A 20 años del primer Monitor Educativo de Educación Inicial y Primaria 2022 presentado por la División de Investigación, Evaluación y Estadística de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), CRÓNICAS dialogó con el consejero de ANEP, Juan Gabito, quien comentó a propósito de los últimos resultados: “Es muy positivo que Uruguay haya mantenido como política de Estado llevar estas mediciones”. Por otra parte, se refirió a la transformación educativa y las expectativas para los próximos años.
Por Antonella Aguinaga |@antoaguinaga15
Uno de los principales datos arrojados por el monitor fue la reducción en la matrícula por segundo año consecutivo, lo que resultó en que el tamaño promedio de grupo entre primero y sexto sea de 22,5 alumnos.
Por su parte, Gabito atribuyó esta disminución a la baja de la natalidad en Uruguay, que también se ve reflejada en otros aspectos y discusiones actuales como la seguridad social. “Nuestro capital humano es cada vez más valioso por escaso”, comentó Gabito, y reflexionó sobre la necesidad de mejorar la productividad de los recursos humanos del país.
Si bien durante la pandemia la educación presentó variaciones en algunos ámbitos, en esta oportunidad, la tendencia a la baja en la repetición se mantuvo. Sin embargo, lo que preocupa a las autoridades es el nivel de asistencia, que no pudo asimilarse con los datos del 2019.
Repetición y asistencia
Dos de los elementos fundamentales que mantienen tanto a los niños como a los jóvenes dentro del sistema educativo es la constancia y motivación en sus clases. Según el monitor educativo, la repetición en los primeros años presentó una tendencia a la baja y en 2022 se ubicó en 2,8%.
Este es un tema polémico cuando se habla de educación, ya que a partir del mismo año se comenzó a implementar la no repetición. Al respecto, Gabito realizó una apreciación entre la normativa y la práctica docente: “Hacemos énfasis en retener al niño en el sistema”, indicó, puesto que ANEP entiende que repetir años hace que más niños o jóvenes abandonen el sistema educativo, por lo que se plantea una educación por “tramos o ciclos”.
Otro pilar importante es la asistencia a clases, que en 2022 supuso una mejora si se tienen en cuenta los años de pandemia, pero aun así no ha alcanzado los niveles del 2019. De los 182 días lectivos de 2022, el 25% de los niños de primero a sexto faltó a más de 36 clases y la mitad faltó a más de 23. Sobre esto, el entrevistado sostuvo que ya se pierden varios días entre huelgas, asambleas y feriados y que dentro de la asistencia intermitente, el fenómeno ocurre en mayor medida, dentro de familias con menor capital cultural y económico. “En el papel están todas (las medidas) diseñadas, pero la realidad está demostrando que por lo menos este año, no funcionó”, afirmó.
Reforma educativa
Una de las bases de la reforma educativa es la inclusión de niños y jóvenes con capacidades diferentes. Para esto, ANEP destinó a varios acompañantes terapéuticos del Ministerio de Desarrollo Social, pero insistió en que debería haber más acompañantes pedagógicos. Más allá de la baja matriculación, Gabito se mostró optimista sobre la atención destinada a cada niño, teniendo en cuenta que son menos cantidad.
Consultado sobre la adaptación de diferentes docentes y alumnos, el vicepresidente de la ANEP hizo referencia a una reciente gira por Artigas, Salto y Paysandú, donde se encontró con diversas situaciones de personas “muy comprometidas y adaptadas a la nueva terminología” que supone la reforma. “Todos están de acuerdo con que es necesario un cambio pero nadie dice cómo”, aseveró en referencia a las críticas de quienes se oponen a la transformación educativa.
Expectativas 2023-2024
Preocupado por las recientes interrupciones de clases por parte de algunos estudiantes, Gabito indicó que los jóvenes caen en una contradicción dado que “se dice que se pretende defender la educación pública y lo primero que hacen es privar a otro de ese derecho”.
En ese sentido, las autoridades esperan que el último recurso sea el de la ocupación, pero con un diálogo previo. Sin embargo, “hay alguien que no les aconseja bien cómo es el camino”, dijo, y agregó que “se busca conflictividad más que una solución”.
Por otra parte, desde ANEP esperan concretar proyectos de infraestructura y edificación, ya que se considera una parte importante vinculada a la superpoblación en las aulas.
Escuelas rurales y déficit hídrico
La enseñanza rural es una de las grandes aristas de la educación que parece compleja de entender y un tanto rezagada, sin embargo, de acuerdo con Gabito, es uno de los espacios con mayor comunicación y compromiso. “Dentro de esa ventaja tienen la desventaja de que algunos grupos son muy reducidos”, señaló.
Por otra parte, según informó El Observador, el Programa de Alimentación Escolar elaboró una serie de recomendaciones para optimizar el agua en escuelas ante el déficit hídrico. Estas incluyen no colar el arroz, reutilizar el agua de la pasta y calcular un vaso de agua por niño al momento del almuerzo. A propósito, Gabito sostuvo que no cuenta con detalles de dicha guía pero que “no hay nada muy diferente a lo que se está haciendo con la población general”. También mencionó que se dispusieron una serie de medidas para financiar los gastos de agua embotellada que serán entregadas a las escuelas para fines de higiene y alimentación.