Según el informe elaborado por la Dirección de Estudios Económicos de la Cámara de Industrias del Uruguay, en base a datos proporcionados por las empresas nacionales fabricantes de cemento, en el tercer trimestre de 2017 las ventas de este producto ascendieron a 203.100 toneladas, con un aumento del 3,4% respecto al mismo período del año anterior.
Del total de ventas nacionales de cemento, el 21% tuvo como destino la exportación (43,6 mil toneladas) y el restante 79% el mercado interno (159,5 mil toneladas). Como puede observarse en el gráfico, las ventas de cemento –en toneladas– muestran una trayectoria relativamente similar a la producción que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Las ventas de cemento en Uruguay tienen una alta orientación al mercado interno y se observa una alta correlación entre las ventas plaza de cemento en toneladas y la actividad de la construcción. En el segundo trimestre del año, las ventas de cemento con destino al mercado doméstico – medidas en toneladas -, verificaron una contracción del 10,9% en comparación a julio – setiembre de 2016.
Según Federico Gutiérrez, director general para las Operaciones de Uruguay de Cementos y Hormigones Artigas, consultado por CRÓNICAS, aclaró que “los cambios climáticos son un factor muy importante que afectan directamente a la industria de la construcción”. En parte adjudicó esta baja en las ventas a las pluviosidades que se han dado por encima de la media, lo que generó cierto desfasaje.
En julio – setiembre de 2017, las exportaciones de cemento en toneladas registraron una suba del 148% en comparación a igual período de 2016, siendo Argentina el principal destino de las colocaciones externas de dicho producto (68%), seguido por Paraguay (31%) y Brasil (2%).
En lo que refiere a estos datos de exportación, Gutiérrez explicó que fueron estas ventas las que apuntalaron el crecimiento. De todas maneras, no se avizora la posibilidad de llegar a otros mercados, más allá de la región, para aumentar en mayor medida la exportación. Esto se debe a que el cemento “es un producto relativamente barato, entonces el impacto del flete es predominante en los costos”, comentó.
“Son los costos internos los que atentan, de alguna manera, en el desempeño fluido del negocio”, expresó Gutiérrez.
En relación a la competencia dentro del rubro, y si es causa de la baja en las ventas en el mercado local, el entrevistado indicó que no es la competitividad la cuestión que está en juego, sino que “son los costos internos los que atentan, de alguna manera, en el desempeño fluido del negocio”.
En el tercer trimestre del año, el precio de exportación del cemento se ubicó en promedio en US$ 88,8 por tonelada, permaneciendo relativamente estable en relación al segundo trimestre del año y ubicándose en un guarismo muy por debajo del registrado en 2012 (año récord), donde alcanzó un promedio de US$ 126,7 por tonelada.
Las proyecciones que se tienen para el 2018 son “moderadamente optimistas”, subrayó el ejecutivo. Agregó que se espera un crecimiento moderado del mercado interno, que irá en línea con el desarrollo previsto de la economía –entre un 3% y 4%-.
“Nosotros no tenemos restricciones para cumplir con esa proyección de crecimiento”, aseguró Gutiérrez. De hecho, comentó que debido a la caída que ha sufrido el sector en los últimos años a nivel local, hay una capacidad ociosa en el ámbito de la producción para poder responder a la demanda interna que se generará.
