A nueve meses de su creación, el Sistema Nacional de Transformación Productiva y Competitividad lanzó su primera herramienta. Proexport+ surge como un apoyo para las micro, pequeñas y medianas empresas uruguayas durante la etapa de internacionalización. La realización de planes estratégicos y de acción que contemplen un máximo de 24 meses obliga a que las empresas se profesionalicen en un camino que demanda mucho tiempo, opinó Pablo Pereira, gerente de Exportaciones de Uruguay XXI, en diálogo con CRÓNICAS.
Por Anahí Acevedo | @PapovAnahi
Con el objetivo de profesionalizar a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) uruguayas en la exportación de productos, bienes y servicios, días atrás se lanzo Proexport+, la primera herramienta que nació dentro del Sistema Nacional de Transformación Productiva y Competitividad. Sus socios son Uruguay XXI, el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), y la Dirección Nacional de Artesanías, Pequeñas y Medianas Empresas (Dinamipymes) del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) .
Si bien casi el 70% de las empresas exportadoras son mipymes, estas solo representan el 7% de lo exportado. El 32% de ellas produce bienes, el 60% brinda servicios y el 6% intermedia bienes. Los destinos frecuentes son países de la región, de los que resalta Brasil, Argentina y Paraguay. Proexport+ podría influir en que el peso que tienen las compañías de menor tamaño, sea mayor. “Buscamos que más empresas accedan a nuevos mercados y que, de alguna manera, esos números se reviertan”, indicó Pablo Pereira, gerente de Exportaciones de Uruguay XXI, a CRÓNICAS.
Un relevamiento realizado por Uruguay XXI entre pequeñas y medianas empresas exportadoras -o con potencial exportador-, señaló que la falta de información y contrapartes en el destino; los trámites, permisos, notificaciones y certificaciones; los aranceles elevados y las dificultades para satisfacer la demanda, así como también la falta de recursos humanos capacitados son algunos de los obstáculos para exportar.
La creación del Sistema Nacional de Transformación Productiva y Competitividad fue una “gran innovación”, que derivó en que cada una de las instituciones tenga claro su rol y se conforme un ecosistema articulado, dijo Pereira. “La comunicación entre las instituciones es cada vez mayor y se sigue trabajando para ser cada vez más eficientes en este punto”, comentó.
El proceso de internacionalización es largo, evaluó Pereira. Asimismo, hay algunas fases que demandan costos elevados, a los cuales las mipymes no pueden acceder. Proexport+ facilita este camino, puesto que la realización de diagnósticos obligatorios determina el posible ratio de éxito.
Las expectativas son muy altas. “Herramientas como estas son de gran interés para los empresarios y permiten poder apoyarlos en gestionar sus proyectos de internacionalización”, mencionó. A la vez, expuso que desde hacía “bastante tiempo” las empresas no tenían un mecanismo de ayuda de este tipo.
Las características
A través del nuevo programa, las micro, pequeñas y medianas empresas podrán recibir cofinanciamiento de un aporte no reembolsable de hasta 40 mil dólares. Los emprendimientos seleccionados deben presentar un proyecto de internacionalización con una duración máxima de 24 meses, que incluirá un plan estratégico y de acción. En caso de necesitar soporte para el desarrollo del plan, Uruguay XXI brindará apoyo a las empresas a través de especialistas en la temática. Además, se les realizará un diagnóstico obligatorio a las compañías de forma gratuita, y cuyo resultado favorable será requisito excluyente para continuar avanzando en el proceso.
Para el primer año, Proexport+ tiene un monto definido de un millón de dólares a modo de “ventanilla abierta”, es decir que a medida que las empresas vayan cumpliendo con los requisitos, las ayudas se irán aprobando. Las propuestas serán analizadas por un comité que se reunirá una vez por mes.
El monto al que podrán acceder las empresas será cofinanciado y tendrá siempre una contrapartida que, si bien dependerá del tamaño de la empresa, oscilará entre el 80 y 70%. Una vez aprobado el plan, la empresa ejecutará la actividad, de la que deberá presentar su documentación probatoria para que se le reintegre el porcentaje acordado.
Asimismo, todo el programa tiene un mecanismo de seguimiento, y cada instancia de desembolso implica una presentación de información que se incorporará a la base de datos y en el historial de la empresa.
“Está previsto instancias de monitoreo, como todas las actividades que organiza Uruguay XXI. Hay un seguimiento que es fundamental, porque es la forma de tener en claro la ejecución de los fondos, que son públicos”, aseguró el ejecutivo.
Las actividades que se podrán cofinanciar son la capacitación, certificaciones, mejoras de productos, empaques, creación del área de comercio exterior, promoción en el exterior o búsqueda de compradores.
El 2017 para el instituto
El año para Uruguay XXI viene siendo “súper intenso”, con una agenda de actividades interesantes en lo que respecta no solo a nivel de exportaciones, sino también en función de “proyectos grandes”, mencionó Pereira. En este sentido, remarcó la realización del foro de la Unión Europea realizado por primera vez en nuestro país, y comentó la realización de la cumbre China-LAC, en Punta del Este, que tendrá lugar entre el 30 de noviembre y 2 de diciembre y contemplará a empresarios del gigante asiático, América Latina y el Caribe. Este evento está organizado por el Consejo Chino Para el Fomento del Comercio Internacional, Uruguay XXI y el Banco Interamericano de Desarrollo. Los resultados que se obtienen de la presencia de Uruguay en este tipo de actividades deben ser vistos “desde distintos ángulos”, como la imagen país y el seguimiento de potenciales inversores que se generen en las distintas instancias.
