Días pasados, el Poder Ejecutivo aprobó un decreto que establece que, a partir del 1º de enero de 2018, todo trabajador que realice tareas como repartidor de alimentos o productos farmacéuticos, utilizando como medio de transporte una motocicleta o cualquier otro vehículo birrodado impulsado por motor, deberá haber aprobado el curso de capacitación específico y contar con el correspondiente certificado de formación profesional expedido por el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop).
Por Federica Chiarino | @FedeChiarino
Las capacitaciones fueron definidas mediante un acuerdo tripartito entre el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev), el Inefop, el Banco de Seguros del Estado, el Banco de Previsión Social, la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios, el PIT-CNT, el Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas y Afines del Uruguay , la Cámara Nacional de la Alimentación, el Centro de Farmacias del Uruguay y la Asociación de Farmacias del Interior.
Según Eduardo Pereyra, director general de Inefop, esta estrategia de capacitación se definió con el objetivo de «profesionalizar la actividad, buscar mayores niveles de formalidad en la actividad y, obviamente, dar un mayor impulso a lo que tiene que ver con la seguridad de esta actividad». Las capacitaciones se adecuarán a las condiciones del sector y se dictarán bajo dos modalidades: clases teóricas y prácticas.
Inefop definió tres jornadas de cuatro horas, resultando las capacitaciones de 12 horas en total. Las clases teóricas abarcarán temas vinculados a la seguridad, derechos laborales y salud ocupacional. Las prácticas versarán sobre manejo, reglas de tránsito, entre otras cosas. A los capacitados se les entregarán equipos de cascos, chalecos y, entre la gente que se inscriba a los cursos, se sortearán dos motocicletas.
Los organismos competentes ya han comenzado a ofrecer estas capacitaciones, que ya están cursando unos 80 trabajadores. A fin de mes, al cierre del «mayo amarillo», se entregarán los primeros certificados a los asistentes a los cuatro cursos realizados, dos de ellos, en Montevideo, uno en Salto y otro en Maldonado.
En diálogo con CRÓNICAS, Gerardo Barrios, presidente de la Unasev, destacó la importancia de realizar estas capacitaciones para «disminuir la exposición al riesgo que tiene este grupo especial de trabajadores».
Los cursos serán financiados mediante el Fondo de Reconversión Laboral, con aportes de Inefop. Eduardo Pereyra aseguró que la respuesta de las instituciones de capacitación, a la actualidad, es buena, y que no habría problemas para atender la demanda de los trabajadores. Como únicos requisitos, se establece que los inscriptos al curso tengan libreta de conducir para motocicletas y estén trabajando en el sector de reparto de alimentos o productos farmacéuticos. Los cursos serán totalmente gratuitos para los trabajadores.
Según Pereyra, esta primera experiencia piloto, que finalizará el 31 de mayo, ha sido positiva. «Además, creemos que contribuye con algunos temas que están en los lineamientos estratégicos del instituto. Es decir, promover la mejora de las condiciones de trabajo, la seguridad, el conocimiento de los derechos, la profesionalización y la formalidad».