Según el gerente de ACAU, Ignacio Paz, “va a llegar un momento en que el país se encuentre pronto” para la utilización de automóviles eléctricos, lo que va a derivar, más adelante, en “un alza exponencial”. Agustín Romelli, presidente de Ascoma, indicó que no hay una demanda “de aluvión” por los vehículos, pero sí notó cierto interés hacia estos gracias a su característica ecológica y económica.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
Los automóviles eléctricos ya son tendencia en el mundo. Muchos países de economías desarrolladas permiten que esta nueva modalidad de transporte sea más accesible a la sociedad, en búsqueda de un ambiente más ecológicamente saludable.
Uruguay seguirá esta tendencia, “pero con las demoras propias de nuestro país”, de acuerdo con Agustín Romelli, presidente de la Asociación de Concesionarios de Marcas de Automotores (Ascoma). Consultado por CRÓNICAS sobre este tema, opinó que la electrificación total de autos “va a demorar un poco más” en llegar, ya que se pasará primero por los vehículos híbridos.
Por su parte, Ignacio Paz, gerente de la Asociación del Comercio Automotor del Uruguay (ACAU), sostuvo que la evolución de posesión de automóviles eléctricos por particulares será al alza, pero en forma paulatina. “Pero va a llegar un momento en que el país se encuentre pronto y se haga el clic, y ahí va a ser un alza exponencial”, afirmó.
En este sentido, Romelli explicó que nota un cierto interés hacia esta modalidad de transporte, aunque sí distinguió que no se trata de una demanda “de aluvión”.
Ese interés, en tanto, se debe a dos razones: la gente que piensa en el medio ambiente, y la parte económica, ya que conducir un vehículo de estas características es “mucho más barato” que hacer lo propio en uno con motor de combustión.
Adecuarse a los cambios
Ahora bien, ¿está Uruguay preparado para un futuro de movilidad eléctrica?
Tanto Paz como Romelli consideran que no. Para ambos, es necesaria una infraestructura adecuada para los nuevos vehículos, que hoy el país no tiene. El presidente de Ascoma indicó, incluso, que a Uruguay “aún le falta mucho” para estar preparado para la circulación de autos eléctricos particulares.
Dentro de la infraestructura necesaria se requieren, principalmente, las estaciones de carga. Ya existe la denominada “ruta verde”, que conecta el Chuy con Colonia –un tramo de alrededor de 500 kilómetros de distancia-, que cuenta con varias de esas instalaciones a 60 kilómetros una de otra. Asimismo, se está trabajando en proveer de más estaciones al interior del país, para que los vehículos puedan ser una realidad, según Paz. El gerente señaló que “los vehículos existen”, pero destacó que la demanda actual no es muy fuerte.
Romelli concordó con Paz, y subrayó que la instalación de puntos de carga se irá haciendo “paulatinamente, a medida que exista la necesidad de consumo”, que hoy es muy limitada.
El gasto, ¿en combustible o en electricidad?
Si bien adquirir un automóvil eléctrico puede resultar más caro que la compra de uno con motor a combustión, a la larga es el eléctrico el que puede generar ahorros.
Paz se refirió a un estudio en conjunto realizado por UTE y el Ministerio de Industria, Energía y Minería, en el que se concluyó que un mismo recorrido cuesta $8 en combustible y solo $1 en electricidad, de acuerdo con las tarifas correspondientes. Es así que hay una ventaja “muy importante” del eléctrico sobre su par a base de gasoil.
El gerente de ACAU recalcó, además, otros beneficios para los automóviles eléctricos. En primer lugar, la exoneración del pago de patentes por parte de la Intendencia de Montevideo hasta el 31 de diciembre de 2022, y a su vez, que los proyectos de inversión que incluyan vehículos eléctricos tendrán un tratamiento y una suma de puntos “bastante importante”.
Un futuro eléctrico, por ley
Paz hizo referencia, también, a un proyecto de ley presentado en 2017 por el senador del Partido Colorado, Pedro Bordaberry.
El proyecto consiste en la prohibición de la fabricación, armado e importación de los vehículos a combustión interna desde 2030 en adelante, así como también de la circulación en territorio nacional de estos vehículos a partir de 2036, según comentó a CRÓNICAS el parlamentario.
Como principal objetivo detrás de la necesidad de esta iniciativa, se justifica el excedente de energía que Uruguay tiene, pudiendo así darle un mejor uso a estos vehículos.