BBVA ha publicado un nuevo monográfico sobre sostenibilidad que recoge las claves para que la sociedad pueda adoptar medidas que contribuyan a la reducción de su huella de carbono y al ahorro. Esta guía analiza el impacto durante 24 horas de las diferentes rutinas que cualquier persona realiza desde que inicia hasta que termina su día. Además, ofrece consejos prácticos para disminuir los gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera y poder ahorrar, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), hasta 800 euros de gasto medio anual de consumo eléctrico.
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Para ello, BBVA ejemplifica con acciones de la rutina diaria el impacto que la alimentación; el uso doméstico del agua (en países como España se consume una media de 133 litros de agua al día) o los electrodomésticos; la ropa; el transporte o la gestión de los residuos, entre otros, genera en el planeta. También ofrece recomendaciones de iniciativas sostenibles para revertir las consecuencias de la huella de carbono.
La adopción de un nuevo modelo de consumo basado en la economía circular que aplique las 7R -rediseñar, reducir, reutilizar, reparar, renovar, recuperar y reciclar-, unido a la necesidad de educar y divulgar desde sostenibilidad, son pilares fundamentales para reducir las consecuencias que el cambio climático está teniendo en la salud y el medioambiente.
Una necesaria toma de acción que implica no solo a la sociedad, sino también a las administraciones y las empresas. Es ahí donde BBVA se ha comprometido, no solo estableciendo la sostenibilidad como uno de sus ejes estratégicos, sino con el desarrollo de soluciones y el impulso de iniciativas divulgativas como el lanzamiento de este monográfico.
Consejos para lograr eficientizar la energía
A la hora de adoptar medidas para reducir la energía y, por ende, la huella de carbono, BBVA incluye en su guía de eficiencia energética diferentes consejos.
Entre ellos, la instalación de dispositivos ahorradores de agua y aireadores en los grifos y las duchas; uso de bombillas LED con las que se pueden evitar hasta la emisión de 71,04 kilogramos de dióxido de carbono (CO2) al año; la adquisición de electrodomésticos con una calificación energética eficiente con la que es posible ahorrar 81,7 kilogramos de CO2. Y es que cada grado extra incrementa el consumo de energía entre un 7% y un 11%.
En cuanto a los hábitos alimentarios, se aconseja comprar productos locales de cercanía, frescos, de temporada y a granel que no hayan tenido que recorrer kilómetros; planificar la cesta de la compra para evitar el desperdicio de comida o hacer una correcta selección de los residuos.
La movilidad sostenible es otro de los puntos a tener en cuenta, ya que más del 14% de las emisiones totales en el mundo proceden del transporte y de esta cantidad, el 12,5% provienen del transporte por carretera. Optar por la movilidad en transporte público o bicicleta; además de recurrir a modalidades como el ‘carsharing’ son alternativas al uso del vehículo privado.