema de competitividad y asimetría; relacionado al punto anterior, mencionó la necesidad de bajar las tarifas de la energía eléctrica; por último, instaron a las autoridades a atacar “los prejuicios” como “la décima mochila del ingeniero agrónomo Blasina en Durazno”.
En cuanto al tipo de cambio, García Pintos dijo que “nosotros señalábamos el problema pero no señalábamos medidas porque no es nuestra especialidad”.
Luego de la reunión, se dieron a conocer las medidas que Tabaré Vázquez estaba dispuesto a tomar. Estas son: para los lecheros, la extensión de la rebaja en la tarifa electrónica – de un 15% – hasta marzo de este año, la congelación de rentas para los productores familiares lecheros, una rebaja del gasoil a través de la devolución del IVA y la creación de un Fondo de Garantías Lechero, cuyo objetivo será impulsar la eficiencia y competitividad en el sector; para los arroceros habrá también una rebaja del mismo monto y hasta el mismo plazo que los lecheros, así como también la del gasoil – que irá desde el primero de marzo de este año hasta el del año próximo –; para los hortofrutícolas, las mismas rebajas que los arroceros; por último, se refirió a demandas específicas hechas el 23 de enero: devolución de viáticos, disminución de funcionarios públicos superior al 15% y disminución de gastos en publicidad. A todo esto, se le suma la creación de una mesa de trabajo entre gobierno, gremiales y autoconvocados.
En cuanto a la reunión, García Pintos opinó que fue “positivo” que el presidente estuviera acompañado por los ministros, vicepresidenta y director de OPP. “Quiere decir que el gobierno le está prestando atención a la situación del campo y del agronegocio como corresponde y eso lo valoramos positivamente”, afirmó. También vio con buenos ojos el intercambio de ideas que tuvo lugar en la reunión, así como también que se haya invitado a los autoconvocados a la mesa de trabajo.
Las medidas propuestas por el gobierno fueron “una tomada de pelo para todo el pueblo” según Irureta.
Sin embargo, en cuanto a las medidas en sí, cree que son “para algunos sectores” y que si bien “hay sectores que están más afectados que otros, también está afectada la producción en general”. Las calificó de “sectoriales, parciales y de poco alcance”, por lo cual quedaron “insatisfechos”.
Para Irureta, quien concuerda con García Pintos, las medidas planteadas fueron “como darle un calmante a alguien por un rato”, que solo “le da un respiro” a algunos sectores. “Fue una tomada de pelo para todo el pueblo”, sentenció, añadiendo que el presidente habló “para toda la gente que no entiende nada de cómo es la producción agropecuaria”.
El futuro del agro
Luego del anuncio de estas medidas y la vigilia de los productores rurales del miércoles 31 y jueves 1, las cuales Irureta ve con el objetivo de mostrarle al gobierno que “estamos en todos lados” y “que somos una cantidad de gente enojada con un país caro”, el conflicto parece no terminar aún. Este sábado 3 de febrero habrá una reunión en Durazno por parte de los delegados del movimiento de autoconvocados, con el objetivo de hacer una votación “sencilla” para resolver la continuidad de la actual mesa de representantes, además de analizar las medidas planteadas por el presidente de la República. “Alguna medida interesante va a salir de todo esto”, opina Irureta.
Por su parte, García Pintos confirmó la participación de la ARU en esta reunión: “la Asociación Rural va a concurrir con nuestro delegado, el Dr. Gonzalo Valdés”. Añadió también que, durante la próxima semana, las gremiales se seguirán juntando para “evaluar la situación” del sector agropecuario y de los sectores conexos al mismo.