En conferencia de prensa, la ministra de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Irene Moreira, señaló que desde la cartera quieren bajar el costo de la construcción de viviendas promovidas de los US$ 2.200 o US$ 2.400 que esta el metro cuadrado actualmente a no más de US$ 1.000. Para eso, se propone el uso de materiales alternativos para la edificación.
El Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT) facilitará el certificado que requieren las empresas para construir con sistemas alternativos al habitual –basado en cemento, hierro y ladrillo- en su búsqueda de bajar el precio del metro cuadrado de construcción.
Asimismo, la ministra Irene Moreira calificó a esta idea como de una “herramienta revolucionaria”, haciendo alusión a la probable aplicación de este sistema no tradicional en nuestro país.
«Queremos abaratar el costo del metro cuadrado sin perder calidad de construcción», dijo la ministra, al anunciar la aprobación del Reglamento para Registro de Sistemas Constructivos No Tradicionales por Declaración Jurada.
No todo es “blanco o negro”, enfatizó la jerarca, dejando la puerta abierta para otro tipo de opciones de construcción. Posteriormente, explicó que según datos de la Auditoría Interna de la Nación, la vivienda promovida estaba entre los US$ 2.200 a US$ 2.400 el metro cuadrado.
“A eso, justamente, es a lo que no queremos llegar. Entendemos desde el ministerio que eso deja de ser social. Hemos tratado de que como máximo no puede superar los US$ 1.000, o un poco más, el metro cuadrado”, aseguró Moreira, quien agregó que «hay sistemas constructivos que bajan ese valor».
Recordó, a su vez, que el país tiene un déficit de viviendas que se ubica entre 60.000 y 70.000 unidades.
El sistema y los materiales
Entre los materiales que se están estimulando a usar está, principalmente la madera, el plástico y el barro.
Los sistemas de construcción no tradicionales requieren de una capacitación y uso de tecnologías que no se utilizan en las construcciones habituales y las alternativas de materiales son muchísimas, explicó Moreira al respecto.
En cuanto a la madera como elemento principal, la titular de la cartera de Vivienda destacó que el material cumple con una serie de requisitos y de bondades que son importantes a la hora de construir. Dentro de los tipos de maderas, los bloques encastrados, que ya se utilizan en Maldonado, son una opción; otra es la madera laminada cruzada.
En cuanto a los plásticos, señaló que las resinas, hormigones celulares y los ladrillos ecológicos son también buenas opciones. Por último, mencionó que si bien no han recibido ninguna propuesta que tenga al barro como protagonista, no lo descartan como material alternativo.
El proceso
En el ministerio aprueban la normativa europea, americana, chilena, argentina y brasileña, por lo tanto, de esta forma, los sistemas no tradicionales de construcción podrán ser registrados en el Certificado de Incorporación de Registro (CIR). Si no hay observaciones o errores, el proceso para obtener la habilitación no superará los 90 días, según comentó la ministra.
En Uruguay hay empresas que están trabajando con sistemas creados en el país, que si cuentan con más de dos años de experiencia en el ámbito privado y cumplen con lo solicitado por el ente, pueden registrarse.
«Estamos dando trabajo para uruguayos también, para pequeñas empresas. Estamos muy felices de haber podido lograr esta herramienta que creo que realmente va a ser revolucionaria en la construcción», reflexionó Moreira.
Las habilitaciones que otorgará el ministerio son de dos tipos de certificados: el CIR 100 –para las empresas con menos experiencia–, que habilitará la construcción de 100 viviendas por dos años, y el CIR 300, que permite construir 300 viviendas durante cuatro años.
