En 18 de Julio, General Flores y el Mercado Modelo se ubican algunas de las sucursales que los trabajadores del BROU (Banco República del Uruguay) ocuparon en los últimos días. El cierre de puntos de atención en el interior del país es solo la punta del iceberg de un conflicto que no encuentra solución.
La mayoría radical de AEBU (Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay) no respalda la reestructura del BROU, mientras que algunas agrupaciones, como la 17 apuestan al diálogo y no se resisten ante el avance de la inclusión financiera. Carlos Márquez, dirigente de este espacio dialogó con CRÓNICAS acerca del conflicto y afirmó que ve “pasividad” en las autoridades del BROU, algo que impide el diálogo y el acuerdo.
“Es la punta del iceberg”, así define el dirigente de la Agrupación 17 de AEBU, Carlos Márquez, al cierre o la fusión de sucursales que se dieron en diferentes puntos del país por iniciativa de la directiva del Banco República.
Márquez relata que la reorganización de la red física del banco no es una novedad ya que comenzó en 2014. “El objetivo del banco era compartible, porque se ponía foco en la universalización de servicios en un marco de competencia y con una gran dinámica de cambios”, señaló el dirigente.
En los últimos 10 años el BROU promedia una ganancia anual de US$ 146 millones, tiene 133 sucursales, 3.800 funcionarios y el 46% del mercado bancario.
En este marco de reestructura los afiliados reclaman, en función del convenio colectivo vigente, tener voz en el proceso de cambio, algo que el banco rechazó.
“El Directorio no comprendió en tiempo y forma que debía hacer participar a los trabajadores en la reforma”, señaló el dirigente de la lista 17.
Posteriormente este espacio propuso generar un ámbito de discusión tripartita con el Ministerio de Trabajo, algo que no compartieron los demás afiliados al sindicato.
A partir de allí, las partes distanciadas se relacionaron a través del conflicto: ocupaciones y movilizaciones.
Dentro del sindicato también hubo diferencias, por ejemplo, discusiones políticas partidarias donde se colaron proclamas que poco tienen que ver con la Banca como la derogación de la Ley de Riego y el reparto de listas políticas.
A este respecto, Márquez señaló que las discusiones internas no ponen en peligro la fortaleza de AEBU en el conflicto.
“Debe haber involucramiento de otros actores, de autoridades, para que la negociación se oxigene”, indicó el dirigente. Finalmente señaló que los trabajadores necesitan de las mayores garantías de cara al proceso de transformación al que se enfrenta la institución bancaria. “El Espacio 17 intenta generar puentes entre gente que no se comunica bien”, señaló Márquez que lamentó que recién el pasado miércoles se haya comenzado el estudio parlamentario del tema.
En cuanto a esto, Márquez apuntó que existe “cierta pasividad” en las autoridades del Banco República a la hora de dialogar y buscar una solución que conforme a ambas partes.