En el marco de la inauguración de la “Ciudad Universitaria Jorge Larrañaga”, el director del INJU, Felipe Paullier, habló con CRÓNICAS y explicó en qué consiste el proyecto. Contó cuáles fueron los principales desafíos de la iniciativa, cuáles son sus principales metas a alcanzar, y se detuvo en los servicios que la nueva institución ofrece. Por otro lado, detalló por qué el proyecto no interrumpe los planes de descentralización.
Paullier explicó que más allá de las cuestiones materiales, el principal desafío fue la construcción de una política pública que involucre a todas las partes relacionadas a la contención social para los jóvenes que deciden trasladarse desde el interior a Montevideo para continuar sus trayectorias educativas.
Por otro lado, destacó el interés de aportar al bienestar universitario a través de la Universidad de la República, “no porque sea la única institución que recibe a jóvenes del interior y que vienen de lugares de menores ingresos, sino porque es la principal; el 90% de la matrícula universitaria del país se concentra allí”.
De todas formas, recordó que la propia universidad tiene diversos mecanismos para apoyar a los jóvenes de menores ingresos, ya sea con bonos estudiantiles, becas de boletos, becas económicas y soluciones de alojamiento. Resaltó que el corazón del proyecto está en “sentarnos sobre la mesa, definir algunos puntos de encuentro y proyectar hacia adelante también una forma distinta de encarar el fenómeno”.
Acompañamiento de estudiantes
El director explicó que se trata de una beca transitoria, con una duración estimada de dos años. Sin embargo, se detuvo en la importancia de acompañar a los estudiantes durante este período de tiempo, siendo uno de sus objetivos el “poder lograr primero un sostenimiento de las trayectorias educativas de los jóvenes, porque es una beca dirigida a jóvenes que estudian, por tanto, es importante no solo que tengan la contención del alojamiento, sino que a lo largo del tiempo que son becarios del programa, también vayan avanzando en su carrera educativa”.
Describió este factor como una meta de gran importancia. Agregó que el primer período tras la llegada de un inmigrante a la ciudad es crucial para su adaptación e integración. También sufre los cambios en cuanto a la exigencia académica, así como el desafío económico en la mayor parte de los casos.
Respuesta a las críticas
El jerarca hizo referencia al tema de migración desde el interior a Montevideo, y afirmó que el proyecto no apunta de ninguna manera a una búsqueda de aumento en la migración: “Cuando nosotros comenzamos con este programa hubo algunas críticas que venían del lado de que esto iba en contra de la descentralización educativa. Al final lo que promueve es el desarrollo local. Nosotros somos fieles defensores de lo que es la descentralización educativa”.
En la misma línea, anunció que en la planificación de la UTEC y la universidad, cuentan con un desarrollo de más carreras en distintos polos educativos: “Ese obviamente es el fin último y deseado de cualquier integrante de este gobierno y me incluyo dentro de eso. Lo que nosotros proponemos con este programa es complementar una política de descentralización que todavía no logra generar un verdadero acceso para los jóvenes del interior. Nuestra respuesta es qué pasa mientras tanto, qué pasa con la realidad actual”.
Un aporte para el desarrollo profesional de los jóvenes
Paullier habló también sobre la nueva edición del plan “Yo estudio y trabajo”. “Creo que es un programa muy valioso, apunta a un sector muy específico de la población joven que son aquellos que tienen entre 16 y 20 años”, explicó.
El programa permite que los jóvenes de temprana edad puedan acceder a una primera experiencia laboral, pero de forma que también sea compatible con el estudio. “Es la demostración de que la formación educativa más tradicional se complementa con la oportunidad de una experiencia de trabajo que también aporta al desarrollo de ese joven”, agregó.
Este año el programa ofrece 611 cupos, a través de los cuales el Estado “intenta abrir las puertas” del mercado laboral para muchos jóvenes. Las pasantías pueden durar de 9 a 12 meses y les permiten a los jóvenes sumar a su currículum y así tener mayores oportunidades de obtener trabajo en otros lugares. A su vez, genera en las empresas públicas la posibilidad de integrar personal joven, dinámico, con actitud proactiva y un conocimiento de la realidad distinto a otros funcionarios.