Los impuestos continúan siendo casi el 50% del costo de los combustibles en nuestro país. Un litro de nafta que sale de la refinería a $22,90, llega a manos del consumidor final a $55. Daniel Añón, presidente de la Unión de Vendedores de Nafta (Unvenu), indicó cuáles son estos impuestos y definió a alguno de ellos como “una vergüenza nacional”.
El precio medio del combustible en todo el mundo es de US$ 1,10 el litro. Hay una diferencia sustancial en estos precios entre los diferentes países. Como regla general, se sostiene que los países más ricos tienen los precios más altos, mientras que los países más pobres y los que producen y exportan petróleo, tienen precios significativamente más bajos.
Un caso claro es el de Venezuela, gran potencia petrolera. Recientemente se publicaron en las redes algunos comparativos de cuántos tanques de camiones podrían llenarse con un dólar: el resultado fue 14.600 tanques. Pero esto también se debe a una inflación que se encuentra en niveles monstruosos y un precio del combustible estancado.
Por otra parte, tenemos a Argentina, un país que se estima llegará a un default nuevamente, y el que sería el noveno de su historia reciente. En estas circunstancias, el precio de las naftas y el gasoil ha subido nueve veces en estos últimos años. Sin embargo, los valores locales se mantienen entre los más bajos de la región (US$ 0,79 y US$ 0,74 respectivamente) como consecuencia de la devaluación superior del peso y del “congelamiento” que se extendió a lo largo de 90 días y que finalizó la semana pasada.
Las diferencias de precios entre países se deben a los diferentes impuestos y subsidios para el combustible. Todos tienen acceso a los mismos precios del petróleo en los mercados internacionales, pero debido a la imposición de diferentes impuestos, el resultado es el surgimiento de las grandes diferencias en los mercados.
Entonces, esto explica lo que pasa con Uruguay y por qué tenemos los precios más altos de la región en lo que refiere a naftas. Básicamente, por los impuestos que son casi el 50% del precio que paga el cliente final. Daniel Añón, presidente de la Unión de Vendedores de Nafta (Unvenu), explicó a CRÓNICAS de qué trata cada impuesto que posee la nafta que se comercializa en nuestro país.
La nafta en Uruguay, con cifras que van desde el 19 de agosto hasta el 25 de noviembre de este año, promedia los US$ 1,45. Y, dentro del mismo período, el gasoil promedia a US$ 1,07. Este último se encuentra mínimamente por encima del promedio mundial que es de US$ 1,01.
“En el costo de la nafta estamos en los primeros lugares de los más costosos del mundo, aunque lejos de los precios que se manejan en varios países de Europa, ya que allí es muy caro y se paga en euros, muchas veces por encima de los € 2”, explicó Añón. Pero si pensamos en Latinoamérica, sí somos el lugar con la nafta más cara.
Dentro del dólar con 45 centavos que se paga por litro de nafta en Uruguay, el presidente de Unvenu explicó que se encuentra el costo que se abona a ALUR para que le coloque el alcohol que tiene dentro el combustible. “Se abona cerca del 10% del precio, que en pesos uruguayos se trasladaría a unos $3”, detalló. Indicó que también se incluye en el costo dentro de la nafta súper, la pérdida del portland. Y además tiene un impuesto muy alto que es el Imesi (Impuesto Específico Interno).
Se estima, según Ancap, que por cada litro de nafta súper cuyo costo al público es de $ 55 aproximadamente, el Imesi representa el 43% del costo de ese combustible, con una participación de $ 23,54, mientras que un porcentaje casi similar (42%) resulta del precio de ingreso de Ancap ($ 22,48), otros impuestos como Tasa Inflamable, Tasa Ursea y Fletes que inciden en un 1%. Finalmente, una vez abierto el precio corresponden a las distribuidoras y EESS, $ 7.84 que representan un 14% del costo final por cada litro.
En resumen, planteó Añón, “en la puerta de la refinería el litro de combustible sale $22,90 o $23. $25 tiene entre el Imesi y el impuesto de la Ursea que tiene la nafta, es decir que de ahí nos vamos a $48. Pero entre las estaciones, los camiones y la distribuidora, tenemos $7,90 más, alcanzando así los $55”.
Aseguró que en ese sentido el país posee un problema grave y que el Ministerio de Economía y Finanzas recauda por el Imesi US$ 525 millones al año, en tanto, por el IVA en el gasoil, obtiene cerca de US$ 220 millones de dólares y lo cobra al contado.
Un gasoil competitivo
Si bien Uruguay ocupa el primer puesto en los países de la región con el combustible más caro y el lugar 32 del mundo, el gasoil está a precio competitivo a nivel mundial.
El gasoil se usa para la producción de nuestro país. En su costo ($40,40) se estima, según Ancap, que por cada litro se abona el fideicomiso de los boletos del transporte público de Montevideo e interdepartamentales que corresponde a $3,48. “El precio tiene incluido, además, una tasa municipal de Montevideo que la cobra la Intendencia de la capital pero la pagan en todo el país. Una vergüenza nacional”, acotó Añón, quien indicó que esta corresponde al 1% del costo.
Indicó que también se incluye una subvención que hay por el supergás, es decir que el supergas se vende por debajo del costo. El litro de gasoil sin impuestos cuesta $22,80 –casi lo mismo que la nafta-, pero entre los impuestos, subvenciones y distribución, alcanza los $40,40.