El uso medicinal de la planta de cannabis cuenta con milenios de historia. Sin embargo, las investigaciones científicas sobre sus beneficios se han popularizado y extendido en los últimos años. En el marco del avance del desarrollo de este tipo de prácticas en el Uruguay y de la conformación de un organismo de cooperación a nivel regional, CRÓNICAS dialogó con Daniel Macchi, secretario de la Cámara de Empresas de Cannabis Medicinal (Cecam), quien sugirió que las empresas uruguayas deben comenzar a explorar mercados de cannabis medicinal. A su vez, alertó sobre la necesidad de controlar algunos subproductos que se encuentran en el mercado, que no cumplen con los requisitos necesarios para un uso seguro.
Por Naara Pérez Carrere | @NaaraPerez3
La producción de cáñamo y de cannabis medicinal se extiende cada vez más en Uruguay.
Esta industria cuenta con diversos nichos, y como aseguraba a CRÓNICAS la pasada semana Sergio Vázquez, integrante del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, los distintos sectores de la misma tienen diferentes niveles de desarrollo en el país.
En materia de cannabis medicinal Uruguay cuenta con cinco licencias otorgadas para operar en el compuesto medicinal THC. A su vez, estos productores están ligados con otros sectores relacionados con la planta, como el cáñamo con uso no médico o industrial, u otras empresas vinculadas al rubro del cannabis a través de la Cecam (Cámara de Empresas de Cannabis Medicinal), que tiene como flamante secretario general a Daniel Macchi. Dicha cámara fue creada hace unos tres años, y cuenta con 24 socios, es decir, más de una veintena de empresas relacionadas a la industria cannabica.
El objetivo de esta asociación es fomentar el desarrollo de este rubro, tanto a nivel de producción, industrialización, comercialización y exportación, así como también en el campo de la investigación.
Al referirse en concreto al área medicinal, el experto considera que en lo que deben centrarse las empresas uruguayas es en “empezar a explorar mercados de cannabis medicinal que así lo requieran, con la debida autorización de la autoridad sanitaria de cada país. Ahí se torna fundamental el mercado alemán, el mercado canadiense y las industrias farmacéuticas propiamente dichas que estén interesadas en el CBD. Hay un fuerte interés en desarrollarlo”.
El principal destino de la producción de cannabis no psicoactivo es Suiza, pero al ser uno de los únicos países de Europa que recibe estos tipos de producción, el mercado es acotado. El representante de la Cecam explicó que debido a la cantidad de oferta el mercado está a la baja.
“En el mercado hay una colocación positiva del producto. Como estamos en un mercado que es nuevo, muy regulado, todos los países que están liberando la producción de cannabis están yendo al mismo sitio, a Suiza. Y eso no era lo que esperaba el productor uruguayo que está trabajando en el nicho industrial”, reflexionó.
En cuanto al rol del gobierno, desde el conglomerado de productores de cannabis medicinal se espera un avance a nivel de las regulaciones, ya que consideran que es necesario agilizar ciertos procesos para poder desarrollar esta industria con mucha más intensidad.
Es así que en la búsqueda de nuevos mercados y a raíz del crecimiento que ha tenido el sector en la región, distintos países decidieron unirse y conformar la Red Americana de Asociaciones de Cannabis (RedCann).
Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México, Paraguay y Perú, junto con Uruguay, apuestan a impulsar de forma cooperativa el desarrollo de la industria, compartir información técnica y apuntar a una armonización de las regulaciones a nivel regional.
“Va a dar frutos positivos”, expresó Macchi al referirse a la conformación de esta nueva asociación, y donde será la Cecam quién represente a nuestro país.
En cuanto a los usos y beneficios de esta planta y sus derivados con fines medicinales, el ingeniero agrónomo Macchi asegura que los medicamentos con contenidos de cannabinoides pueden ser de gran utilidad para el tratamiento de distintas dolencias y enfermedades.
Este compuesto orgánico se encuentra presente en la planta de cannabis sativa. Cabe destacar que, a diferencia de la utilizada para fines recreativos, no es de carácter psicoactivo.
El cannabis medicinal puede ser la solución para “superar condiciones adversas de las quimioterapias para los pacientes oncológicos, trastornos de ansiedad, parkinson, afecciones de la piel”, entre otras, apuntó el entrevistado.
También mencionó que los beneficios están ampliamente comprobados por distintos expertos, “siempre y cuando se garantice la calidad, las cantidades, y lógicamente sabiendo cómo consumirlo”, enfatizó.
Faltan controles
Para el especialista es motivo de preocupación la cantidad de aceites de tipo artesanal que se encuentran en el mercado cuya calidad no está del todo comprobada. “No cumplen con ninguno de los requisitos necesarios ni tienen el respaldo de que todos sus lotes sean iguales ni que tengan los mismos efectos”, alertó el integrante de la Cecam sobre este tipo de producto de fácil acceso en el mercado.
