En los últimos días se lanzó ANA, una plataforma tecnológica basada en el análisis de información. Esta herramienta procesa más de un millón y medio de datos, con el propósito de cuantificar las audiencias de los diferentes medios de comunicación.
En contacto con CRÓNICAS, Javier Ruete, creador de este servicio, aseguró que ANA cuenta con el diferencial de realizar los relevos de la información por medio de la tecnología, agregar a la base los números que arroja el streaming y, además, contar con el propósito de instalar sus equipos en el Interior.
Según el desarrollador, estas cuestiones constituyen actividades que “nunca se hicieron en Uruguay”.
Desde Ana, alrededor de 15 mil receptores reportan más de un millón y medio de datos al día. Los mismos componen importantes insumos para diversas áreas del rubro de la comunicación, como lo son anunciantes de publicidad, generadores de contenido, dueños de derechos, centrales de medios, agencias de publicidad y operadores de TV paga, entre otros.
Para estos, la herramienta ofrece la posibilidad de conocer el volumen de su audiencia, de una forma que Ruete, creador de ANA, calificó como “aséptica respecto a los intereses del mercado”.
Lo anterior se debe a que, debido a la tecnología utilizada en esta plataforma, no intervienen personas en el procesamiento de datos, lo que inevitablemente se traduce en una mayor confiabilidad para los clientes.
“El hecho de tener tanta información hace que tengamos un nivel de confianza de mucho más impacto de lo que existe hoy en el mercado”, reafirmó el experto.
Al mismo tiempo, en contacto con CRÓNICAS, se refirió a las proyecciones que se hacen de la empresa, de cara al futuro. Entre estas, explicó que el diseño de ANA hace que se trate de una herramienta escalable, teniendo la posibilidad de diversificarse más allá de Uruguay, y apuntar a mercados en la región.
A su vez, a nivel interno, el creador del servicio adelantó que se está “sembrando el equipamiento necesario para hacer la medición del interior”, cuestión que, hasta el momento, “nunca se hizo en Uruguay”, señaló.
Por otro lado, se posiciona como otro de los elementos disruptivos con los que cuenta ANA, la suma a la cifra de audiencia, de las visualizaciones que los programas obtienen vía streaming.
“Cuando se suma la televisión lineal más el streaming puede llegar a inferirse cierto error, dependiendo en qué momento se está sacando la foto”, expresó en referencia a otros medidores, que no toman en cuenta esta forma de transmitir tan popularizada en la sociedad actual.
Finalmente, Javier Ruete aseguró que la génesis de ANA parte de la convicción de que “los datos tienen valor”.