Si bien aún no comenzó la cosecha de soja, el presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Pablo Zerbino, comentó a CRÓNICAS que se evalúan pérdidas por US$ 600 millones debido a la sequía que azotó el país durante el verano.
Por Jessica Vázquez | @jessvazquezl
Según el informe a cargo de Jeff Masters, presentado recientemente por la publicación especializada Weather Underground, la falta de lluvias en el sur de América Latina derivó en que varias regiones de Uruguay y Argentina sufrieran su peor sequía en décadas. Según cálculos primarios, las pérdidas entre ambos países fueron evaluadas en unos US$ 3.900 millones.
Debido a los resultados volcados por el documento, Zerbino fue consultado y ratificó el hecho de que se está frente a una situación comprometida para los agricultores y el país en general a causa del déficit hídrico. “Tengo algún elemento que habla de 600 millones de dólares perdidos, pero es una estimación, ya que aún no se tienen cifras de la cosecha de soja”, aseguró.
El presidente de la ARU sostuvo que serán un factor determinante las cifras correspondientes a la soja, y recordó que no están cerrados aún los datos del ganado de carne de esta época, lo que permitiría evaluar con más certeza el impacto de la sequía. Enfatizó en que hasta que esto no se cierre, no hay una cifra segura.
El impacto en la rentabilidad es un punto que Zerbino tomó como negativo. Subrayó que sobre todo a corto y mediano plazo esta situación golpea directamente al agricultor. “Ha habido una gran cosecha el año anterior, fue récord para el país, pero ahora pasamos a una estimación de un 50% menos en el rendimiento por hectárea en chacra; entonces se está previendo un golpe muy duro”, dijo.
En el mismo período del año anterior, según comentó el presidente de la gremial, los productores uruguayos tuvieron una excelente cosecha para poder acomodar sus finanzas y volvieron a apostar a la soja como elemento de solución. “Lamentablemente, este año eso no va a poder ser y se generará una situación muy comprometida para un sector que viene cascoteado”, afirmó.
Agregó que a esto se le agregan los costos de producción cada vez más elevados, lo que torna al tema más complejo aún. Además de la soja, la ganadería y la lechería también acarrearían dificultades.
Productores de rodeos y tambos han tenido que utilizar las reservas forrajeras de invierno.
Explicó Zerbino que se afectan los índices de producción de los rodeos y el de los tambos porque los productores han tenido que utilizar sus reservas forrajeras especialmente preparadas en primavera y verano para el invierno. “Lamentablemente, han tenido que usarlas con anticipación, por lo que se prevé una dificultad muy seria para producir de acuerdo a la necesidad a futuro”, explicó.
Costos en el mercado
En cuanto a los costos, Zerbino indicó que continuarán en suba. Sin embargo, aclaró, a nivel internacional la demanda de los productos primarios está vigente y los valores son buenos.
“El problema pasa por otro lado, por los altos costos de producción que hasta ahora no han tenido freno. Es evidente que si ya la cuenta al ganadero, lechero y agricultor no le está cerrando con un ejercicio tan bueno como el del año anterior, ¿qué podemos esperar para este?”, se cuestionó.
El titular de la ARU, fue crítico al expresar que será una tarea de suma dificultad para el próximo ejercicio sobrellevar el costo de la canasta básica familiar, que cada vez se encuentra en aumento. “El hecho de que los precios de producción por hectárea sea elevado perjudicará a todo el sistema”, sentenció.
Acciones a realizar
Lo que se ha realizado hasta el momento es la declaración de zonas de emergencia por parte del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). Eso ha ido abarcando cada vez más departamentos del país y secciones judiciales, sectores por donde se ejecutan las acciones en función de la realidad del lugar.
Este déficit hídrico, como lo indicó el empresario, tiene de particular que ha sido irregular en la extensión del territorio, con lluvias disparejas. “Puntualmente, hay lugares que están muy bien y otros que han llegado a extremos complicados, donde ya no solamente no hay pasto, sino que el agua también está escaseando mucho”.
Zerbino destacó que lo importante es que los ministerios de Ganadería y Economía estén alertas de la gravedad en la que se puede estar incursionando, dado que, en su opinión, esta situación será complicada y llevará mucho tiempo normalizar.
“Las autoridades deben entender y conocer las dificultades por las que pueden estar pasando muchos productores, y actuar en el momento adecuado para evitar que sea aún peor”, añadió.
Ley de Riego
El titular de la ARU fue consultado respecto a si la situación podría haberse revertido con una Ley de Riego vigente y en funcionamiento, a lo que comentó que se trata de un mecanismo que llevaría años para poder ser aplicado y que además no solucionaría todos los problemas.
“Hay que ver lo que implica aprender a regar, todos los costos involucrados en los propios equipos de riego, el know how, la parte técnica que es muy fina y muy difícil de trabajar; se trata de una tecnología de grueso calibre que no es simple”, indicó Zerbino.
“La implementación y aprendizaje del sistema de la Ley de Riego, requiere tiempo y dinero”.
El entrevistado recalcó que no se trata de tecnologías baratas y que, por lo tanto, es una apuesta a largo plazo que es necesario estudiar cómo se puede encaminar. “Uruguay no tiene mayor experiencia porque nosotros somos un país donde llueve mucho normalmente y tenemos solo algunos períodos complicados. La implementación y aprendizaje requiere tiempo y dinero”, opinó.