Autoridades del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) participaron de la firma del contrato de Participación Público-Privada (PPP) con las empresas Construcciones Viales y Civiles SA y Rover Alcisa SA, para la construcción de infraestructura vial en la ruta 6. Las obras, que durarán un lapso aproximado de dos años y medio, buscan generar un tránsito más seguro, según explicó el ministro de Transporte, José Luis Falero, en conferencia de prensa.
El pasado lunes, con la presencia del titular de la cartera, del subsecretario Juan José Olaizola y de autoridades de las empresas participantes, se firmó el contrato para la realización del diseño, construcción, operación y financiamiento de las obras en la ruta 6.
Con base en el mecanismo de PPP, y luego de una licitación pública internacional, el proyecto fue adjudicado al Grupo Cuchilla Alta, conformado por la empresa española Rover Alcisa y por la compañía uruguaya Construcciones Viales y Civiles (CVC).
El plan, cuyos inicios están previstos para el próximo mes de marzo, busca “mejorar la calidad del pavimento y dar seguridad vial”, según declaró el ministro. “Nos sentimos felices de poder estar aportando al Uruguay una obra de esta magnitud, que significa U$S 199 millones para nuestro país”, señaló.
Las inversiones van dirigidas específicamente a un tramo de 78 kilómetros que abarca partes urbanizadas y rurales de los departamentos de Montevideo, Canelones y Florida.
En lo que refiere a la apuesta por un tránsito más seguro, las obras prevén la concreción del bypass de San Ramón, lo que evitaría que vehículos que transportan cargas pesadas entren en zonas urbanizadas.
A su vez, se busca generar más vías de tránsito y calles paralelas, así como una doble vía en los primeros 10 kilómetros.
Por otro lado, se proyecta realizar intervenciones en 16 puentes que se encuentran dentro del trazado, los que se suman a los 156 que esta administración planea modificar en todo el período.
Diego García, ingeniero y representante de CVC, destacó que el día que el presidente Luis Lacalle Pou asumió “dijo que la ruta 6 era un compromiso”. “Esperemos que este sea el comienzo, ha sido una ruta bastante olvidada en la historia del Uruguay”, sentenció el empresario.
En este sentido, Falero indicó que el objetivo del MTOP es que la carretera se transforme en una red vial de importancia a nivel nacional y recordó que a finales de año el Ministerio licitó otros tramos al norte de la misma.
Concretamente, se espera que las obras en la ruta 6 estén prontas antes de finalizar el período de gobierno y que se traduzcan en beneficios para la población de las zonas que ella atraviesa.
El papel de las entidades financieras
Tanto García como el mandatario destacaron el rol de las entidades financieras en la concreción de este proyecto. “Esto sin ellos no se puede hacer, creo que logramos hacer un buen equipo”, agregó el representante de CVC, subrayando que fueron cuatro años de trabajo que se volcarán a la sociedad.
Por su parte, Falero agradeció “en particular, a todo el sistema financiero”, que “ha apoyado para que estas cosas sucedan”.
Las palabras de ambos iban dirigidas al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), al BBVA y al Banco República, cuyo presidente asistió al evento.
Uruguay es visto con buenos ojos a nivel internacional
En la ocasión, el titular de Transporte se refirió a la cooperación de la empresa uruguaya y la compañía española, valorando la conformación de un consorcio entre ambas. “Eso nos hace pensar que Uruguay, a nivel internacional, tiene el interés de empresarios de otros países para asociarse con los nuestros. Creemos que podemos construir obras de infraestructura de nivel”, afirmó.
La firma valenciana Rover Alcisa formará parte por primera vez del negocio de concesiones uruguayo, aunque ya tiene experiencia en la materia en Latinoamérica; en Colombia es el mayor operador de rutas ferroviarias.
El fin de las PPP
Materializados los acuerdos en la anterior administración, quedaron pendientes obras en carácter de PPP para este período de gobierno. No obstante, la coalición decidió que, luego de cumplir con lo establecido, se pusiera fin a esta forma de financiamiento para contratos viales. Esto se debe a que se entendió que era necesaria una readaptación para que se generaran menos sobrecostos, buscando que las alianzas fueran provechosas tanto para el espectro público como privado.
Es por esto que, como alternativa, se establecieron los Contratos de Rehabilitación, Mantenimiento y Financiación (Cremaf), apuntando a plazos más cortos y a menos demoras en el plano burocrático. Este esquema promueve la concreción de los proyectos en un lapso aproximado de dos años y al final del proceso el Estado abona las cantidades correspondientes. Luego, a la empresa responsable se le adjudica la tarea del mantenimiento de la obra –lo que también se daba en la otra modalidad y genera estándares de calidad–.
En contraposición, en las PPP, la compañía que obtenía la licitación debía buscar entidades que se encargasen del financiamiento. En ese caso, el reembolso del dinero al capital privado se daba desde la finalización de la obra hasta el cierre del contrato, en cuotas a largo plazo, en el período de 20 años.
En este contexto, la obra de la ruta 6 será la última que se financiará de acuerdo al modelo anterior. En los 10 años en los que se aplicó el formato PPP se ejecutaron más de una decena de proyectos, con inversiones totales superiores a US$ 2.000 millones.
En la actualidad, con el sistema Cremaf ya vigente, el MTOP ha anunciado tres licitaciones en diciembre, previstas para dos tramos en ruta 5 y uno en ruta 9. Se espera que estas obras comiencen a mitad del corriente año. Mientras tanto, las PPP firmadas con anterioridad se vienen desarrollando a “buen ritmo”, de acuerdo con Falero.