En diálogo con CRÓNICAS, el director de Movilidad de la Intendencia, Pablo Inthamoussu, se refirió al desafío de aumentar la capacidad del sistema de transporte debido a los efectos de la pandemia del Covid-19. Así, señaló que un ajuste tarifario -suba de boleto- está “absolutamente descartado”, por lo que se está trabajando en “la eficiencia del propio sistema” y un aumento de los subsidios.
Debido a la pandemia del Covid-19, y a la exhortación del gobierno a permanecer en las casas, se dio una baja en la circulación de tráfico en la ciudad. Además, disminuyó considerablemente el uso de ómnibus, ya que muchas personas lo vieron como potencial punto de contagio del virus.
De acuerdo con Pablo Inthamoussu, director de Movilidad de la Intendencia de Montevideo (IM), se dio una pérdida de hasta 80% de pasajeros en el transporte público, según dijo en diálogo con CRÓNICAS. Dado el esfuerzo del gobierno nacional en reactivar la economía e impulsar la “nueva normalidad”, se dio una leve alza en la circulación por la ciudad en los últimos días. Inthamoussu reconoció que, “hoy por hoy, estamos en un 35%” de personas que utilizan el traslado público para movilizarse.
“Estamos hablando de números realmente impactantes, de una magnitud desconocida”, enfatizó el director. Además, aclaró que no se trató de un proceso gradual, “sino que fue prácticamente en forma abrupta”.
Una hora, dos horas, céntrico
La situación genera dificultades “muy importantes” en la liquidez del sistema de las empresas de transporte, sostuvo Inthamoussu.
Según explicó, se utiliza un método en donde los costos se financian en un 65% por parte de la tarifa, y el 35% restante por parte de subsidios estatales. Por tanto, el impacto que la pérdida de pasajeros genera en el sistema de transporte es muy grande, reafirmó el funcionario.
Inthamoussu señaló que desde la IM se transita hacia la “nueva realidad” -prefirió ese término por sobre “nueva normalidad”- con el desafío de cubrir la pérdida que se genera día a día “en un transporte que tiene que seguir circulando”. Además, también hay otro reto: incrementar la cantidad de pasajeros actual. Sin embargo, expresó que en ese crecimiento que se verá, no se puede vislumbrar aún cuál va a ser el número o el techo al que se va a llegar.
“Esa cantidad de personas las tenemos que transportar en otras condiciones y con otra distancia social”, aseveró el director de Movilidad. Por lo tanto, se requerirá de un aumento en la capacidad del sistema, lo cual tiene dos vías de financiamiento. Por un lado, con más subsidios; por otro, volcando costos a la tarifa.
En ese contexto, Inthamoussu reconoció que “sería una brutalidad” ajustar por medio de la suba del boleto. “Sería pegarse un tiro en el pie hablar de modificaciones tarifarias”, reafirmó.
Así, la opción del ajuste está “absolutamente descartada”. El desafío, entonces, es cómo hacer sostenible y sustentable el sistema de transporte en la nueva realidad, ante el distanciamiento social que la población va a tener que cumplir. En opinión del funcionario, eso será posible mediante la eficiencia del propio sistema y un aumento de los subsidios.
A pie o en dos ruedas
Inthamoussu se refirió también a la posible alza del uso de bicicletas o caminatas como medio de transporte alternativo a causa de la pandemia.
Por un lado, en cuanto a los birrodados, el director de Movilidad sostuvo que “es evidente que a raíz de la pandemia” tomarán un rol “preponderante”. En este sentido, recalcó que las diversas obras de red de ciclovías que la Intendencia ha impulsado en los últimos años pueden servir también para aprovechar los aspectos ‘positivos’ que derivan de la actual situación. Esto significa fomentar el uso de la bicicleta no sólo por la emergencia sanitaria, sino también por los esfuerzos previos que la IM ha promovido: los beneficios que da a la circulación en la ciudad o la salud en general de las personas.
De esta manera, Inthamoussu consideró que la pandemia puede promover el uso de las bicicletas en la opinión pública, más allá de los esfuerzos que la IM ha realizado en los últimos años.
En cuanto a las caminatas, en tanto, el director sostuvo que se mantiene como un desafío prioritario el mejorar las condiciones de las veredas en la ciudad.
“En muchos lugares de la periferia creo que hay que hacer una apuesta y una inversión fuerte para mejorar esa caminabilidad de la ciudad y que la propia caminata sea una opción interesante para moverse”, finalizó.