El miércoles pasado se llevó adelante un desayuno organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing del Uruguay (ADM), que contó con la participación de tres personalidades referentes del país, en el cual analizaron la situación actual regional e internacional y sus preocupaciones.
La pandemia dejó un contexto regional e internacional desfavorable con conflictos que aún no están resueltos, como la guerra de Ucrania y Rusia que perjudica en gran medida al mundo entero. En esta instancia disertaron el secretario general de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), Sergio Abreu; el presidente del Consejo Iberoamericano para la Productividad y Competitividad y de la Fundación Astur, Enrique Iglesias; y el expresidente de la República, Julio María Sanguinetti.
La apertura del evento, realizado en el Club de Golf del Uruguay, comenzó con la bienvenida tradicional del presidente de ADM, Jorge Abuchalja, quien expresó el agradecimiento a los expositores. Asimismo, dijo que han pasado dos años de la pandemia y es un tema que “aún sigue prendiendo, aunque se sufrió mucho”.
Apostar a la tecnología y educación
En ese marco, Abreu se enfocó en el empleo y resaltó la importancia de la tecnología y la educación para el futuro de las nuevas generaciones. Según dijo, dos tercios del comercio mundial son intrafirma. Esto refiere a que las grandes empresas crean cadenas de valor, y esas cadenas desarrollan sus estrategias en función de los grandes centros de consumo. “El 60% de los bienes que se exportan son semiterminados”, agregó. En estos aspectos, existe como elemento fundamental la tecnología, que ha sido “la cuarta revolución industrial que ha enfrentado a la productividad por un lado, y a la competitividad por el otro”.
Con relación al empleo, sostuvo que en la región se perdieron más de 30 millones de puestos de trabajo en las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). “Al tejido social se agrega una guerra que instala la inseguridad energética y la inseguridad alimentaria”, manifestó.
Asimismo, hizo énfasis en que el continente es el más desigual del planeta. Sin embargo, es excepcional por sus capacidades de empleo, ubicación y clima. “El único desafío es apostar a la educación”, opinó.
Panorama internacional
Por su parte, Iglesias explicó que el panorama internacional es “complicado y peligroso”. Sin embargo, en los últimos años cambió y fue para bien, sobre todo en el área de comercio, que aumentó de una forma exponencial. No obstante, resaltó que se debe privilegiar el “barrio” frente a este mundo inestable, donde se presentan fuerzas ideológicas “muy sólidas”. Considera que se debe apostar al conjunto de países que están alrededor y en el mundo, porque es un lugar de “desarrollo socioeconómico para todas las partes”.
Además, “hoy más que nunca hay que pensar con un sentido pragmático de diálogo permanente frente al contexto mundial”, reflexionó.
En tanto, Sanguinetti dijo que desde las perspectivas nacionales y globales la pandemia no tuvo respuestas universales, sino que cada uno “se arregló como pudo” y esto demostró cómo la globalización no estaba comandada por nadie.
A su vez, destacó que en los últimos años se dieron ciertas restricciones por las diferencias entre las potencias China y Estados Unidos. Entonces, consideró que es fundamental saber hacia dónde se dirige la conducción política. “Estados Unidos en esta etapa ha sido claro en cuanto a la defensa del derecho internacional y a la defensa de los valores democráticos”, declaró. Aparte, dijo que el líder soviético está corriendo un riesgo, que justamente preside una democracia que “no ha logrado afianzarse lo suficiente”. En este caso, “representa lo que se llama democracias iliberales; ese gobierno es emanado del voto popular, pero, al no respetar los valores humanitarios de la libertad individual, actúan siempre al borde de un autoritarismo”, señaló.
Reflexión sobre Uruguay y Argentina
Sanguinetti entiende que existe un debate muy fuerte en materia de productividad y competitividad. Con respecto a esto, dijo que Uruguay es un país caro, pero tiene un equilibrio social que le permite sostener ciertos niveles de educación, salud y servicios.
Por otro lado, sostuvo que Argentina es un país extraordinario en factores económicos, materiales y en recursos humanos. No obstante, “nunca alcanza lo que estas potencialidades deberían brindar”. Además, remarcó que “el país vecino seguirá siendo barato y nunca va a caer porque esos aspectos en materia de recursos permiten que siga adelante de un modo que difícilmente caería, después de esas confrontaciones políticas tan agudas”.