Macchi cree que las autoridades tienen un papel fundamental en el tema, ya que un producto con fines terapéuticos tiene que tener seguridad y estabilidad en el uso.
En cuanto al rol del gobierno, desde el conglomerado de productores de cannabis medicinal se espera un avance a nivel de las regulaciones, ya que consideran que es necesario agilizar ciertos procesos para poder desarrollar esta industria con mucha más intensidad.
“No tenemos un mercado local. Todos nuestros productos se van para exportación sin siquiera tener la posibilidad de colocar hoy en día en el mercado interno por ejemplo flores u otro tipo de producto. La ley de la regularización del cannabis no permite la comercialización de flores y no contempla que las flores que se producen bajo la licencia de cannabis medicinal se vuelquen como tal al mercado interno”, explicó a CRÓNICAS el ingeniero agrónomo.
Meses atrás circuló la versión de que las regularizaciones para que los productores de cannabis medicinal pudieran colocar sus producciones en el mercado interno eran inminentes.
Sin embargo, y aunque la Cecam integra una comisión con el fin de avanzar en esta materia, aún no hay respuestas claras. “Si bien se está trabajando a nivel del poder ejecutivo y se está evaluando, todavía no estamos frente a un escenario donde se vislumbre algún cambio”, aclaró Macchi.
Recordó que si bien en Uruguay se distribuyen ciertos medicamentos con cantidades de cannabis medicinal, estos se hacen con materia prima que viene desde afuera.
En este contexto, cabe destacar que aunque la marihuana de carácter psicoactiva es producida en el país y se comercializa en las farmacias, aún existen trabas para que a nivel medicinal sea nuestra propia industria quien abastezca a los laboratorios farmacéuticos.
Mientras tanto, el sector se centra en la exportación, que cuenta con menores dificultades a nivel financiero en comparación a la venta del cáñamo no medicinal. Aun así, hace referencia a que “dada la naturaleza de nuestro sistema financiero, dependemos mucho de los bancos de Estados Unidos”.
El también integrante de la empresa Selenio Nueve caracteriza la situación del mercado del cannabis medicinal como “en una etapa de desarrollo y crecimiento” y que a rasgos generales es positiva.
“Debemos aumentar nuestra capacidad industrializadora y nuestra producción de formulaciones para mejor al mercado con productos de alta calidad y, sobre todo, con los debidos controles de riesgo y todo lo necesario para el mercado medicinal”, manifestó Macchi con respecto al futuro de la industria de cannabis medicinal en el país.
Este año la expectativa de los productores está puesta en superar el número de exportaciones de cannabis no psicoactivo, y todo parece indicar que así será. En el 2020 se colocaron en el mercado internacional 12 toneladas de cáñamo y en lo que va de 2021 ya se está cerca de sobrepasar las 10 toneladas.
Derribando estigmas
Al ser consultado sobre la existencia de estereotipos o reparos frente al consumo de cannabis para usos medicinales, Macchi puntualizó que si bien cree que existe un estigma, el mismo está cada vez menos presente en la sociedad.
Para el especialista, estos prejuicios se basan principalmente en la falta de información de los distintos cannabinoides.
En consecuencia, la comisión de comunicación de la Cecam trabaja en pos de brindar las herramientas para que la población cuente con información de calidad.
En este punto resulta clave la participación de otros sectores y organismos públicos, sobre todo la colaboración de Salud Pública.
Otro eslabón importante son los médicos. Estos son los que finalmente aconsejan o desaconsejan los usos del cannabis medicinal. Por esto, tanto la asociación de endocannabinología, como la asociación de químicos farmacéuticos trabajan en la divulgación de la información con foco en el personal médico.
Así también, el instituto Clemente Estable se dedica a la investigación de los cannabinoides con el fin de acercar esta información a la ciudadanía.
Cada vez más beneficios
El ingeniero agrónomo también hizo referencia a dos aristas poco conocidas de los beneficios del cannabis medicinal.
Por un lado, afirmó que es un cultivo que tiene una producción de biomasa y materia orgánica importante. En este sentido, explicó que si se trabaja adecuadamente puede llegar a traer un aprovechamiento muy importante a los suelos, sobre todo en la rotación de cultivos en relación a los tradicionales.
El experto explicó que las plantaciones de este tipo “generan una rotación que corta con muchos ciclos biológicos no deseados en producciones agrícolas”.
Sumado a lo anterior, parece que la planta tiene un valor nutricional importante y que en varias situaciones ha sido considerado por especialistas como un superalimento.
Macchi hizo hincapié en que el aceite de mesa a base de cannabis presenta omega 3, omega 6 y omega 12, enfatizando que con el tiempo, y en base a estudios, son cada vez más los beneficios que se encuentran de dicha planta.