Ante la demora de la concreción de la hidrovía de la Laguna Merín que se encuentra a la espera de que Brasil realice el dragado correspondiente, el intendente de Cerro Largo, Sergio Botana, se refirió a la posibilidad de alguien “no convencido, que esté haciendo mucha fuerza para que el proyecto no salga”.
La hidrovía binacional de la Laguna Merín y De los Patos fue proyectada en 2010 a través de un tratado firmado en Santana do Livramento, entre los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y José Mujica. A partir de entonces, se creó una secretaría técnica que “no ha parado” de trabajar, según Gustavo Guarino, presidente de la Delegación Uruguaya de la Comisión Mixta Uruguayo – Brasilera para el Desarrollo de la Cuenca de la Laguna Merín. El cuello de botella que viene enlenteciendo el proyecto está en que se deben realizar algunas obras de dragado de importante magnitud a la salida de un canal San Gonzalo, del lado brasilero, comentó Guarino.
En tanto, el intendente de Cerro Largo, Sergio Botana, en diálogo con CRÓNICAS, expresó que la hidrovía en correcto funcionamiento le aportaría a la zona Este del Uruguay la posibilidad de plantar lo que hoy no se puede por los costos de los fletes, así como también de industrializar “producciones enteras de minerales” y de lograr una estabilidad política que viene detrás del desarrollo económico. “Hay mucho para ganar y muy poco para perder en el desarrollo de este proyecto que queremos ver y que no conseguimos”, dijo.
En este sentido, expresó que “se está desperdiciando un enorme recurso” y confesó que, a su parecer, la demora de la finalización del proyecto lo hace cuestionarse sobre la existencia de “un no convencido”. De esta forma, comentó: “Tengo el temor de que exista alguna razón que no conozco que impida el desarrollo de este proyecto o que algún competidor de mucha fuerza pudiera estar influyendo negativamente en este proceso. Alguien traba esto”, afirmó. Añadió que la gran razón podría ser “una generalizada ignorancia sobre este asunto”.
En tanto, Javier Vidal, subdirector de la Dirección General del Área para Asuntos de Fronteras, Limítrofes y Marinos del Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo a CRÓNICAS que la falta de definición del mecanismo de salida a través del dragado imposibilita la inversión privada. “Es una cuestión, como en el truco, para ver qué es lo que se juega. El privado está esperando a que se den los pasos necesarios que garanticen la navegación.
Sin embargo, descartó algún posible interés de que el proyecto no llegara a buen puerto, aunque comentó que en el comienzo “pudo haber habido algún temor de establecer alguna rivalidad de puertos” que luego se disipó y subrayó que la hidrovía “no ha estado quieta”, sino que se desarrolló a un ritmo paulatino y lento.
El foco en la integración
El pasado lunes 13 de noviembre se desarrolló, con el apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y el Centro de Formación para la Integración Regional (Cefir), el Observatorio de Fronteras Brasil – Uruguay, donde se analizaron las políticas de integración fronteriza, el desarrollo de infraestructura entre ambos países y el rol de la Laguna Merín en la agenda binacional.
Para CAF, son fundamentales los temas de integración regional, expresó a CRÓNICAS Germán Ríos, director representante en Uruguay de CAF. En este sentido, la institución tiene varios programas para actuar en las fronteras y para resolver los cuellos de botella a nivel fronterizo. El Cefir forma parte de ello. Además, la institución posee otros programas que atacan la problemática fronteriza como, por ejemplo, las hidrovías en Sudamérica, donde la de la laguna Merín y la de Los Patos están involucradas.
Para Ríos, la infraestructura que hay entre la frontera entre Brasil y Uruguay tiene uno enorme potencial para estar mucho mejor. “Posee un potencial agroindustrial enorme cuya demanda va a aumentar en los próximos años por el crecimiento de la población mundial, por tanto, va a ser muy importante que esa infraestructura se adecue a mayores volúmenes de carga. Por eso es que el proyecto de la hidrovía es tan importante, porque toda esa frontera agrícola que está creciendo en ambos países necesita movilizarse de alguna manera y la forma de hacerlo es mejorando muchísimo la infraestructura”, explicó.
