Con el objetivo de brindar garantías para pacientes y personal médico, la legisladora colorada, Nibia Reisch, presentó un proyecto de ley que obliga a incorporar dispositivos de audio y video dentro de los blocks quirúrgicos a la hora de realizarse un procedimiento. Es la segunda vez, en los últimos años, que se presenta una normativa de estas características en el Parlamento, puesto que la anterior no prosperó.
Por Anahí Acevedo | @PapovAnahi
En el año 2007, Rodrigo Aguirre Camblor ingresó a un block quirúrgico para extirparse un ganglio de una axila. Era un procedimiento sencillo, con anestesia local y de poco tiempo de duración. Sin embargo, Aguirre sufrió un paro cardíaco que fue constatado por los médicos media hora después de que se hubiese iniciado. Cinco días después, falleció.
Desde entonces, su madre, Liropeya Camblor, fundó una asociación civil que lleva su nombre y cuyo lema es “cuidar la vida, educar en prevención, control y corrección”. En una oportunidad acercó al Parlamento uruguayo un proyecto de ley para incorporar cámaras de video y audio dentro del quirófano a la hora de las operaciones, pero la misma no prosperó.
Semanas atrás, por segunda vez, el proyecto volvió a ingresar. Si bien no es el mismo, sí mantiene similares características. Esta vez fue de la mano de la diputada colorada Nibia Reisch. La normativa en cuestión, que actualmente se encuentra en la Comisión de Salud del Parlamento, declara como obligatorio el uso de dispositivos de audio y video en los bloques quirúrgicos de todos los centros de salud, tantos públicos como privados, con la finalidad de registrar las acciones y procedimientos que se cumplan dentro de ellos. Se podría asemejar al sistema de “cajas negras” que poseen los aviones.
Además, prevé la identificación de los recursos humanos y materiales durante el procedimiento y los detalles de las acciones, plantea la protección de la identidad tanto del paciente como los profesionales de la salud y obliga a las instituciones a incorporar el material dentro de la historia clínica del paciente.
La información podrá utilizarse para fines educativos exclusivamente, siempre y cuando se mantenga la confidencialidad de los protagonistas.
Por otra parte, dispone la obligación de la denominada “pausa médica”, el acto que consiste en la verificación y revisión del personal y los instrumentos que se demandarán durante la operación. En caso del incumplimiento de las disposiciones, se prevén sanciones y multas.
En diálogo con CRÓNICAS, Reisch apuntó que esta técnica fue promovida en Canadá en un primer momento, y luego se extendió a varios países del mundo. Igualmente, hizo énfasis en que el mismo contempla la privacidad del paciente y alegó que el material deberá estar registrado en un banco de datos de cada centro asistencial que podrá proporcionarlo solo bajo orden judicial, y que, en caso de no realizarlo, acarrearán sanciones correspondientes.
Las filmaciones contemplarán dos escenas: por un lado, del ambiente donde se desarrolla la actividad, y por otro, de la zona a operar.
La legisladora declaró que contar con la normativa permitirá aclarar posibles situaciones del proceso, desde su inicio hasta su finalización, dado que dentro de los blocks “no siempre sale todo bien” y consideró que les otorga garantías al equipo médico y al paciente. En este sentido, expresó: “Permitirá aclarar situaciones que de otra manera no se podría conocer qué fue con exactitud lo que pasó”. Reisch dijo que el proyecto puede otorgar respuestas a “muchos uruguayos” que buscan interrogantes donde no existen “registros de nada”.