La escasez de recursos humanos para la industria tecnológica creciente es una realidad a nivel mundial. En este panorama, Uruguay se posiciona como un semillero de innovación, con una industria ampliamente desarrollada, productiva y de calidad. El presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), Leonardo Loureiro, conversó con CRÓNICAS sobre la realidad actual del país en la materia y su papel en el contexto global.
En los últimos años el número de empleos tecnológicos creció a nivel global y generó una alta demanda de recursos humanos capacitados, lo que repercutió en una fuerte carencia de trabajadores calificados.
El presidente de la CUTI planteó que la escasez es un problema mundial y que las cifras de Uruguay son preocupantes por dos puntos de vista. Por un lado, mencionó la problemática de que muy pocos jóvenes eligen estudiar carreras tecnológicas, a pesar del futuro prometedor del área. “El último anuario estadístico del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) es del año 2019, y muestra que apenas 8% de los jóvenes eligen carreras tecnológicas”, manifestó.
Por otra parte, un problema multicausal es que las mujeres no eligen carreras tecnológicas, lo cual es un gran inconveniente para la industria, donde, según el experto, no se puede perder el pensamiento femenino en un sector que busca ser innovador a nivel mundial.
Desarrollar el talento
Loureiro expresó que el sector viene trabajando hace muchos años con los jóvenes debido a estas problemáticas, con programas como “Jóvenes a programar” del Plan Ceibal, otros institutos académicos y acuerdos con UTU, con la que firmaron un convenio en 2021 para “desarrollar mucho más el talento”. “Había muchos jóvenes que terminaban el bachillerato tecnológico y no tenían opciones de estudio ni de trabajo en el sector en donde habían estudiado”, graficó.
A su vez, comentó que varias empresas en la actualidad tienen centros de desarrollo en el interior del país, como en Bella Unión, Guichón, Paysandú, Salto, Minas, Mariscala, Nueva Helvecia, buscando llevar las fuentes de empleo a donde los jóvenes están realizando su formación.
Adicionalmente, como respuesta a la falta de recursos humanos para el área tecnológica, el empresario señaló que se barajan diferentes iniciativas, como formar personas en un período de ocho a nueve meses, o la posibilidad de que exista una ley de migración calificada, que permita que más extranjeros vengan a trabajar a Uruguay con ciertos incentivos.
Asimismo, el experto expresó que “en muchas carreras, no directamente tecnológicas, se han dado cuenta de la importancia que tiene digitalizarse”. Y agregó que contadores, arquitectos y otras ramas de la ingeniería, están incorporando el uso de la informática para desarrollar diversas tareas de su profesión.
El rol de Uruguay
En referencia a la fama de nuestro país como semillero de grandes talentos tecnológicos, Loureiro explicó que, si bien “no significa que seamos mejores”, lo que tiene Uruguay es alta tecnología, la cual permite una mayor productividad. Esto, junto a las metodologías, a la formación que se ha impulsado y al software especializado, constituyen las bases para “poder ofrecerle a una empresa extranjera un mejor desarrollo que una empresa en su propio país”.
El presidente de CUTI mencionó que Estados Unidos es el mayor consumidor de tecnología, por lo tanto, encontrar compañías productivas, buenas, de calidad y a mejores precios, es algo de mucho interés para ellos. “Ese es un rol fundamental que podemos cumplir en este momento de escasez”, sostuvo.
Las distintas actividades y acciones puestas en marcha para el desarrollo de la tecnología hicieron que Uruguay avanzara mucho hasta llegar a los niveles de conocimiento público, según el empresario. Dijo también que varias empresas han sido adquiridas por multinacionales americanas, porque ven un potencial muy grande en el desarrollo tecnológico del país.
El papel de CUTI
“Hoy hay muchas empresas que hacen testing, que lo venden, que incorporaron para su proceso de desarrollo de software todo el tema de la calidad”, manifestó el empresario.
En tanto, remarcó que Uruguay resolvió un asunto que era muy importante, como la calidad y el testeo de software, y que además se convirtió en un referente a nivel internacional de la prestación de ese tipo de servicios.
Esto nació con un programa que construyó la CUTI, donde se empezó a poner sobre la mesa la importancia de la calidad, razón por la que muchas de las empresas integrantes se certificaron en esa área.
Por otro lado, Loureiro explicó que en estos años existieron muchos programas que buscaban el desarrollo del sector, algunos ideados por CUTI y otros trabajados en conjunto con otras organizaciones. Esa es la actividad diaria del organismo, que se involucra en cada programa buscando posibles actividades que permitan desarrollar a todos como conglomerado.
En relación a la relevancia de trabajar en conjunto con otras empresas u organizaciones, afirmó: “La cámara desde su creación ha tenido una serie de comisiones que se han creado para temas específicos del momento, y cada vez que se hace eso se permite el desarrollo de distintos programas, que después tienen un impacto en todo el sector”.