La presidenta del Colegio de Contadores, Economistas y Administradores del Uruguay, Cristina Freire, en entrevista con CRÓNICAS, realizó un balance del valor de la institución en nuestro país. Además, comentó las preocupaciones que tienen en agenda, los logros en materia de asesoramiento legislativo y cómo la organización, que cuenta hoy con 7.500 asociados, ha logrado acompasar los cambios del país en pos de la actualización constante de conocimientos. Los jóvenes, por su parte, son el futuro de un colegio fundado en un Uruguay de 1893.
Por Anahí Acevedo | @PapovAnahi
Resulta difícil identificar si a finales del siglo XIX en nuestro país, cuando un grupo de 17 profesionales se asociaron para fundar el Colegio de Contadores, Economistas y Administradores del Uruguay (Cceau), imaginaron que 125 años después su iniciativa se habría transformado en una institución referente en su materia y que incluso los legisladores y gobernantes les hubiese dado su propio espacio para ser escuchados.
Por ese entonces, nuestro país se encontraba bajo la Presidencia de Julio Herrera y Obes, e intentaba recuperarse de la crisis financiera del 90; tanto motivos nacionales como internacionales hicieron tambalear la economía. Bancos quedaron en bancarrota, el campo sufrió sequías y plagas, y Brasil impuso su proteccionismo. Sin embargo, un 18 de abril de 1893 la organización tuvo nacimiento, convirtiéndose en la más antigua del continente y llegando hoy a reunir a más de 7500 socios.
Su actual presidenta, Cristina Freire, ingresó hace nueve años a la gestión, cuando eran 6.000 los asociados. La contadora dialogó con CRÓNICAS a raíz de un nuevo aniversario y realizó un balance de la institución.
Mirando hacia atrás, calificó como “audaces” a sus fundadores, y subrayó que el Colegio siempre ha estado a la vanguardia de todo aquello relacionado a la profesión, así como también en la defensa gremial. Es que varios han sido los cambios por los que atravesó Uruguay desde entonces hasta la fecha, y sobre estos, Freire aseguró: “El Cceau ha sabido acompasarlos y, al mismo tiempo, ha crecido mucho”.
Freire pertenece a la generación de contadores que vio la realización de los estados contables en viejos y enormes libros, casi arcaicos. Hoy, los profesionales no solo utilizan softwares contables, sino de gestión, ante los que deben actualizarse. “Algunos nos dicen que nuestra profesión puede estar en peligro de desaparecer. Yo pienso que no, ya que nos vamos adaptando con el tiempo. Hemos abierto las puertas a todas las universidades con todos los títulos equivalentes”, expresó Freire.
Una voz que se hace oír
La presidenta mencionó la participación de la institución en las instancias de discusión legislativa, y el espacio que se le ha otorgado. En este sentido, recordó que muchas veces exponen discrepancias técnicas y que el punto de vista que ofrece el colegio es desde la sociedad, por lo que son un referente a nivel de organismos públicos. “Hemos logrado avances a través de los grupos de trabajo de relacionamiento con el Estado. Se ve que lo decimos bien, porque somos escuchados”, comentó.
Respecto a esto, Freire ejemplificó con la unificación de la planilla de trabajo entre el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y el Banco de Previsión Social, y los avances web que tuvo la Dirección General Impositiva. “El relacionamiento de ida y vuelta que tenemos con los organismos del Estado es muy rico”, sostuvo.
La razón por lo que la opinión del Colegio se toma en cuenta tiene como base, según la representante, en la discusión técnica que proponen, ajena a colores partidarios y abrazada a la ética. “Si hay una Rendición de Cuentas y nos parece que hay un desequilibrio somos los primeros en decirlo. Que seamos aceptados o que la ley se cambie alguna vez lo hemos logrado, pero fuera de eso, decimos las cosas técnicamente”.
Las preocupaciones
Dentro de las preocupaciones del Colegio se encuentra en agenda la Ley de Transparencia y prevención de lavado de activos que prevé la inclusión de abogados y contadores entre los sujetos obligados a declarar operaciones sospechosas, que, según palabras de Freire, “habla sobre algunas cosas que no compete y tenemos un poco de temor”.
Además, dijo que se encuentran abocados al análisis de la normativa y que esperan por el decreto reglamentario, ya que se trata de una ley “un tanto ambigua en algunos aspectos”.
“Si vemos un desequilibrio en una Rendición de Cuentas somos los primeros en decirlo”.
En tanto, declaró que los contadores son la primera línea que le transmite al cliente la no evasión de impuestos. “Dentro del colegio existe una ética y transparencia. No es que estamos en contra de la ley, pero sí estamos preocupados por el alcance. Ya tenemos nuestros propios pronunciamientos”, aseveró.
La Ley de Inclusión Financiera ha sido otra de las legislaciones del último tiempo sobre la cual la institución se ha pronunciado solicitando una prórroga, sobre todo, contemplando la realidad rural del país. “Hemos tenido nuestras discrepancias en algunos puntos, porque había algunos vacíos que incluso el Ministerio de Economía y Finanzas aceptó, pero ha sido un avance positivo desde el punto de vista tecnológico y la necesidad de adaptarse al mundo de hoy.
Las nuevas generaciones
Desde el Cceau tienen claro que los jóvenes son el futuro de la asociación. Para que estos se incorporen a la vida del gremio les ofrecen beneficios tales como cuota cero durante un año, subsidios y actividades que, Freire asegura, les acerca al sentimiento gremial. “Quienes estamos actualmente queremos dejarles lugar. Así como nosotros tenemos en nuestro ADN el principio de ética y transparencia que le transmitimos a ellos, los jóvenes son millenials y cuentan con la capacidad de comprender las nuevas tecnologías con mayor facilidad”, observó. Sin embargo, la cifra de los recién egresados que componen el Colegio no es muy alta, por lo que la institución se propone aumentarla gradualmente.