Se dieron a conocer los ganadores y menciones del Premio Nacional de Artesanía en su edición 2018 y se inauguró la muestra de las piezas en el Museo Juan Manuel Blanes. En la instancia, también se entregaron los Reconocimientos de Excelencia para productos artesanales del Cono Sur.
El arte, muchas veces, lleva a realizar una retrospección o proyección hacia tiempos que tal vez no se hayan vivido. “Mirar hacia las raíces es mirar a la calidad humana y crear un compromiso con el futuro”, así definió Carolina Cosse, ministra de Industria, Energía y Minería, al arte presentado en el Premio Nacional de Artesanía 2018.
Con la participación de autoridades nacionales y de referentes de la artesanía de toda América Latina, se entregó el Premio Nacional de Artesanía 2018, un concurso anual dirigido a artesanos y talleres artesanales de todo el país, organizada por el MIEM, a través de la Dirección Nacional de Artesanías, Pequeñas y Medianas Empresas (Dinapyme); el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), a través de la Dirección Nacional de Cultura; y la Comisión Nacional Asesora de Artesanías.
Carolina Cosse dio su visión sobre la importancia de instancias de premiación como estas. “A veces se piensa que el artista trabaja un día y ya hace una obra de arte. Pero me consta que requiere trabajo constante, esfuerzo, sacrificio, compromiso y un tratamiento especial según el material para lograr obtener los premios que hoy tenemos en el museo”, sostuvo.
Desde el MIEM se viene impulsando el diseño y el arte, porque según la titular de la cartera, “es de los trabajos del futuro, que al incorporar elementos de belleza en los productos, mejora la calidad sustancialmente”.
Para la ministra, con estos trabajos se logra recuperar la esencia del ser humano a través de una expresión artística relacionada a cuestiones de uso cotidiano. “Nosotros tenemos el arte concebido como que se mira y no se toca en general, pero la artesanía devuelve a la cotidianeidad el esfuerzo por la hermosura. Me llena de orgullo ver esto, creo que podría haber un efecto contagio y una sinergia natural entre las cuestiones de diseño y la capacidad para seguir avanzando en nuestra matriz colectiva”, puntualizó.
La iniciativa tiene como objetivos promover la creatividad y la innovación en la producción artesanal de todo el país, para de ese modo mejorar su comercialización; impulsar la investigación sobre las raíces culturales del Uruguay y su expresión en obras artesanales contemporáneas; alentar el rescate de oficios en vías de desaparición y difundir la actividad a todos los niveles.
En la misma jornada se entregó el Reconocimiento de Excelencia del Consejo Mundial de Artesanía (WCC) de América Latina, un instrumento disponible para que artesanos de todo el Cono Sur pueden presentar su trabajo para que un jurado internacional lo evalúe, y defina si la pieza alcanza un nivel superior de calidad, innovación y posibilidades de comercialización.