El Consejo del Mercado Común del Mercosur (CMC) aprobó una normativa que permite que las mercaderías que sean originarias del bloque y que posean almacenamientos en una zona franca no paguen el Arancel Externo Común (AEC) al reingresar al Mercosur, a través de un certificado derivado de origen.
El hecho de los grandes costos arancelarios dentro de una zona franca es un freno para muchos empresarios, por eso preferían tomar otras rutas que no tuvieran que ver con estas zonas. Que sus productos sean considerados por fuera de la zona de integración entre países no solo implicaba grandes cargos, sino además, la pérdida del reconocimiento del origen del producto. Pero hoy, la realidad del Mercosur en ese sentido, está cambiando.
Con la implementación de la Decisión número 33/15, el arancel deja de aplicarse en el caso de los productos provenientes de cualquiera de los países integrantes del bloque económico y de aquellos que hayan firmado un acuerdo comercial con este grupo, dejando de lado la normativa internacional del bloque de integración económica que establecía la aplicación de un Arancel Externo Común a las mercancías provenientes de zonas francas.
“Esto abre las puertas a nuevos negocios, porque al haber tenido ese arancel era muy caro o no valía la pena estar presente en zona franca. Es muy importante que no se pierda el origen y que el precio final no se vea afectado por aranceles que no tenían sentido si se piensa en que eran materiales con origen y destino Mercosur”, dijo en diálogo con CRÓNICAS, Guillermo Lungo, gerente de Infraestructura y Operaciones en Zonamerica.
El entrevistado ejemplificó que algún producto que venía de Argentina antes, entraba a la zona y “se perdía”. Ahora entra algo de Argentina, se reconoce que es de un país integrante del Mercosur y cuando sale, con ciertas condiciones que tienen que cumplir, sigue siendo de Argentina.
“Esta normativa lo que respalda es el reconocimiento del origen y destino solo de lo que proviene del Mercosur”, añadió por su parte Claudia Ferrari, jefa de Gestión y Control de inventario en Zonamerica. Agregó que se trata de un beneficio para la zona franca “para que se abran nuevas puertas de negocio en este momento en que la logística está tratando de desarrollarse un poco más”.
La nueva normativa implica el agregado de otros controles de documentación para las empresas, con el fin de certificar que el reglamento no sea utilizado por fuera de la zona que lo comprende, ya que es específico para materiales que circulan dentro del Mercosur. “Por eso se piden controles, documentos y se tiene un sistema de datos ingresados que nos brinda un porcentaje mínimo de equivocación”, aseguró Ferrari.
Los primeros certificados
La empresa farmacéutica internacional Adium Pharma, usuaria de Zonamerica, fue el primer cliente en obtener el certificado derivado de origen. Desde la firma aseguraron que la aplicación de la normativa significa una mejora en la competitividad de las empresas usuarias, en particular aquellas que realizan actividades en el centro de distribución regional.
Desde Zonamerica, y en coordinación con sus empresas usuarias y la Dirección Nacional de Aduanas (DNA), así como implementadores de sistemas, se incorporaron las modificaciones requeridas para la integración del Sistema de Control de Inventarios con el Sistema Lucía, de manera de facilitar la solicitud de los certificados derivados de origen.
La instrumentación de dicha decisión requiere la reglamentación de la emisión de certificados derivados que está a cargo de la Dirección Nacional de Aduanas (Decreto 253/019), que ya dispuso un procedimiento para la emisión y el control de las mercaderías almacenadas en depósitos en Zona Franca en la Resolución General 88/2019.
