Elisa Facio, ministra de Industria, Energía y Minería; Annabela Suburú, presidenta de Antel; y Silvia Emaldi, presidenta de UTE, compartieron sus experiencias sobre cómo llegaron a roles directivos en un país donde solo el 11% de estos cargos son ocupados por mujeres, y además en sectores tradicionalmente dominados por hombres, como la tecnología, la energía y las telecomunicaciones. A su vez, respondieron preguntas clave sobre el futuro del liderazgo femenino y cómo allanaron el camino para otras mujeres en sus campos.
En el marco del 50 aniversario de Antel, la Organización de Mujeres Empresarias, Ejecutivas y Emprendedoras del Uruguay (OMEU) y ONU Mujeres realizaron el pasado lunes el conversatorio “Mujeres liderando la industria en Uruguay” en la sala Idea Vilariño del Auditorio de la Torre de las Telecomunicaciones. El evento contó con la participación de tres líderes femeninas en la industria: Elisa Facio, Annabela Suburú y Silvia Emaldi, con la moderación de la periodista Paula Echevarría.
María Michelena, presidenta de OMEU, explicó que el rol de su organización es favorecer todo liderazgo de la mujer en el ámbito laboral y su independencia económica a partir de programas de capacitación y eventos como el celebrado allí. Anabela Aldaz, de ONU Mujeres, recordó que en Uruguay el 52% de la población está integrado por personas del género femenino. Mientras es un país reconocido internacionalmente por su democracia plena, paralelamente está en el lugar 94 a nivel mundial en cuanto a participación de mujeres en el Parlamento. Según datos del Ministerio de Desarrollo Social que datan del 2020, hay un 17,2% de mujeres en la Cámara de Representantes y otro 25,8% en la de Senadores. “Son escasas las mujeres que llegan a los altos cargos de decisión. Eso se traslada al Poder Ejecutivo, pero también al sector privado. Estamos hablando de nodos estructurales en los cuales tenemos que seguir trabajando”, aseguró.
En relación a la autonomía económica, Aldaz habló sobre la necesidad de abrir puertas a las mujeres en las áreas científicas y tecnológicas, y resaltó el proyecto “Fondo de Innovación de Energías Renovables (REIF)” liderado por el MIEM y el Sistema de Naciones Unidas en Uruguay, que tendrá la participación de ONU Mujeres. “Allí tendremos la obligación de no solamente instalar capacidades para fortalecer el rol de la mujer en las empresas, sino también de generar conocimiento”, explicó. Con este fondo se realizará un estudio para actualizar la información sobre la situación de las mujeres en el ámbito laboral.
En conversación con CRÓNICAS, Suburú comentó que en Antel hay un 70% de mujeres trabajando en tareas administrativas, pero no más de un 10% se dedican a la gerencia, por lo que “queda mucho trabajo por hacer”. Agregó que, en las jornadas de capacitación, muchas veces son los hombres quienes tienen disponibilidad horaria para participar, porque las mujeres regresan a cuidar de sus hijos. Por esto, están tomando acciones para que la situación comience a revertirse. A través de un programa con OMEU se dan herramientas a mujeres líderes en Antel “para que se empoderen más en su rol”.
Historias
Durante el evento, la presidenta de Antel destacó a mujeres en cargos gerenciales que la inspiraron. “Ellas me ayudaron con su ejemplo. Una aprende y admira viéndolas, y claro que quiere ser como ellas. Antel ha tenido cinco mujeres presidentas, así que puedo enorgullecerme de no ser una excepción”, concluyó. Facio mencionó la figura de su abuela, una mujer “fuerte y de una sabiduría especial” que le plantó la idea de que era capaz de hacer una carrera universitaria relacionada a las matemáticas. Emaldi habló de su mamá, quien “no tuvo muchas oportunidades de estudio”, pero le consiguió una beca para un buen colegio y la llevó a la Universidad de la República a conocer las ramas de la ingeniería.
Durante una instancia de anécdotas, Facio comentó que cuando trabajaba en el sector privado en el año 2000, sus compañeros decían frases como “no le hagas caso a esa chiquilina”, aunque ya estaba recibida de ingeniera hacía años. En otro trabajo, no le dieron determinado cargo por estar embarazada. Como consejo, recomendó a las mujeres animarse más profesionalmente, aunque no se sientan completamente preparadas. “A las mujeres siempre nos parece que tenemos que cumplir con todo para poder decir que sí. Los hombres ven una posición de trabajo, cumplen con tres cosas y con las otras cinco no cumplen e igual se tiran. Creo que tenemos que hacer un clic nosotras, las mujeres. No tenemos que saber todo”, opinó.