Remo Monzeglio, presidente de la Cámara de la Industria Hotelera Turística del Uruguay, en diálogo con CRÓNICAS, expresó que migraciones debería exponer las cifras de los turistas que ingresan al país. Señaló, además, que se cuenta como turista a aquellos que llegan a Uruguay exclusivamente a trabajar.
Por Romina Peraza | @romiperaza
La temporada turística de verano que está llegando a su fin fue la más “dura” para los empresarios desde 2016. La ausencia de argentinos en las costas uruguayas, por la situación económica de ese país, fue una de las causas principales del estado de la temporada.
Según cifras del Ministerio de Turismo (Mintur), en enero ingresaron al país 432 mil visitantes. Sin embargo, Remo Monzeglio, presidente de la Cámara de la Industria Hotelera Turística del Uruguay, señala que esa no es la cantidad de turistas sino de las personas que ingresaron al país.
En diálogo con CRÓNICAS, el empresario explicó que en su opinión “hay que hacer una autocrítica y un sinceramiento desde el Mintur en realmente evaluar y dirimir quiénes son turistas, veraneantes, personas que vienen a congresos, y quiénes vienen a trabajar”, señaló.
El hotelero cree que las cifras de ingreso de visitantes tendrían que ser brindadas por migraciones, porque “es el organismo adecuado”. Indicó que el Mintur, debería ahondar en los elementos técnicos con los que cuenta el organismo, para “dar datos que a los operadores y a los hoteleros nos sirvan de algo”.
Monzeglio indicó que muchos trabajadores vienen cuatro o cinco veces por mes, por lo que se les computa esa cantidad de ingresos, y en realidad es una persona que ingresó esa cantidad de veces por trabajo.
Asimismo, señaló que durante las buenas temporadas “no hay que hacer caudal político”. A la vez agregó: “Tampoco le adjudico culpas, pero cuando uno trata de arrimar aguas para su molino, diciendo ‘trajimos’, ‘hicimos’, ‘convocamos’ y demás, en momentos como este justamente es cuando el globo les explota en la cara”.
Hotel en un clic
El ejecutivo calificó a esta temporada como “desilusionante, magra, sorprendentemente más baja de lo esperado”.
Además, explicó cómo el público hotelero ha cambiado en los últimos años, mencionó que ahora se puede reservar “en tiempos reales”, se puede prever el estado del tiempo y otras variables que hacen a la estadía. Años anteriores a la aparición de las aplicaciones, había que reservar con meses de anticipación.
Esa posibilidad de reservar con poco tiempo de anticipación, a veces les juega en contra a los empresarios. Por ejemplo, el enero de este año fue muy lluvioso, por eso algunas personas optaron por no veranear ese mes.
El empresario catalogó al público hotelero como “impredecible”, porque no hay un “comportamiento marcado” de cuándo van a veranear. Según mencionó, ese comportamiento se debe “a los estímulos de las aplicaciones, ofertas, de las líneas aéreas, de los transportadores, donde a través de internet logran captar la atención de esos clientes y tratar de lograr que vengan”.
Los incentivos del verano
Monzeglio indicó que la Cámara que preside tiene alrededor de 25 a 30 afiliados, que hace mucho tiempo que trabajan en conjunto para llevar adelante sus negocios. Mencionó que son “muy afines a utilizar la tecnología” para vender, hacer reservas y demás.
Gracias a la tecnología y a las reservas online, pudieron programarse con más antelación a cómo creían que se iba a desarrollar la temporada. “Hay mecanismos mediante las aplicaciones que te permite con antelación poder hacer ofertas de tipo, por ejemplo, sin derecho a reembolso”, dijo.
Eso significa, para el hotelero, poder generar “un piso de seguridad para su emprendimiento”. “A medida que pasan los meses, la tarifa de promoción inicial va aumentando, en consecuencia, los empresarios logran un marco de seguridad y de ingresos que para ellos son “vitales”, puntualizó. Añadió que hoy “no se puede improvisar y jugarse el todo por el todo”.
Argentinos, game over
Para el empresario, el argentino turista no puede “solazarse” en Uruguay. “En ningún lugar, menos que menos en el Este pero también en Montevideo, hubo una caída muy grande de turistas argentinos. Además, obviamente, los que vinieron retacearon sus gastos”, indicó.
El hotelero explicó que la falta de argentinos se dio en los meses donde hay mayor demanda del producto turístico uruguayo, y por eso considera que “todavía no se notó tanto”.
En enero faltaron los argentinos pero en su lugar vinieron brasileños y gente de otras nacionalidades. De febrero en adelante, según el empresario, ya no habrá “suplentes” de los argentinos. “Creo que hasta ahora los guarismos que se han dado lamentablemente se van a mantener y en algún caso a incrementar”, puntualizó.
