Raúl Montero: “La cobertura actual de abastecimiento de agua potable supera el 98% de la población urbana”

EDICIÓN ESPECIAL | DÍA MUNDIAL DEL AGUA

Presidente de OSE


Los desafíos que la OSE tiene por delante están relacionados, entre otras cosas, al mejoramiento de la seguridad de los sistemas de abastecimiento, apuntando a garantizar la producción de agua en cantidad y calidad suficientes. A su vez, el organismo aspira a avanzar en el saneamiento del interior, a fin de mejorar la calidad de vida de la población.

-¿Cuáles son las acciones más importantes de la gestión de OSE en lo que va del período?

-Se ha logrado un importante avance para la concreción de una planta complementaria a la Planta de Aguas Corrientes en el Río Santa Lucía. Estará ubicada en la zona de Arazatí, departamento de San José. La obra comprende la instalación de una toma en el Río de la Plata, la construcción de una planta de producción y una tubería de conexión con la red de distribución de la zona metropolitana. Esta solución está orientada al fortalecimiento del sistema que abastece a más de la mitad de la población del país, disminuyendo notoriamente su nivel de fragilidad. Dicha fragilidad es la consecuencia de un comportamiento deficitario de la Cuenca del Santa Lucía en determinados momentos, pero también de que se ha llegado al límite de capacidad de producción y a la capacidad de transporte entre Aguas Corrientes y Montevideo.

Se realizó un refuerzo del sistema de abastecimiento de agua potable de la Costa de Oro. Este sistema desde hace décadas ha sido deficitario y no ha acompañado el desarrollo urbanístico de la zona. Esta tarea incluyó la instalación de dos plantas de producción de agua (UPA 2000) y un importante crecimiento de las redes de distribución, así como de conexiones domiciliarias.

-¿Cuáles fueron los resultados de la obra?

-Los resultados fueron muy satisfactorios, dado que se registraron niveles de agua en los depósitos de toda la zona por encima del 50%, incluso en horas de mucho consumo durante los días más calurosos de enero. Como se ha constatado una notoria demanda insatisfecha en la zona, se tiene planificado seguir mejorando dicho sistema.

Paralelamente, se trabajó en la mejora del sistema de abastecimiento de San Ramón, San Bautista, San Jacinto y Santa Rosa. Se logró durante la última temporada de verano un suministro normal, con niveles de depósitos muy satisfactorios, lo cual representó un cambio radical con respecto a los últimos años.

Se encaró una regularización de la situación laboral de los funcionarios presupuestados. Se logró llegar a una solución a este difícil tema, la que se está instrumentando. Se está trabajando en los procedimientos de ascenso necesarios para mantener el orden alcanzado.

-¿Cómo es actualmente la cobertura de abastecimiento en el país?

-La cobertura actual de abastecimiento de agua potable supera el 98% de la población urbana. Con respecto al saneamiento la cobertura en el interior del país –donde OSE tiene la responsabilidad del servicio– es del 50%.

-¿Cuáles son los principales desafíos a futuro en ese sentido para el organismo?

-El principal desafío no lo tenemos en relación a la cobertura del servicio de agua potable, aunque este directorio ha tomado medidas para rebajar el costo de las ampliaciones de red necesarias para llegar a esa población que aún no cuenta con el servicio. En tal sentido rebajó a la cuarta parte los costos de las redes. Se está dando además la necesidad de llegar, ante la solicitud de los interesados, a población rural próxima a las diferentes localidades. En este caso aparecen dificultades de costos altos debido a las bajas densidades existentes, propias de las zonas rurales.

En gran medida los desafíos a encarar se relacionan con el mejoramiento de la seguridad de sistemas de abastecimiento ya existentes, apuntando a garantizar la producción de agua en cantidad y calidad suficientes.

En ese aspecto se enmarca el proyecto Arazatí, los trabajos de la Costa de Oro, la construcción de una nueva planta de producción en Melo, el refuerzo de los sistemas de producción de Rivera y de distribución de Maldonado (Piriápolis y San Carlos) y los muchos otros trabajos detectados como necesarios en otras localidades.

Un capítulo aparte es el desafío de corregir los niveles de arsénico constatados en más de 160 lugares del país, lo cual se está encarando. Se han estado estudiando las posibles soluciones técnicas del problema teniendo en cuenta las dificultades que presenta cada una de las localidades, tanto desde el punto de vista técnico como del de gestión.

-Uruguay se encuentra a la vanguardia con respecto a la región en el acceso al agua potable, pero ¿qué falta por hacer?

-Uruguay tiene una larga historia en el tema del agua potable. Tiene servicios que comenzaron hace 150 años (Montevideo) y otros que ya son centenarios. Esto representa un gran orgullo para nosotros como país, pero a la vez es el origen de algunos de los problemas causados por esa antigüedad de las tuberías. El país ha apostado históricamente a hacer crecer su infraestructura sanitaria y no tanto a realizar tareas de reposición de la misma. El gran mérito de esta opción ha sido lograr una altísima cobertura de agua potable, lo que se refleja en la bajísima incidencia de enfermedades de transmisión hídrica en el país.

De todas maneras, falta completar lo que podemos llamar el ciclo urbano del agua, desarrollando el servicio de alcantarillado sanitario en el interior, que apenas tiene un 50% de cobertura. Se está trabajando activamente para aumentar en forma considerable ese porcentaje realizando una importante inversión. Esto va a redundar en una mejora de la calidad de vida de una gran cantidad de compatriotas y en una mejora apreciable del ambiente.

-En entrevistas anteriores se ha referido a la meta de mejorar el porcentaje de agua facturada con respecto al agua producida. ¿Qué puede decir hoy al respecto?

-Ese es un desafío permanente. Este problema básicamente está relacionado con las dificultades que tiene el organismo de realizar las inversiones necesarias para mejorar la infraestructura de distribución. OSE cuenta con unos 17.000 km de red, muchos de los cuales tienen de 60 a 100 años, y sustituye menos del 1% de los caños anualmente, lo que implica que sea difícil mejorar la situación y que muchas veces lo único que se logre sea mantener la misma.

A los efectos de apuntar a una optimización de los recursos económicos, el directorio del organismo aprobó un acuerdo con la empresa pública de agua de Israel, Mekorot, la cual tiene notoria experiencia en el tema, para que asesore a OSE en la materia.