“Ya estamos en los niveles de calidad de las telecomunicaciones de países europeos”, afirma el presidente de Antel

Andrés Tolosa, presidente de Antel


A 45 años de su creación, Antel es número uno en la región y sus niveles de calidad son similares a los de países europeos. Aunque la adaptación a los cambios es un desafío constante, la empresa de telecomunicaciones de Uruguay ha sabido sortear los problemas que supuso cada transición, y en esa línea planea seguir trabajando. A futuro las perspectivas son positivas y la mira está puesta en continuar desarrollando su capacidad de inversión.

Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-En este 45º aniversario de Antel, ¿qué evaluación puede hacer respecto al desarrollo de la empresa?

-El desarrollo de Antel desde sus comienzos fue muy grande, siempre se caracterizó por ir teniendo la tecnología más adecuada para las telecomunicaciones que necesitaba el país, pero sobre todo en los últimos años, con el dinamismo que ha sido tan fuerte, logró adaptarse a los cambios rápidamente y eso permitió su supervivencia. Por ejemplo, sucedió con la incursión en la telefonía celular y luego en el negocio de datos, cuyos ingresos sustituyeron los de la telefonía básica tradicional.

-¿Cómo se distribuyen hoy esos ingresos?

-El 50% de los ingresos de Antel corresponde a telefonía y datos móviles, el 33% a datos fijos, y solo un 17%, que igual es importante –US$ 1.000 millones por año-, a telefonía fija. Significa que los nuevos servicios permitieron que la caída cultural del tráfico de la telefonía fija no afectara drásticamente los ingresos.

-Hablaba de la capacidad de adaptación de Antel. Sobre eso, a fines de 2017 usted planteó a Crónicas que el desafío de la empresa sería “mantenerse con competidores como Netflix, Spotify y WhatsApp”. ¿Cómo lo ha hecho hasta el momento?

-Sigue siendo un gran desafío la competencia global con empresas diferentes, que no son operadores tradicionales de telecomunicaciones, sino del nuevo modelo de negocio de internet. Nosotros, por un lado, somos proveedores de servicios de acceso a internet y por eso cobramos un precio, pero ese precio de, alguna forma, está forzado por los otros negocios: las Over The Top. El desafío es poder obtener alguna parte de esos negocios para mejorar los ingresos de Antel y además sustentar las inversiones que requiere la evolución de internet –cada vez más tráfico, más velocidad, más cobertura-. Si uno no logra obtener recursos para reinvertir, es muy difícil que pueda sostener la empresa porque las tarifas no se pueden estar subiendo por encima de la inflación, entonces uno puede ir mejorando los procesos para ser más óptimo, pero llega un momento en que si no obtiene nuevos ingresos es muy complicado mantenerse.

-Además de que Antel tiene la necesidad de reinventarse continuamente.

-Claro, hay que volver a reinventarse en nuevos servicios. Invertimos en fibra óptica, en cable submarino, en data center, en la plataforma Vera, o sea, están apareciendo nuevos negocios que son los que eventualmente deberían sustentarnos hacia el futuro.

-Y ese proceso de adaptación debe transitarse con la particularidad de que los cambios son cada vez más rápidos.

-Son más rápidos y estas empresas de internet son muy dinámicas y globales. El desafío lo tiene Antel y lo tienen todos los operadores de telecomunicaciones, pero nosotros, por estar en un país chico, tenemos desafíos que los grandes operadores internacionales no tienen, es decir, nos es más difícil lograr nuevos negocios al tener una economía de escala. También tenemos ciertas ventajas, como que podemos ser más ágiles que los más grandes, como hicimos con 5G, por ejemplo, que logramos lanzar el servicio antes que ellos. Eso nos permite mirar con más optimismo el futuro, pero el desafío es permanente.

-¿Cuáles son los logros más importantes que destaca de los últimos años?

-El principal logro es el proyecto de fibra óptica del hogar, que lo empezamos en 2011 y hoy tenemos el 80% de los servicios de datos cableados sobre fibra óptica, y ya hay planes para llegar al 100% de cobertura para los próximos años. Eso nos da una base de sustentación para todo lo que se agregue. Un segundo gran hito es el cable submarino hacia el centro de internet que es Estados Unidos. Después, toda la evolución que ha tenido la telefonía móvil con el 4G, ahora el 5G. La frutilla de la torta fue el Antel Arena, una obra muy desafiante que Antel construyó con alta calidad y nos da un gran orgullo. Además, el nuevo gran data center que desarrollamos en Pando, que lleva el nombre del ingeniero Massera.

-¿Cómo vislumbra el futuro de la empresa en el sentido de las tendencias a las que van a apuntar en los próximos años?

-El futuro sigue siendo desafiante. Nosotros estamos apuntando a que los servicios van a ser todos sobre datos, tanto fijos como móviles. Además, los servicios móviles en la calle y el internet de las cosas con conexión móvil van a tener un gran empuje en los próximos años. Basándonos en la importante estructura que tiene Antel, junto con el data center y los servicios en la nube, todo eso nos va a permitir ir avanzando hacia el futuro a esos nuevos servicios que se agreguen a los tradicionales y que no permitan que los ingresos se vean deteriorados. Hay un gran desafío, porque Antel tiene que mantener un nivel de inversión importante, no puede bajarlo dado que hay que estar renovando tecnología continuamente. La empresa tiene la capacidad de inversión porque tiene ingresos para hacerlo, el tema es que puede haber decisiones equivocadas de restringir o frenar inversiones y eso puede deteriorar mucho su posición.

-Pero ¿hasta ahora se han podido hacer las inversiones necesarias?

-Por ahora venimos bien, logramos hacer esa gran inversión de fibra óptica, pero volvimos a valores normales de años anteriores y entendemos que es lo que hay que seguir manteniendo.

-Decía que es una ventaja para Antel el hecho de que Uruguay sea una economía chica. ¿Cómo se encuentra el país en materia de telecomunicaciones en comparación con la región? ¿Y con el mundo?

-Estamos en el número uno, bastante separados del resto de los países. De hecho, ya estamos en los niveles de calidad de las telecomunicaciones de países europeos. Tenemos muy buenos servicios y a precios muy razonables; hoy las telecomunicaciones en la canasta básica no tienen un peso tan importante como hace 20 años, han dejado de ser una preocupación. Por supuesto que si uno consume muchos servicios, tiene que pagarlos.

-¿Cómo analiza la actividad de Antel durante lo que va de este año y qué espera para lo que resta del mismo?

-Nosotros cerramos el año pasado con un resultado de balance muy bueno: más de US$ 150 millones de utilidad neta. Antel ha tenido balances positivos en los últimos 15-20 años; también tuvo altos y bajos, pero ha recuperado valores buenos de rentabilidad. Este año esperamos algo similar y continuamos con las inversiones en la fibra óptica para los 200.000 hogares que todavía tienen cobre. Además de ir avanzando en la tecnología móvil 4G, con una penetración lo más alta posible, empezamos a invertir en las primeras radio bases 5G.


Antel de todos

-¿Cómo evalúa la situación actual de Antel?

-Es una empresa solvente que está dando a los uruguayos lo que demandan, de primer nivel de calidad mundial y con sus propios ingresos. Tiene deuda mínima, cosa muy rara a nivel de cualquier empresa del rubro, que en general están muy endeudadas y en lugar de ser empresas de telecomunicaciones, al final son de manejo financiero. Además estamos llegando a todos los uruguayos, no a una élite, sino a todo el país.