Mujeres en el sector energético: un debate clave sobre brechas y oportunidades en el sector

El pasado miércoles 19 de marzo, el Palacio de la Luz (UTE) fue el escenario de un evento clave para el debate sobre la equidad de género en el sector energético. La actividad, organizada por AUME – Mujeres en Energía, REIF, ONU Mujeres y el Joint SDG Fund, contó con la participación de María Francisca Valenzuela, jefa de la Oficina de Género y Derechos Humanos del Ministerio de Energía de Chile, como invitada especial.

Bajo el título «Mujeres en energía: Datos, brechas, desafíos y oportunidades para el futuro», en el evento se presentaron los hallazgos del informe «Las brechas de género en el sector de energía uruguayo – Una mirada a las áreas STEM», un estudio exhaustivo que analiza la participación de las mujeres en carreras y empleos vinculados a la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas en el sector energético.

El estudio reveló datos preocupantes sobre la baja representación de mujeres en STEM y en el ámbito energético uruguayo:

  • Baja participación en educación STEM: solamente el 32% de los estudiantes de ingeniería en secundaria son mujeres, mientras que en UTEC representan el 31% de la matrícula en estas áreas, con menor presencia en tecnología e ingeniería mecánica.
  • Inserción laboral con barreras: solo el 16.6% de los cargos de alta dirección en empresas públicas del sector energético son ocupados por mujeres, y en el sector privado la cifra se reduce al 11%.
  • Brecha salarial significativa: en Uruguay, las mujeres en STEM ganan en promedio un 35% menos que sus pares varones, incluso en roles similares.
  • Falta de modelos femeninos: la escasa presencia de mujeres en posiciones de liderazgo y docencia en STEM impacta en la motivación y acceso de las nuevas generaciones a estas áreas.

Durante el evento, se generó un espacio de diálogo sobre las estrategias necesarias para reducir estas brechas y fomentar la inclusión femenina en el sector energético. Entre las iniciativas discutidas destacaron:

  • Políticas de reclutamiento con perspectiva de género, eliminando sesgos en la contratación y promoviendo el uso de lenguaje inclusivo.
  • Programas de mentoría y redes de apoyo, esenciales para fortalecer la presencia de mujeres en el ámbito STEM.
  • Flexibilización laboral y medidas de conciliación, como licencias parentales equitativas y horarios adaptados a las necesidades familiares.
  • Fomento del liderazgo femenino, con cuotas de género en cargos directivos y acceso a oportunidades de formación en gestión y liderazgo.

Este evento, que contó con el apoyo de UTE y la agencia de cooperación alemana GIZ, marcó un punto de partida para el desarrollo de políticas más inclusivas en el sector. La participación de una referente como María Francisca Valenzuela permitió conocer experiencias exitosas en otros países para adaptar al contexto local.